Alejandro Cabrol

del pelo y la barba/0



después de todo lo que pueda decirse sobre la nada

a la hora de tejer sonidos,

en la matriz hexagonal del tiempo

prender cordones blancos

en fa menor



después de las manos y del mal diente

queda la mesa desnuda

doliéndose horas

idamente

impares



todavía después de la ducha y del reposo

del sonido anestésico del ventilador

que hace flamear cortinas

remeras y hojas sueltas

y cenizas



aún luego del final, de la semilla dormida de un principio nuevo

del ojo caído y rojo y estirado en el rincón más negro

de un fragmento de esta noche



del agua y la navaja y el jabón

de la toalla y el espejo

cada tanto



cuando nos parezca que todo va a terminarse

no es más que otro aplazo necesario

para marcar mojones donde volver

mirando atras a lo largo de la muralla china,

para hacer una cruz en el almanaque

tachar los días vanamente

esperando qué



no hay navaja que esconda los estallidos del cañaveral

el ulular nocturno de bambú

los campos de lino