del pelo y la barba/0
después de todo lo que pueda decirse sobre la nada
a la hora de tejer sonidos,
en la matriz hexagonal del tiempo
prender cordones blancos
en fa menor
después de las manos y del mal diente
queda la mesa desnuda
doliéndose horas
idamente
impares
todavía después de la ducha y del reposo
del sonido anestésico del ventilador
que hace flamear cortinas
remeras y hojas sueltas
y cenizas
aún luego del final, de la semilla dormida de un principio nuevo
del ojo caído y rojo y estirado en el rincón más negro
de un fragmento de esta noche
del agua y la navaja y el jabón
de la toalla y el espejo
cada tanto
cuando nos parezca que todo va a terminarse
no es más que otro aplazo necesario
para marcar mojones donde volver
mirando atras a lo largo de la muralla china,
para hacer una cruz en el almanaque
tachar los días vanamente
esperando qué
no hay navaja que esconda los estallidos del cañaveral
el ulular nocturno de bambú
los campos de lino