Nohemí Sosa Reyna - México

BÍFIDOS



Tuviste piedad de nuestros hijos
cuando casi moríamos
tuviste piedad de nuestros hijos
de su vuelo inasible de colibríes
de su sueño de carrusel mágico
de su voz de nube viajera
de manos de nardo
de su oído de espuma marítima
Tuviste piedad de nuestros hijos
cuando íbamos a viajar al infinito
con nuestro amor a cuestas
con su imán de sueños.
Te apiadaste de su risa de selva
poblada de travisos saraguatos
de sus pies en su mundo de juguetes
y nosotros pobres
pobrísimos amantes
que íbamos a descansar de esta pasión
tuvimos que despertar de este sueño inicial
del egoísmo
para cerrar su primera herida
atemperar su primer vértigo
consolar su inicial caída
Un hilo frágil nos volvió al ruido
como escorpiones nos tragamos
Volvimos a la nada
asumimos indigestos el hastío
para verlos crecer
para desear que no los destruyera la guerra
para verlos avanzar con su torpe paso de ganso
para hacer cálido su día
y parir en ellos la música
y escanciar el color en su pupila
Pisamos la pasión como alimaña
revolcamos nuestra esencia amorosa
en una fiebre bífida.




II



Fiebre bífida que tocó nuestras lenguas
larguísimas lenguas de distancia
de infinito galáctico
donde hechos polvo nos hacemos uno
en la fantasía de un reloj descompuesto
que nos deja amarnos eternamente
sin manos ni colmillos
sólo nos lamemos con esa lengua inmensa
nos curamos heridas
estalla magenta la amapola
y amarra nuestra lengua
con un delicado lazo de palabras
nos envuelve el incienso
se repliega el cristal
nos abrazamos en el océano
de un día cualquiera
nos chupamos la sangre y el cerebro
limpiamos el moho
el óxido
hasta brillar
hasta cortar el vacío
hasta herir a otros
pero te apiadas de los otros
y desatas la lengua
y oscureces el mar
y casi nos perdemos
descendemos rapidísimo
temerosos al golpe de la soledad
aullamos para estar presentes el uno en el otro
nos mordemos para no extraviar la piel
y casi fallecemos
y no hay piedad para nosotros
pobrísimos amantes
riquísimos sobrevivientes del amor



ESPEJISMO



Carcomiste mis alas
con tu boca enmielada
y al volar en la luz
sentí vergüenza
mas vi que esta batalla
de amor desconsolado
fue sólo un espejismo





EL VIAJE



El lugar era indigno
las alas habían desaparecido
mas el brillo en tu mirada
permitía el viaje
nos mantenía con vida