Ana Lucía Montoya Rendón, Colombia

SORDOS






Lento, muy lento...



Sin voz,

sin susurros de viento.



Ojos displicentes sobre la espalda

helada puñalada trapera

daga desdeñosa indigna del seppuko.



Lento, eternamente lento...



Abúlicas palabras

yacen sobre las llanuras

atentas al añorado desenlace

placentero sueño de los justos.



Cubiertos de tierra tu rostro y el mío...

Múcuras amasadas con manos yertas.



Lento, desafiantemente lento,

ocaso de la raza sopla sus lamentos.

Motas tristes las nubes nos esperan.

Remontan el silencio

los chillidos de los cuervos

como goznes infernales

responsos craquelados

para una moribunda.

Al fondo de la escena

echada sobre la estera

famélica muere la Cordura



Gotas de lluvia negra,

ónices sobre los suspiros secos

resbalan por las mejillas de los pueblos sordos.