Minúscula consecuencia
Eres la frontera consecuencia que justifica
Los latidos entre el mar abierto y sin límites
La osadía de cruzar la tierra mas ardiente.
Del amor que se enciende
Eres la minúscula chispa que crece
Cuando la unión fue consciente
Palpitará y será mi sangre en tu torrente
Como aquel tinte indeleble que permaneces
Para nutrirte y tenerte en brazos, en un par de meses.
(Libro Expresiones 2008)
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Descalzos
Descalza infancia
De un desarropado amor.
Caminan tristes...
Empujados por el viento
Una fuerza mayor...
Palabras desnutridas
De padres que olvidan el amor.
Caminan descalzos...
Por calles que no cuidan
Mendigando migas de perdón
Pequeñas manitas
Sucias mejillas,
Dios! , cuanto dolor...
(Libro expresiones corregido 2007-2008 )
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Nubes en vilo
Cuando pareciera reinar un aire pacifico desde lo alto,
con apostura apremia una ráfaga a las cándidas nubes en vilo
para teñirlas de color sombrío.
El aire nostálgico, casi dubitativo
como obertura de un canto lírico,
vistió al azulado cielo de cortinadas lluvias
sobre un fondo de color plomo fundido.
Mañana, otra vez...
Veré los colores del paisaje
sentiré el perfume de las flores pero,
el silencio imperante
me ensordece y,
no alcanzo a oír.
Nuevamente, anhelaré ver
cuando bailarines danzan
el misterioso sonido que,
no alcanzo a oír.
Mañana, otra vez...
querré apreciar las aves
cuando impetuosas adulan
la rápida espuma del mar que,
No alcanzo a oír.
Querré observar la tormenta
a sus relámpagos furiosos
cuando pregonan como dueto
- dialogo misteriosos – que,
no alcanzo a oír.
Mañana, otra vez...
será patético el quebranto
- me sentiré perplejo –
de este ¿generoso castigo?
que aún, no alcanzo a oír.
Mención – Incorporado en distintas Antologías.
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Escenario Litoraleño
Entre un mismo cielo negro, azulado
se esbozan estrellas de singular belleza;
como interludio se oye la brisa ligera
correr sobre la cálida corriente litoraleña.
Glaseando está apoteósica, la luna llena
que desde el río Paraná, bondadosa espejea
como abriendo camino a la canoa pasajera
cuando el río permeable, salpica a quien rema.
Sobre el agua pintada de color barro,
la luna plateada dibuja una silueta nueva:
un hombre lacónico de espaldas gruesas
flotando pálido entre tantas maderas viejas.
Palanquean los solitarios brazos cansados
gobernados por el ánimo, de llegar pronto a destino;
bosquejase la noche como carbón de suspiros
y el oscuro escenario de luz tiza blanquecino.
Estos versos, han sido leídos en la Fiesta de la Poseía en Concordia Entre Ríos -2008 – Incorporado ED. Entre Ríos 2009-
Seleccionado para integrar Antología Poetas y Narradores Contemporáneos, 2008.-ED. De los cuatro vientos.
