Miguel Angel de Boer, Comodoro Rivadavia, Chubut, Argentina

VIEJO MUELLE...QUERIDO!


Cuando te vi
como un gigante solitario
herido
no pude contener mis lágrimas

Y me remonté como en un sueño a tantas historias
de muertes tristes
y amores bellos
A una infancia de "restinga" en el verano
A la "zorrita" que nos llevaba a la escuela
Al tren gritón incansable con su carga
y al "autovía" en el que viajaba feliz pero...
(aún rememoro la tragedia de aquél día)
A la aventura de ir en barco en la lanchita
trepando por la "escala de gato"
o bajando en el "cajón" hasta la "chata"

El sol parecía deshilvanarse mas tranquilo en aquellos tiempos
acariciando a los lobos somnolientos
jugando con gaviotas y toninas
saludando a los cardúmenes de peces
(inundando mis ojos de hermosura)
En tanto...
¡Cuántos hombres!
¡Cuántos!
La piel engrosada de salitre
Los rostros golpeado por el frío
Las manos gastadas de viento y de tormentas
Dejaban todo
para ir a atracar un petrolero
( no había navidades ni años nuevos)
¡La vida dejaban!
¡Sus almas y sus cuerpos!
Envejeciendo de apuro
a fuerza de sacrificio
de alcohol
de esmero
Rudos
Nobles
Ingenuos
Amaban el mar y su trabajo
nutriéndose de océano
( mi padre estuvo entre ellos)
Ya antes se había ido el barrio
de cuajo quedó deshecho
( y una flor que yo amaba se llevó el fuego)
Viejo muelle...querido
Sé que estás lastimado

Pero si sabes lo que está pasando
no mires
Dejá tu cabeza hundida
( total, siguen usando tu esqueleto)
Todo ha cambiado
¡tanto!
A tu gente la están yendo
con un sabor amargo
y el corazón lleno de pena
( sobremuriendo )
Para ellos
Para vos
son estos versos

Y aunque en este cruel naufragio
haya que seguir con los remos
ni el tiempo ni las cenizas

podrán
tapar
mis recuerdos