Graciela Wencelblat, Argentina

Indescifrable

Sacudida por un desorden
un paso mal dado
una palabra que no callé.
Manos doloridas clavadas
en la piel del mundo.
Estas pequeñas cosas
impiden.
Hay voces en el tintero
pero las que quiero oir
no llegan.
Esas adquieren una imperiosa
necesidad de estar
para ayudar a descubrir paisajes
nuevos.
Acorralada dentro de un vacío que
quema
cansada de tanto fango que hunde
los deseos la vida parece un folletín
de lágrimas y lamentos.
AL romperse los sueños caen las máscaras
sólo queda una mirada indescifrable.