VÍCTOR VILLEGAS


En Mí Todo es Posible

 

En mí todo es posible

 el pan boca

 oro la sed amarga

 leche el luto en la tierra amarilla.

 Calzar el bosque

 anestesiar el fuego decorado por el fuego

 abrir el pico de la luz

 darle a morder su nombre

 no continuar comiéndome la muerte

 para poder matarla.

 Hasta el diente de ajo en pleno vuelo

 es capaz de encontrarme si lo sigo.

 

 

Esperaré que vengan a quitar mis pies

 de donde vivo. Tomé prestado este lugar.

 Entré el tiempo de todos

 en mi tiempo vacío

 llené de posibilidades

 los relojes en calma.

 

Si no sorprende que traiciono

 al rojo aire donde habito

 escucharé la hora exacta

 en cada cosa.

 

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Este Hombre que Olvida

 

Este hombre que olvida

 llevarse la muerte

 viaja solo.

 Ataviado de sí

 cerrado espacio sin frío

 caracol que lo perfore

 huye del tiempo

 escóndese bajo la sombra

 de su pelo.

 Para no verse en otros

 sólo para no estar solo

 recoge un poco de sus piernas

 por el canal del ojo

 se sumerge

 no sale nunca de su cuerpo

 no busco, cauto, los dedos

 de la noche ajena

 al otro cuerpo que lo espera.

 

¿Qué forma que se encuentra

 se extravía?

 Sí entre su propia llama

 se consume se consume hacia adentro el ser

 que habita.

 

Este cadáver que olvido

 llevarse la vida

 viaja solo

 viaja sin la muerte verdadera.

 

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Poco Tiempo Después

 

A José Molinaza

 

Un tren que descarrila y cae en mano

 Un tren que descarrila y cae en mano

 una mano que muere debajo

 de los puentes

 un puente que jamás se detiene

 un río que no transcurre

 un mar que desemboca.

 El tren

 la mano

 el puente

 el río

 el mar

 se debaten entre la vida

 y la muerte en una lágrima.