Oscar Vicente Conde


 

CÍCLOPE

Se despertó
con su único
ojo sangrante
mirando al frente
y sólo
veía la sangre
de los otros
la sangre
que buscaba huir
por las grietas
por debajo de la uñas
por las plantas de los pies
y la tierra
se impregnaba de sangre
sangre que corría
velozmente
como un río furioso
buscando la pendiente
para perderse
entre los peñascos
bajo los árboles
era tanta la sangre
que hacía insoportable el hedor

entonces
preocupado
intento en vano
cerrar su único ojo
para evitar tanta catástrofe

sin saber que se había desangrado