Jorge Vinitzky


Aventuras de Jovato (recitado lunfardo)

 

Por una calle de Pompeya

 tropecé en la vereda.

 Por caminar de queruza,

 del desmayo desperté,

 y con un julepe me avivé,

 que ya no estaba donde quedé.

 El cana que me ayudó

 Me dijo "señor" y todo.

 El uniforme del rati

 me hizo desconfiar.

 Un poligriyo mamado

 me miró asombrado,

 y descubrí que el tiempo

 se me había retrasado.

 ¡Se me vino la maroma!

 Araca! Grite,

 Y embalé pa cualquier lado.

 Me detuvo a campanazos un tranvía,

 y yo, con la razón perdida,

 Me corto el gañote, dije!

 Los autos de la avenida

 eran del treinta y pico.

 Las naifas con rodete.

 Y un tano de jetra fino,

 me llamaba con la mano,

 desde la puerta de un cafetín.

 Con un dedo señalando el bobo

 le dije en señas: A mí?

 Lo encaré y me dijo,

 pagame los tres pesos que debés,

 y pasate por la pensión.

 Ay nomás en la entrada

 hay un bolsón con tus pilchas

 y tus cosas.

 Tomatelas con la chirusa

 que subiste el otro día;

 es casa de familia

 y no queremos un fiolo.

 Le mostré la billetera,

y abrió los ojos

 como el dos de oros.

 Para él la guita, no era guita.

 Era teca desconocida.

 La trompada que me dio,

 me arrancó del sueño loco.

 Otra vez en el suelo

 (y con un diente roto).

 Una pebeta se reía.

 Llevaba piercing en el naso.

 ¡ Estaba de vuelta en el presente!

 Loco pero entero.

 Donde tienen piedad de un viejo,

 con alma de tanguero

 y entretenido chamuyo.