E. Antonio Torres Glez


LABIOS

 

Labios que besan la noche se derraman

 en negro laberinto,

 estremecen la sombra del recinto

 donde las voces cintilantes claman.

 

Labios que aman

 ese fervor en la pasión extinto

 en las caricias, en el vino tinto,

 en el amor que sin palabras llaman.

 

Centinelas del alba vigilantes,

 astros de fuego,

 eternas rosas de la madrugada,

 

carmín que incendia la tez de los amantes,

 silente ruego…

 sutil promesa a la noche entrelazada.