Moviéndome a distancias,
Nulas,
Y a golpes de silencios,
Rotos
Dueño tu, de otras y
de todas
mis expectativas,
negando una realidad esporádica
de efímera dicha.
Con mis alas tronchadas
incinerando vestigios,
de tus ojos colgados
de mar inmenso,
y desconocido.
Y la palabra como puente
más allá de ti, de mi…
de lo que el destino
y la osadía
muestran como fachada.