BAJO LA MESA
Tiemblo bajo la mesa
abrazada al perro que al igual que yo
tiembla,
la lluvia de gotas metálicas, humeantes,
desgarra la piel de la tierra
y los gritos llegan
y todo se agita, madres, tías, hermanas, esposas
y abuelas, corren , ¡corren!...¡Si!, corren,
buscan su carne, buscan su sangre,
tal vez derramada a la vuelta de la esquina
hablo con el perro, las lágrimas mojan el uniforme de la escuela,
el perro gime, mira con ojos de –¿qué pasa?, no entiendo-
y tenemos miedo
y tenemos hambre, las patas de la mesa parecen gigantes,
la radio truena, no hay nadie,¡ no!, no hay nadie...
sólo lágrimas
y el rostro
y las manos
y el uniforme escolar llenos de pelos
y el perro
y los dos temblando bajo la mesa
del cielo, sigue cayendo la lluvia metálica,
las entrañas de la tierra se desangran
pájaros con alas de fierro, oscurecen el cielo,
esa mañana.