Ruth Ana López Calderón

BAJO LA MESA


Tiemblo bajo la mesa
abrazada al perro que al igual que yo
tiembla,
la lluvia de gotas metálicas, humeantes,
desgarra la piel de la tierra

y los gritos llegan
y todo se agita, madres, tías, hermanas, esposas
y abuelas, corren , ¡corren!...¡Si!, corren,
buscan su carne, buscan su sangre,
tal vez derramada a la vuelta de la esquina

hablo con el perro, las lágrimas mojan el uniforme de la escuela,
el perro gime, mira con ojos de –¿qué pasa?, no entiendo-
y tenemos miedo
y tenemos hambre, las patas de la mesa parecen gigantes,
la radio truena, no hay nadie,¡ no!, no hay nadie...
sólo lágrimas
y el rostro
y las manos
y el uniforme escolar llenos de pelos
y el perro
y los dos temblando bajo la mesa

del cielo, sigue cayendo la lluvia metálica,
las entrañas de la tierra se desangran

pájaros con alas de fierro, oscurecen el cielo,
esa mañana.