Ana I. Hernández Guimerá

¡AY!


Si me dejaras llegar a tu alma,
si pudiera...
la llenaría de lirios,
le enseñaría
cuántas sonrisas
están guardadas para ella.

Si me dejaras llegar a tu alma,
si quisieras...
le mostraría todo el amor,
le hablaría en voz baja,
y acurrucada junto a ella,
dejaría,
quedaría
prendida,
instalada
en ese bienestar añorado,
deseado,
desde tiempos no soñados.

¡Ay!
Si quisieras...