Sofía Oliveri, Buenos Aires, Argentina

LA LLAVE

Hay llaves comunes,
llaves que abren una casa y te dan hogar
otras abren oficinas y te dan trabajo.
Son puertas, son candados, cerraduras...
Cáda una de ellas es diferente y sus ranuras tienen que ser precisas para poder funcionar.

Sí, todos lo sabemos, se pueden usar otros elementos en reemplazo,
pero sí que éstas lo simplifican, verdad?

Pero hay una llave, si supieras de ésta en particular...
No tiene límites, no hay barreras,
es magia pura, no es ciencia.

Esta llave que te cuento,
esta llave sin ranuras, no se puede copiar ni reemplazar.
No abre puertas ni candados,
No abre cerraduras.

Esta llave misteriosa abre preguntas, y tal cual lo estás pensando,
adentro están las respuestas.

Ojo, no la busques, una vez que la encontrás no tiene vuelta atrás.
Hay que esperar el momento, la llave va a llegar
y vas a hurgar
-desesperadamente-
hasta llegar ahí,
a las más profundas inquietudes,
y vas a buscar, a darte cuenta, a comprender.

Son esas cosas que rondaban en tu cabeza,
que te sacaban el sueño,
que no lograbas descifrar,
son esas cosas las que vas a entender.

Yo ya la encontré...
y lo único que descubrí, son las cosas que perdí,
de las que no disfruté
por estar pendiente de este momento.

Ahora lo sabés, lo cual no puede significar otra cosa:
-vos también la encontraste-

Y me entendés, ahora ya no parece tan importante saber.