SENSACIONES RITUALES
La negrura de la noche
Envolvió su fantasmal imagen,
Ya no vi su rostro sombrío,
Que ocultaron lágrimas de olvido
Y no percibieron la lejanía del recuerdo,
Que la mirada del alma trajo a su memoria.
En esa densa oscuridad,
Mis manos se deslizaron suavemente
Por sus difusos cabellos,
Desplazando las caricias que recorrieron su piel
Dejando rastros de placer
En mis crispados dedos.
Los sentidos se estremecieron,
El aroma de su cuerpo
Fue un bálsamo que se incrustó en mi olfato,
Y sin saberlo ese espíritu mudó en sabores
Que trasladados por una mítica lengua
Gustó embriagado el misterio de la vida.