PORFIRIO MAMANI / PERÚ/ FRANCIA

La Sombra

La sombra en la sombra camina:
busca su hueco, su figura, su cuerpo.
Todos la miran, la espían con ojos transparentes;
la huyen y la buscan entre muros y desechos.
Suena un río, y en el río la sombra se detiene,
mira su rostro arrugado por la noche.
Ellos están ahí, siguiendo la sombra y su reflejo.
Unos van por la hierba, otros por el agua.
La sombra y el hombre son una huella:
habitan el tiempo y el olvido.
Todos gravan con esfuerzo su nombre.
Cansada la sombra cruza el calmado río,
lava sus atuendos en la orilla que buscaba.
Seca su rostro con ásperas arenas.
Ellos la miran y no le dicen nada,
ni gestos ni ruidos le procuran,
sólo quieren que se aleje,
entre la orilla y la niebla,
para comer tranquilos.
¿De quién será la sombra que allá camina?,
murmuran el viento y las hojas.
Ellos la huyen, la esquivan,
la empujan y la jalan por el nefasto día.
En el silencio de la noche
hay un camino que guarda los recuerdos;
otro, la sombras y los sueños.
Queda el tiempo y los restos
que dejando va la sombra en el camino:
una huella, un grito, un sueño.