Patricia Corrales, Argentina

Clandestinos


La noche continúa insistiendo.
Vuelves a buscarme en la clandestinidad
de una esquina.
Separas mis piernas suavemente,
las separas con la furia del tiempo fugaz.
Poseída por tus labios que llevan el calor de lo prohibido
me abrazo a tu imagen etérea y misteriosa.
Nada quiero saber de ti más que de tu cuerpo
encima de mi destino.

La moneda tiene dos caras como la vida misma