Héctor Cobas, Miramar, Argentina

SENSACIONES SUBLIMADAS
Un rayo de luna se posó en mi retina
similar a las hebras de plata que penden
como imaginarias guirnaldas de algún dios anónimo.
El rumor incesante de las olas se grabó en mis oídos,
como un vibrante sonido punzante
en la inmensidad de la noche y
la suave arena se deslizó entre mis dedos,
creando una aureola amarillenta
semejante al aro del sol de un mortecino atardecer.
Mis pies se hundieron en las ondulantes aguas
del tumultuoso vaivén de las olas y las pletóricas
sensaciones se aunaron en un solitario haz
que sublimaron el breve espacio de tiempo que duraron
en poema eterno a la vida.