Albert Estrella Ureta, Perú

Buscando la llama de la tetera o de la lámpara
A florence Nightingle


Florence Nightingale alumbra con su lámpara
una herida que ya no está en Crimea
que más bien está en nuestras manos
en el centro mismo donde se irradia nuestro cuidado


Ayer
amanecimos; no con gotas de rocío
sino con gotas de suero…

7:00 am pasamos reporte
y nos encontramos a nosotros mismos
en los otros
aunque hoy estamos encerrados
como en el siglo pasado
en una jeringa descartable
y no salimos
por miedo a ser émbolos
no de aire, sino de vacío

Pero
yo te encuentro a ti dama de la lámpara
en esta misma hora del reporte
mientras tirito
no hubieses imaginado llegar hasta aquí
Cerro de Pasco, ni siquiera a este 8 de junio de 2007
que no es ni tu fecha de nacimiento, ni de tu muerte
sino más bien la fecha en que te enciendes
como una llama en una más de nuestras clases
mientras pasa el tiempo
como de una botella de suero
a la vena;
a veces a chorro
a veces a gotas.

Oh, Florence ¡
hoy sólo retiré unos puntos
y pasé triaje
además se me perdió un lapicero
mas ha vuelto a renacer una llama
como de fósforo…

Yo sé que en esa llama estás tú
aunque a veces encienda un cigarro
con otro fuego, con otro fósforo
y no me cuide a mi mismo.

Hoy
muchos irónicamente le llaman tetera
a tu lámpara (entre ellos yo mismo)
pero yo sé que tú hubieras comprendido
porque todos andamos con la herida sangrando
y sin cerrar
y a veces hablamos por la herida
por eso herimos

Hoy en esta clase
quisiera sentarme al final
sacarme los lentes
y cerrar los ojos (que es casi lo mismo)
y sentir
lo que técnicamente llamamos
aplicación de medios físicos
o en palabras de poeta
el calor que viene de tus manos
de tu lámpara (tetera)
y de uno mismo…