MÓNICA LÓPEZ BORDÓN – Las Palmas de Gran Canaria - ESPAÑA

CÓNCAVO Y DORMIDO


Mire desde donde mire
veo en el alma lo impar
sumergida debajo de la piel.
Condensada en humo
ayuno de la mudez
de tu silencio inexplicable
que distancia, que aleja.
No entiendo la oscuridad de tu verbo
ni la misericordia que proclamas.
Juego una partida de dominó
cuando el abrazo del viento
retumba en este día cóncavo y dormido.
En el hoyo de la pupila
no encuentro el paraíso azul
ni gusano de seda meciéndose en la noche.
El vértigo, no tiene color.