EL FANTASMA
como todas las mañanas
abro somnoliento el armario
para elegir mi disfraz cotidiano
y siempre me sucede
se me aparece de improviso
el puto fantasma
grotesco, zafio y desaliñado
ese imbécil que siempre me asusta
y paraliza
porque nunca recuerdo
que está agazapado
ahí dentro