El escritor ya no escribe
Ya se le acabaron las canciones,
ya no hay versos para alumbrar sus días,
ya no quedan noche con estrellas,
solo ve tardes y apatía…
Ya se le han terminado los versos,
los cuentos sobre verdes sonrisas,
las prosas rojas y azules
y las historias rojas y amarillas…
Siente a la monotonía
como jaula de sus añoranzas,
ella encierra en la costumbre
la magia de la vida cotidiana…
El escritor ya no escribe,
se ha quedando esperando,
dejando pasar sus minutos
y contra sus sentimientos luchando…
Busca alas el artista,
para ganar su batalla,
para acabar con la lucha
entre soledad y esperanza.
Busca alas el artista
para dejar sus penas de lado,
pero ve en sus pies y manos
ataduras de un metal pesado.
Atado por un lado del miedo
al “que dirán” y al rechazo
y por el otro penas, hastío, despecho
junto unos candados reforzados,
Libertad es su grito de batalla,
la esperanza su mejor arma,
alegría su objetivo
y la voluntad su única aliada.
Vive luchando en su mundo
contra las cadenas que lo atan
vive esperando el momento
en el que puedan volar sin alas.
Por eso busca alas el artista,
para terminar su gran batalla,
sabiendo que si Dios no nos enseño a volar,
es para que nosotros mismos consigamos alas…
Por eso el escritor ya no escribe,
ha decidido usar su pluma como arma,
desafiando a la monotonía,
a la sociedad y a su jaula…