La dama de mis sueños - Jorge Humberto, Covina, Portugal

El amor-mayo, tan bello y fascinante
tu piel mansa bien contrastante
con la rudeza de la mía, así cruda
cuando ella se expone, delante de la tuya

Tu sonrisa, tan linda y efusiva
ensombra la mía, siempre distante
que, de las arrugas de la vida, semi-desnuda
hizo pacto pasivo con la blanca luna

Y tu gesto, abnegado y altruista
en la candidez , de tu trazo, perfilado
en nada admira: a todos conquista

Privilegio grande soy aqui, bien dicho
que, sino fueses tu, oh ser amado
en nada aquí : yo quitaría su placer