Allá un paisaje constante
se dibuja por la plenitud del día
escalonando montes, marejando mares
o caminos de picada infinita
Y más acá vamos o venimos
desandando las horas que se escurren
destruyendo el tiempo
Desde allá los azules y los verdes
se cuelan por los resquicios de los grises
y no llegan a fundirse unos con otros
como si no quisieran inmiscuirse