MÁXIMO BALLESTER

EN LA AZOTEA

Toda esta pequeña vida
esparcida en unos papeles vencidos
que se llevará el viento. He subido
a la azotea y quitado el sobre verde.
Noto que ya no hay antenas de tv, como
antes, donde poder crucificarse.
Pero sí hay un tendedero de lado a lado
con algunas prendas secas.
Me detengo en un corpiño negro.
Y pienso largo rato frente a él.
La ausencia de tetas es una tendencia
que veo repetirse en mi vida durante estos
últimos tiempos.