Hay una forma en que el silencio mira
de frente a la palabra
a sus ojos de tinta y de saliva
a su hambre
(eterno)
de cosa desterrada.
Hay una forma en que el silencio acecha
la falta de palabras
esa mistificación
esa falsía
y las caza
las sitia
las desgarra.
Hay una forma en que el silencio hace
el amor a la palabra
la roza
la penetra
la desboca
la insemina
la nace
la desgrana.
Hay una forma en que el poeta mira
escruta la palabra
la besa
la acaricia
la enamora
y elige
solamente
la preñada.