Horacio Castillo, Ensenada, 1934.

CROAR DEL ALMA

Cuando mi alma, como una rana, salte a la nada,
la oirán croar, croar toda la noche,
croar arriba y abajo, al este y al oeste,
hasta que el ojo monótono de la luna llore en los pantanos,
hasta que cese el espanto y empiece la eternidad.

De: Alaska, 1993



Del Blog Aromito / aromitorevista.blogspot.com de José María Pallaoro