Rolando Revagliatti

“El Arte de Amar”


Es aunque Dios no lo quiera que te amo
o te necesito
Dios no lo querrá pero sucede
que te necesito (o te amo)

y te sucede que aunque Dios no lo quiera
-es verificable: ostensible, incordioso-
vos me amás

Me amás
o te desborda el metejón
y te crispa que pudiera
yo
-en felicidad-
revolcarme con otras

o lo que te pasa
es lo que me pasa
y nos sobrepasa
y no es amor sino engrudo:
susceptibilidad sensorial
determinismo de la pulsión
regionalización de la libido

y todo este entramado de imprecisiones
pero furiosas
y hasta imperiosas
es lo que le jode a Dios

y nos fastidia porque desafiándolo
le descubrimos cuánto trasunta la
desaprobación
y hasta le comprendemos la tesitura
(formación de su asco)

Y aunque Dios
no lo quiera.