UN PAÍS MARAVILLOSO
En un país maravilloso donde abundan
las mariposas,
posando sus piernitas delicadas sobre mis hombros;
jamás perderé de vista las flores que voy cosechando
junto a mi pecho;
árboles inmensos,
entre el blanco de las nubes borrachas de calor;
entre los pequeños ríos,
los pájaros trinan suaves melodías,
enalteciendo el mar, en su vaivén
constante de olas de caballo.
Y es entonces que sentado en una roca desnudada por la luna,
muy cerca de la playa, con los brazos
brazos cruzados sobre las piernas observo conmovido la grandeza
y la pureza de esa imagen, de todos los
días… haciéndome acordar mi
condición de humano, hermanado con la naturaleza.
Galgos de espuma se encuentran con la roca
donde me siento,
soltando mis palabras al viento,
mojándolas de de tanta emoción.