GONZALO ROJAS


DESDE ABAJO

 

 

 

Entonces nos colgaron de los pies,

 

nos sacaron

 

 

            la sangre por los ojos,

 

con un cuchillo

 

nos fueron marcando en el lomo,

 

yo soy el número

 

            25.003

 

nos pidieron

 

dulcemente,

 

            casi al oído,

 

que gritáramos

 

viva no sé quién.

 

Lo demás

 

son estas piedras que nos tapan,

 
            el viento.