Noelia Lourdes Viqueira Fernández

Fabula del sueño



Yo tuve un amor

De sueños y rosas

De esos que las cosas

No los dejan ser



Yo tuve un sueño

Lo soñé una vez

Lo soñé mil veces

Lo vivo al revés



De un ave de paso

De insistentes vuelos

Que selló aquel día

Mi amor y mi duelo



Por no tener alas

Para ir a aquel cielo

Por falta de trinos

Que trinen sus versos



Y cierro mis ojos

En la noche clara

Y me crecen alas

Alas que le alcanzan



A ese sueño niño

Que ama de pronto

A ese niño tonto

Que ama sin pidos



Y es que al despertar

Se mojan mis ojos

Vuelan los pájaros

Y huyen los niños



Y me crecen piernas

Que afirman al piso

Donde veo triste

Una pluma bella



Veta de la noche

Y Eterna quimera

Esta pluma suelta

Que añora un poema

Carlos Eduardo Gallegos

Vos Me Preguntás…

Me preguntás
qué es la poesía…
y yo
me encojo de hombros
vacilo
y me viene a la memoria una escena
que vi cuando niño.
En ella:
un águila perseguía a un conejo
a campo traviesa
en vuelo rasante
sus alas desplegadas como un ala
delta.
El conejo era ya la comida del águila
había perdido su pelaje
corría sólo con su piel
y sus huesos.

El tiempo era el águila
su figura
su sombra.

Pero el conejo
logro llegar
hasta un arbusto
tupido
espinos
-solo-
en mitad de esa muerte
y allí
comenzó a girar
una y mil veces
-en círculo-
cada vez más cercano al arbusto
cada vez más rápido.
El águila hizo
dos
o tres intentos
Inútiles
por atraparlo
luego
desistió.
Abrió enormes sus alas
y levantó vuelo
serena
majestuosa.
El conejo
siguió corriendo
-girando-
hasta agotar su sangre
hasta que el águila fue
sólo un punto brillante
en el horizonte.

Han pasado los años
y de seguro
ambos estén muertos
-águila y conejo-
pero esta imagen
sigue
dando vueltas por mi cabeza
girando ante mí
en esta habitación
sobre este papel
rayado
en el que escribo
que no sé
que nunca supe
más que esto
a cerca
de la poesía.

Raúl Romero

Quien le dará vida al sol
con sus acordes de luna
cuando suene a tentación
del gran racimo una uva.

Quien le dará corazón
al amor sobre la cuna
cuando el pecho sea una flor
de una manzana madura.

Te fuiste flaco, flaquito
y sin latido la almendra
es un pescado rabioso
un jade color a bruma.

Cuantas muchachas mañana
de papel tendrán sus ojos
y en la plegaria, los niños
reirán soñando tu rostro.

Cuanta poesía en el viento
donde habito tu mirada
de leche tibia esta noche
empieza a vivir tu alma.

Ramón Ubalde Chevanel

Culpable por Amor:


Me declaro culpable
presento mi arma homicida
no es otra que el “Querer”,
con ella entregue mi corazón
por ella robe, mil caricias, al aire.
En cientos de sueños
me hice con tus besos.
Te ame, con la más deliciosa
dulzura, y con la mayor lujuria
en desatada locura.
Me declaro culpable
me acuso de embriaguez,
en un momento de debilidad
quise capturar tu amor,
por hacerme con tu corazón
el que intente robar
porque el mío ya no estaba.
Me declaro culpable por ofenderte
las veces que te dije y no demostré
suficientemente, que…. Te Quiero.

Emiliano Pintos

Amor maduro.


Sentado en la nube
con sueños eternos
miraba tu pelo
que flotaba en el viento,
sintiéndome amado,
reía en silencio
y soñaba contigo
vivir otros tiempos,
de amores maduros
he hijos corriendo.

Pasaron los años
y aun te recuerdo
corriendo en la arena,
besándome tierno,
Y yo me reía
gritando te quiero.

Hoy somos maduros
¡¡Nuestro amor es un sueño!!

Guillermo Háskel

Capricornio en Pantitlán


Calladamente
rota
entre hespérides
la tarde
y luz
desalentada
dorada
azul
redonda
se retira
tu signo
y mi signo
Capricornio
se alhaja
de guirnalda
de tristeza
y pace
hierba
amarga
y ramonea
mientras
bajan
turbias
tus aguas
y las mías
¡eferentes
a través
de qué conductos!
río abajo
por el río
Churubusco
al sumidero
aquel
donde fenecen
el tiempo
y la luz
y la alegría
y el cuerpo
de Ofelia
en su deriva
y Mixcoac
y su hégira
de estrellas
y el Ajusco

Rubén Ivanoff

Esta noche, Amada mía...



...Seremos uno en el cultivo de la
pasión.
Nuestra unión, cual refulgente manto,
cubrirá nuestros sentidos con luz...
Nuestros cuerpos, entregados totalmente
al murmullo infinito del placer,
serán nuestros aliados en deseo...
¡Y probaré con gusto el néctar de tu centro!
Y recorreré tu cuerpo con mis ojos
admirando el camino de mis besos;
Entre tus piernas suavemente encenderé,
la llama de pasión que nos invade;
seré tuyo, entre jadeos y suspiros,
te daré, a cada instante el total de mis
sentidos,
seré para ti el Hombre Amante,
Quien despierte tu pasión y tu lujuria
y quien logre que tu cuerpo como un grito
me regale una explosión cual una lluvia.
Y a la vez, yo también alcanzaré,
el punto máximo, culminante y eterno...
Y entonces, abrazados en una llama de pasión,
Nos fundiremos en un solo cuerpo, nuestro, de los dos.


Gabriel Palou

Amor prohibido
Estéticamente bien parada
de esencia divina y también dionisíaca
el yerro y la astucia unidos con añoranzas.
Ella es ruda, dura como su alma
su libido sexual es todo un potencial
ella es bella, atractiva, potente e
intelectual.
El deseo hacia su amor es la censura moral,
al esconder su esencia por una cierta
civilidad,
haciendo el deseo prohibido más llamativo que
el faro que alumbra al mar.
Si te llevo conmigo hasta cuando no te quiero
llevar,
haciéndome tu feromona instantáneamente reaccionar
buscando el encuentro de tu espacio y mi
capacidad como piezas de un rompecabezas natural.

Jennie Escobar

Sin titulo


Salgo a respirar
rincones ahogados
en la vereda dormida
donde cavan sus tumbas
los ecos del urbe.
El calor
viene a mí
vestido
con el tul rojo
de la ira
y envuelve mi respiración.
Escucho el ruido
del hastío
ametrallando
mosquitos candentes
en la piel enronchada de la noche.
A esta hora
el último pasajero
es digerido
por la fiera de la prisa
cuyo pariente es la rutina
las sombras hermanadas
con luces perdidas
salen a escucharse
en el latir del asfalto
como un retrato obsesionado
por verse pasar.

Nerina Thomas

Hay mañanas de sol
aunque llueva
mi alma está desbordada
y la poesía danza
porque es fiesta.

Emmanuel Cassanese

Sus labios hamacados
pellizcan las orejas
temiblemente ahí
sus ojos achinados
como quimonos recostados.

Olga Liliana Reinoso

No te vayas aún,
esplende el día
busquemos
estrategias
que nos unan.
En la orilla de
las despedidas
hay cuencos con
mi llanto
y tus temores.
El río avanza
quedate conmigo
me aterra la
velocidad del agua.
Una paloma
vuela en tu contorno
pero yo siento
el alma desalada.
Ya sé que me
querés
pero no alcanza
hay un sabor
que sangra en mis papilas.
Mi mezquina
razón lo sabe todo:
que marcharte
es mejor para vos
y es lo más
sano.
Pero no quiero
que estés lejos de mi vida
no puedo cortar
lazos con tu risa
ese perfume
embriagador que exhalas
es mi droga
fatídica.
¿Por qué me
daña tanto tu partida?
¿Por qué no
aprendo que la senda se abre
para acopiar
tus neologismos?
Si este amor de
tsunami
no sirve para
nada.
Sólo te
arrasará
corriente abajo
descuartizando
tu ramaje nuevo.
Y yo, que soy
un ángel torturado
pero con un
bolsillo de esperanza
no sobreviviré
si te marchito
con mi capa de
ozono destripada.
Vete ya. Apura
el paso
no vuelvas a
mirarme ni con lástima.
Huye de mí. La
tarde viaja rauda.
Te esperan
otros cielos, otros árboles
te están
llamando desde el sur del alma.

Graciela Wencelblat

Al fondo de la garganta
comienza el precipicio
por donde cae la tristeza.
Queda delicadamente
tatuada en los huesos.


*************


YA NO


ya no se quejan las palabras
el patio incendiado con mariposas negras.

Sin piel sin huesos ni cintura
maleable
boca de imperioso grito.

Jadeos agrietan el espejo.
Ni música ni poesía.

¿Desierto sin voces?

Anamaria Mayol

EL OTRO BARRIO MI BARRIO


Vengo de otro país
del otro barrio
de mi país
igual al otro
al otro y al
otro

del barrio pobre de Latinoamérica
toda pobre

mutilada dolida desgarrada
pero siempre de
pie

vengo de ver el verde
sentir la entraña del hambre

el verde hambre descalzo
largo
ancestral

de ver los rostros del mar
hechos de sal y sol
barcos esperas
naufragios

de sentir en mis viseras
la negritud en patas
esclavitud e
historia
silencios gritos

Soy la turista del tercer mundo
la crónica
burguesa para narrar la muerte
la exclusión la
injusticia

la blanquita latina europea
de un pobre país vecino
que tuvo
pretensiones de Primer Mundo

vengo con este grito en la garganta
atravesando el
sur del continente

este verde dolor
mojado por las lluvias

Vengo del otro barrio
de mi país
de los suburbios de un poema
que se duele en la piel

Susana Amoroso Scalone

Ayer



es temprano y
salgo a caminar
con un destino.
olor a verde,
naturaleza
humo y café, en
una esquina.
muchos autos
quitan
el oxígeno
maravilloso,
que nos dan los
árboles. pero
continúo.
Voy a una tarea solidaria
Me hace sentir
bien
debo hacerlo.
mucho ruido,
sigo
y llego con
felicidad
por poder
ayudar.
me siento
completa!





Ayer



el hombre que me ha
dado todo en la
vida
que me cuida,
como yo a él,
los hijos,
cada uno con
vida hermosa
los nietos,
acarician mi corazón
tan necesitado
de rodearse
con amor.
lo he logrado
con la
maravillosa
familia
, lo he logrado
con amigos,
con la música,
con los amigos algunos de tan lejos,
compañeros de
la escuela. Maravilloso!
Me importan
demasiado
los
sentimientos ,
la vida plena que tengo
con orgullo!

Alejandro Salustiano Alvarado

Mañana en que la palabra
buscará también
ser
ardiente y
benéfica.
Los puentes los
ha construido
Ese impulso de
salir hacia lo otro.
En esta ciudad
sin ellos
lo otro está en
cada uno pero empujándose.
Descubro torpeza
en esta limpia mañana
de verano.
Pero yo me voy
con ese aroma de café
a la otra
orilla. Y miro.

Eduardo Espósito

RUTA 40



Edgar viaja en su Bora
negro
de Londres a Belén
casi todas las mañanas
... Lleva mansos pasajeros circulares
bajo un sol que noquea el horizonte

Dócil resignado
su hermano Diego trabaja en una mina
Edgar dice que Diego
gana sendos remises por minuto
Apuesta a que no es bueno

La misión de su hermano
es bajar siete días a ese ombligo
donde se estresa el cielo
La de Edgar
invocar conjuros de agua ajada
para hijos invisibles al arsénico.

Roberto Bolaño

Sucio, mal vestido



En el camino de los
perros mi alma encontró
a mi corazón. Destrozado,
pero vivo,
sucio, mal vestido y
lleno de amor.
En el camino de los
perros, allí donde no quiere ir nadie.
Un camino que sólo
recorren los poetas
cuando ya no les queda
nada por hacer.
¡Pero yo tenía tantas
cosas que hacer todavía!
Y sin embargo allí
estaba: haciéndome matar
por las hormigas rojas y
también
por las hormigas negras,
recorriendo las aldeas
vacías: el espanto que se
elevaba
hasta tocar las
estrellas.
Un chileno educado en
México lo puede soportar todo,
pensaba, pero no era
verdad.
Por las noches mi corazón
lloraba. El río del ser, decían
unos labios afiebrados
que luego descubrí eran los míos,
el río del ser, el río
del ser, el éxtasis
que se pliega en la
ribera de estas aldeas abandonadas.
Sumulistas y teólogos,
adivinadores
y salteadores de caminos
emergieron
como realidades acuáticas
en medio de una realidad metálica.
Sólo la fiebre y la
poesía provocan visiones.
Sólo el amor y la
memoria.
No estos caminos ni estas
llanuras.
No estos laberintos.
Hasta que por fin mi alma encontró a mi
corazón.
Estaba enfermo, es cierto, pero estaba vivo.

Alvaro Mutis

Breve poema de viaje


" Desde la
plataforma del último vagón
has venido absorta en la
huida del paisaje.
Si al pasar por una
avenida de eucaliptos
advertiste cómo el tren
parecía entrar
en una catedral olorosa a
tisana y a fiebre;
si llevas una blusa que
abriste
a causa del calor,
dejando una parte de tus
pechos descubierta;
si el tren ha ido descendiendo
hacia las ardientes
sabanas en donde el aire se queda
detenido y las aguas
exhiben una nata verdinosa,
que denuncia su extrema
quietud
y la inutilidad de su
presencia;
si sueñas en la estación
final
como un gran recinto de
cristales opacos
en donde los ruidos
tienen
el eco desvelado de las
clínicas;
si has arrojado a lo
largo de la vía
la piel marchita de
frutos de alba pulpa;
si al orinar dejaste
sobre el rojizo balasto
la huella de una humedad
fugaz
lamida por los gusanos de
la luz;
si el viaje persiste por
días y semanas,
si nadie te habla y,
adentro,
en los vagones atestados
de comerciantes y peregrinos
te llaman por todos los
nombres de la tierra,
si es así,
no habré esperado en vano
en el breve dintel del
cloroformo
y entraré amparado por
una cierta esperanza. "

Roxana Palacios

como la niebla


la locura
como la niebla
se reserva otros lenguajes
no admite sospecha ni doble juego
abre sus ojos de poema cuando las palabras
se respiran sin trampa
desde los bordes de un espacio sin lugares
desde el miedo a los lugares sin espacio
sabe que no muere porque sí
que cerrar los ojos no es matar
que se puede ser jirones y estar tan vivo
como el perfume o las ganas o el recuerdo
la locura le roba las facciones al vacío
se vuelve ausencia
envejece en el margen en el hueco de la tinta
se conmueve la locura
se proyecta
te roza la figura, se extravía
pero cada noche
se propone
no volver a renunciar

Sonia Rodriguez

Moviéndome a distancias,
Nulas,
Y a golpes de silencios,
Rotos

Dueño tu, de otras y
de todas
mis expectativas,
negando una realidad esporádica
de efímera dicha.

Con mis alas tronchadas
incinerando vestigios,
de tus ojos colgados
de mar inmenso,
y desconocido.

Y la palabra como puente
más allá de ti, de mi…
de lo que el destino
y la osadía
muestran como fachada.

Diego Raquita

Yo nací para mirar
lo que pocos quieren ver
los golpes que nadie ve
los gritos que nadie oye

pero no los ven, no los
oyen?
o solo no quieren y le escapan
yo nací para mirar
y no lo puedo solucionar

pocos queremos verlo
pocos queremos oírlo
tan pocos somos
que nuestra fuerza no vale

golpes en el aire, a
diestra y siniestra
gritos sordos para los que oyen
llantos eternos, sin lágrimas
solo angustiosos llantos

un panal de ,gente
atiborrado de
ponzoña ulcerosa, ulceras
que lentamente
se comen al poseedor, le roban la vida
le dan llagas de dolor y ardor

pero nadie lo ve ,nadie
lo oye
y yo estoy acá, sin entender
pero todo se sube a mi corazón
y no sé cómo ayudar

que simple y fácil seria
si no escuchara, o viera
pero yo nací para mirar
lo que pocos quieren ver

Mari Amor Campos Montalvo

Tus ojos purifican mis
miradas
tus manos obedecen a mi piel,
demandando caricias apasionadas
tus besos responden,
a la llamada de mis
labios,
ansiosos por besarlos.
Creo en el amor desde que te conocí
todo me gusta de ti,
compartes mis sonrisas,
te duelen mis fracasos,
te entristeces con mis
daños,
eres esa persona especial,
que siempre había buscado
te tengo amor...
no importa el tiempo,
que tardaste en llegar
todavía nos queda...
mucho más para disfrutar.

Elena Sánchez

NOCHE DE SOMBRAS


La luz tenue de mis ojos
se
transformó en noche.
La
lluvia que mis pupilas dispersaban
evidenciaba mi marchita esperanza,
pero
aún albergaba un aliento
para
seguir en la lucha
que
se llenaba de añoranzas.
Media hora me pareció
un año lleno de amargos presagios,
llenos de llanto, risa, resplandor...
Un
minuto me pareció una tarde,
que
escondía miradas acechantes.
Era
como el despertar en una vida,
descubrir algo maravilloso,
en
medio de la tristeza.
Apareciste, entre las sombras,
como
un dios divino,
que
sin apenas decir nada,
percibía mis movimientos.
Era
como divisar la Tierra
desde las más altas montañas.
Entonces, desaparecieron las tinieblas.
El
sol alegró la mañana
tiñendo en rojo todo lo percibido.

Beatriz Liliana Esliman

REBELIÓN.


No hay mansedumbre en mis palabras,
ellas reclaman, no obedecen ni asienten.
La
terca inquietud de hablar por mis versos
conviven con la locura de atreverse y soñar.

Impetuosa en mis sentidos exclamo sin
pudor,
y en
más de una ocasión sobreviví al espanto
de
sentir, y al pecado de manifestarlo estoica,
aún
cuando en la otro orilla nadie me oiga.

He ofrecido tiempo y a cambio recibí
engaño,
más
no por ello suelo esconderme temerosa.
Ningún afecto que poseo lo he comprado.
¡Lejos se vayan los hostiles, los que hablan
en vano!

Clarissa Poetisa

FIBRAS



Escamas volátiles de vida

intriga en madrugada

una vieja casona

un cerrojo

un tesoro abandonado.



Astillas de roble

espinas de rosales

un aljibe seco

tertulias de cigarras.



Hilos desechos de harapos

seda de mariposas muertas

solo quedan fibras

de un corazón destrozado.

Morus Gomez

Caminando nuevamente…
esa calle llena de recuerdos
llenando mis silencios
los murmullos de los muros
que han guardado con el tiempo
la torre se impone…
para recordarme la fe
que un día nació en tu mirada
paso a paso recojo recuerdos
la mirada llora nostalgias
la oscuridad se siente en el alma
las lámparas aun no se encienden
para encontrarme nuevamente
debo cruzar la calle
Transitar en el tiempo…
esta vez para
desprenderme
de tu mirada.

Luisa Fernanda Vanegas

BALANCE GENERAL


Me activo cada vez que
tus manos me transitan entera,
me restituyen la vida,
me hacen florecer,
me lleno de ilusiones cada vez que acudo a tu
encuentro;
no deseo un futuro,
ni una casa,
solo este presente que tenemos para entregarnos.
Pasivamente al despertar te imploro,
vuelvo a llenarme con tu recuerdo,
cada rincón de esta habitación huele a ti,
mi existencia se anestesia por tu alejamiento,
mi espíritu te pertenece.
No me interesa tus detalles,
solo quiero que estés a mi lado
y cuando no desees volver no me lo digas;
con una extendida desaparición entenderé todo.
Con el tiempo comprenderé que el patrimonio
que creía tener,
ya cambio y decida retomar algún viejo camino.
Visite algún bar,
me tome un coñac
y brinde por tus besos que serán de otra.
Como balance general
puedo decir que no eres mío,
ahora yo lo soy,
pero mañana,
tal vez,
fusione tu recuerdo con otro
hasta que lo tenga completamente disipado.

Miguel Angel Gomez Garcia

encuentro


transitando por la vida
reflejado en una calle solitario
te encontré y mis ojos
te miraron por primera
vez

nunca supe tu nombre
nunca disfrute de tus caricias
nunca te bese en los labios
nunca te dije hola

pero después de tantos
años
vagando por la misma
calle
en diferente tiempo y espacio
te volví a encontrar

todo ha cambiado
nada es igual
solo mis ojos
siguen mirándote como aquella vez...

Guillermo Háskel

Sonora


yo nunca
estuve
en tu suelo
pero estaré
Sonora
en el momento
justo
a su debido
tiempo
a beberme
tu luz
a bocanadas
a resolver
un silencio
de almireces
a pintarte
de solsticios
las ojeras
que te tengo
pendiente
una querella
por una deuda
de canciones
y de lunas
y de besos
y de estrellas

Gabriel Palou

Un amor letal
me lleva a soñar por el espacio de tu
divinidad.
Un instinto animal
me enreda en la especie por cierta necesidad.

Ramon Ubalde Chevanel

Enamorado:

Un cosquilleo constante
recorre mi estomago
la luna siempre llena, y las estrellas
brillan en lo alto, aunque este nublado,
El sol siempre radiante, calienta mi corazón,
toda la música es romántica, y te busca para
bailar
el mejor baile, el de estar siempre juntos.
El mar enfurecido, llega a la orilla siempre
tranquilo.
Los colores brillan con mayor intensidad,
los pájaros cantan las más bellas tonadas,
el aire se respira en
todas partes, más puro.
Voy recorriendo tus sombras,
veo constantemente tu sonrisa
pienso en tu nombre, como un eco en mi cabeza.
Ante ti mudo quedo, sin articular palabra,
no hay dinero en mi vida, no hay oro
no más piedras preciosas… que no seas tú.
Tus ojos en cada paso, me iluminan,
tu voz, me llena hasta inundarme
solícito acudo a cada necesidad que tienes,
siento que mi vida ya no me pertenece,
mi cuerpo es un volcán en erupción,
cuya lava de amor, sale desde el corazón.
Este es mi sentimiento… salido del alma
y que solo a ti te clama.

Cesar Martínez Puig

Nunca supe.- 465.


Nunca supe besar ni me
besaron,
solo besos de adiós y despedida,
nunca sentí en mis labios la mordida,
que unos dientes de nácar profanaron.

Nunca supe besar ni me
enseñaron,
ni probé miel de lengua consentida,
ni unos labios de fucsia y encendida
pasión, mi triste boca acompañaron.

¿cómo quieres un beso si
no puedo?
¿Donde quedo el amor si ya es mañana?
¿cuando cantó mi tuna en tu ventana?

Ya no puedo besarte,
tengo miedo,
que un beso para mi, es como el credo
de religión que nunca se profana.

Daniel Requelme

Quiero
de tu boca en la mía
impregnado,
el secreto que nace a la espiga.

Quiero el hábito
de sabernos
bajo la falda de la luna dueños del
movimiento.
Lento fuego a nuestra hoguera.

Quiero a tus pechos ahuecando mis manos
y a una flor tuya encendida contra mi carne
trémula.
Tu espalda

Quiero ser adivinado
en cada brazo que te alcance
cuando me haya ido.
Amortajada la procesión del tiempo al regreso.

Quiero eximirte
de la necesaria fortaleza
que exige de ti la precariedad de mi
pensamiento.
La cima sin tu desgaste.

Quiero parte del inhumano berrinche
que mantiene liado al brillo de tus ojos
el verde fondo del paisaje.

Liliana Rendine

Creí que me iba a
resultar fácil escribir esta vez,
error.
Evidentemente, el amor me
está proyectando a hurgar hasta los intersticios más recónditos de mi alma.

No hay prisa, no hay
pausa... Los sentires opuestos me angustian, me carcomen la existencia.
Pasado, presente. Amor, odio. El frío, yo.
Indiferencia, yo.

Sentimientos aletargados
despiertan en subida vertiginosa,
dejándome vulnerable a
cada fracción de segundo que respira mi ser.
Ir de la nada al todo. A lo sólido, lo
preciso, lo profundo permaneciendo en una extraña y placentera calma.

Muchas veces pregunté qué
es el amor
pregunté bajo la lluvia,
al adorado Sol
en la noche eterna y triste, en mi desvelo
y no hallo una sola respuesta.

No lo sé, no debería
preguntar tanto a estas instancias. Me estoy dando cuenta que si no hay vida no
hay amor. Y ahí paro. Y me redescubro.
Tan sencillo como eso.
Estar viva
viva para oír las más
bellas palabras de amor
viva para mirar a mis
sueños cuando estallen libres
viva para temblar, empaparme, para enraizar mi
sinrazón hasta la médula
viva para hundirme en
libertad en mi absoluto.

Sólo se ve el amor con
mis ojos verdaderos, nada más cuenta cuando expresan la ternura profunda y
clara

Y a través de ellos tengo
la certeza que el amor aún existe en mí.

Oscar Vicente Conde

MENTIRA


Recuerdo de ti
tus fugas inexplicables
tus llantos emigrantes
las sábanas con puntillas
únicas
jamás las vi en otras historias
las cartas tardías y confusas
las venas enérgicas y tibias
los pies flotando en el aire
la silueta desnuda en el espejo
frágil
lejana
las manos pequeñas y tímidas

recuerdo
la noche lluviosa y perfumada
la puerta abierta
él esperando bajo el pórtico
no recuerdo tus ojos
ellos no hubieran mentido

Civetta

LlueveBuenos
Aires



Hay

una ventana que
se empaña


por la humedad

en esta vieja
tarde de lluvia


y lleven las
esquinas de mis ojos


y las calles de
Buenos Aires.


Se humedece el
empedrado


del tiempo

vértice


candente

inmaculado.

Se escurre el
pensamiento


por tus calles

y llueve.

Se torna frío el
verano


y cálido el
otoño.


Siguen volando
las mariposas


al doblar las
esquinas


y hay un sauce

que todavía
llora.


Inundan las
gotas


el antiguo bodegón

por qué será

que hay algo de Buenos Aires

que me gusta

cuando llueve.

Stella Maris Taboro

Suave lavanda
que el viento contornea*
*y llevas mi nombre*
*para juntarlo al tuyo.
Suave lavanda
palomas que vuelan
Tú sonriendo me miraste
me acariciaste muy suave.
Me gustas lavanda*
*tu aroma y color*
*me parece que brindas*
*en tus esencias perfumadas*
* todo su amor *.

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* Otra vez nuevamente la mañana.
concebida y encendida
como gloriosa soberana
y canta con su alma de alba.
Creciendo está el amor,
se desmayan los instantes
como fragante rosa
para recordar la llanura
de tu mirada que se posa
en mis ojos de espejo
y en mi alma de anhelos.
*
*

Soy la nada
que anda por esos senderos
esa nada que viste a tantos seres
Esa nada que incluye a niños,
la que abarca a los olvidados
Soy la nada, no intereso a nadie.
Existo pero no me ven ni me oyen
porque ignoran que soy
que siento
y respiro

-----------------


Una luna de pájaros
entrará por la ventana
y su plateado brillo
nos vestirá de luz.
Un arrullo de estrellas
envolverá la noche
y nosotros haremos
la mejor constelación.

Tayro Alberto Pimienta Correa

ALPHA ET
OMEGA


I. Principium:

Creador
Absoluto,
Gran
Arquitecto,
Alabado
Hacedor,
Sublime Intelecto.

Génesis Único,
Magno Erudito,
Soplo Divino,
Amor
Infinito.


II. Finis:

Sellos abiertos,
trompetas tocadas,
copas de ira,
justicia anunciada.

Segunda Venida,
Cordero
Sagrado,
serpiente
vencida,
final revelado.


III. Regnum
Dei:

¡El que
tenga pecados, arrepentirse deberá!,
¡el que es
misericordioso, el perdón recibirá!,
¡el que cree
en Jesucristo, por siempre vivirá!,
¡el que adora
a Dios, Su reino heredará! Amén.



NUESTRA UNIÓN…


Es la sangre derramada en el Olimpo,
consagrada en el enlace de los cuerpos,
por la herida que Cupido nos causó
con su flecha de amor sin desaciertos.

Es el aura compartida de las almas,
son las dunas calientes del desierto,
es un diamante pulido con las ganas,
es el viento llevándome a tu puerto.

Es el encanto del momento más deseado,
es el ambiente de erotismo y frenesí,
son las rosas que fijan nuestra esencia,
es mi lengua en tus labios carmesí.

Es la atracción que exhiben las miradas,
son dos océanos que se agitan con fervor,
son los gemidos que delatan la pasión,
es la esperanza posándose en la flor.

Es un quásar de galaxias que se juntan,
es el encuentro de amantes sudorientos,
es la energía que liberan nuestras ansias
al consumirse ardorosos sentimientos.

Carlos M. Valenzuela Quintanar

CARICIAS


Que el rocío de la mañana
deje en tu bello rostro
las caricias que ayer,
no pude darte...,

y que la esencia de los campos
deje en tu piel
mi aroma, llena de mi fuerza,
que en este amanecer
tú no tendrás.


MECIENDO MI OCASO

En el ocaso…, mece mis pies
la raída hamaca colgada
en la vieja enramada
que remeda ser mi hogar,
¡aquí, en la intolerancia de la
necesidad! donde no hay nada
que pueda cubrir expectativas;
igual llueve adentro que afuera
igual hay sol dentro que fuera
igual cala el frío adentro que afuera
lo único…,
es que estoy dentro yo
casi en el ocaso de mi vida
con los pies al aire,
mis cansados pies, pisando la tierra
en la que se habrán de perder.

Cecilia Margarita Vargas y Jose Ernesto Delgado


DOS VOCES

Amigo mío
hermano en el verso y la palabra
cómplice de nostalgias y silencios
puedes decirme desde el alma
Que brisa engañosa y seductora
quitó de tus ojos bellos,
ese sol tropical y su destello de sal dorada.
y los lleno de mariposas
negras ?

Querida; no recuerdo
que duende oscuro
Vino habitar este
bosque gris
Y lo pobló de versos
y nostalgias
Ni que brisa soplo
las velas de mi galeón
Llevándome al
naufragio de una herida.
Sólo sé que estoy
atado a un hilo que teje versos
Que me ha dejado
frente a tus ojos de mar…

Hurgando me encuentro
en la raíz de tus versos
donde me sorprende
un ramo de rosas secas.
qué al contacto con mis manos
se desvanecen inconsistentes y vuelan
como cenizas escapadas de un gran fuego.

Es que llevo dentro un baúl
Con las tristezas de una alondra
cansada
Y en las manos un fuego extinto que no
arde
Que no levanta columnas de humo
Como rastro de lo que quemó.
Mi huerto se ha marchitado muchas
veces
Como las tantas veces que ha salido el
sol…

bajo una luz lejana yo deseo
apartar la mano que te deshoja el alma
y estiro mis pupilas como dos manos leves
buscándote, entre rescoldos y temblores
entre alas rotas de mariposas
Para dejar un sol redondo colgado en tu ventana
y el arco de colores, presagio de un mañana
sin ocres perpetuados .

Yo he
dejado el pecho abierto de una herida
Con tus dedos
ausentes para que hurguen
Ahí… donde está el
alma como una gaviota enlutada.
¡Ven! Y tiende sobre
mis ojos tus pupilas
Que quiero ver desde
tu mirada ese mundo donde eres mujer
Y los amores te dejan
huellas en la piel.
Mientras… me siento
frente a mi ventana
A ver nacer el sol del sur…



Cecilia Margarita Vargas Chile
Jose Ernesto Delgado
Puerto Rico
2012

Pedro Vergara Meersohn

Cada hora, es la hora de amarte,
cada minuto es tuyo, cada segundo,
cada
latido, respiro y suspiro.

El tiempo existe sólo para ti.

Mi reloj repite tu nombre con su tic tac,
el viento lo susurra, las olas lo murmuran.
Y cada flor lo resalta con sus pétalos,
su perfume, su gracia y su color.

Y este momento,
como en todo momento
te amo, te pienso y te siento.
Y lo seguiré haciendo hasta el final.

Corro infrenable como las aguas de un río,
sin preguntarme el por qué, sin dudar de mi destino,
sabiendo siempre, que a ti, ya he de llegar.

Cynthia Rascosvky

No te duermas
Despertate!
acabo de nacer para amarte…
Carlos N. Carbone.-


Víveme



Amanecida
te ofrendo mi boca
que mis
manos acarician la suerte
y que
mis labios ya están en tu lengua.
Acompáñame;
manipula las horas
y bebe
cada mueca de mi cuerpo.
Déjame
enlazar las emociones inminentes
y
progresar en tus brazos como sol encrespado.
Déjame
ser precipitada en la ambición
mientras
el alba acaricia nuestros nombres.
Despúntame
en la acústica de la palabra
apúrate
en el silencio predilecto
y ámame
en cada beso declarado.
Sedúceme
en el espasmo asistente
en cada
renacer
eco de
mis ojos, tuyos.


Ven,
Buscame



Deslízame
tu lengua por la columna de mis letras.

Ven,
búscame en cada palabra.
Ven,
búscame en cada coma.

Recórreme
con tus ojos en cada afluente de punto.

Ven,
búscame en cada párrafo.
Ven,
búscame en cada estrofa.

Amanéceme
con tu suspiro intelectual.

Ven,
búscame en las vocales.
Ven,
búscame en las consonantes.

Dramatízame
en cada sustantivo y acopla tus adjetivos.

Ven,
búscame en el verbo.
Ven,
búscame en el centro.

Conclúyeme
con mis ganas y explotaré tus pupilas.

Ven,
búscame vencido y riega mis sentidos.
Ven,
búscame como te siento.

Apúrate,
y sírvete del beso y lame mis venas de tinta.

Ven,
búscame al galope en cada tilde.
Ven,
búscame ardiente y convexo.

Acaríciame
sin parámetros ni gramática, vuélcate al verso libre.

Ven,
búscame destellante y sublime.
Ven,
búscame y aprópiate de mis ensueños.

Apasióname
con tu lectura y detente en mis sangrías.

Ven,
amurállate con tus manos al poema
Ven
hazme tuya en cada prosa de mi cuerpo.

Ámame a
viva voz, excitándote, clamando mi inspiración.

Ven,
búscame….


22

Cabálgame erguido, presencia erecta, deseo poético.
Abrásame prosa, toda entre dientes y gemidos paridos.
¡Vamos, grita! clama en mi oído así, si así en el arte
rotundo.

Y termina en mi cuerpo, como yo lo hago
sentada entre tus piernas.


10

Déjate caer
Te quiero…
Sin equilibrio
Horizontal a mi mar
Vencido sobre mi playa
Encendido.

Déjate caer
Te quiero…
Presa de mis deseos
Púber, salvaje, palpitante
Lúbrico y ferviente.

Déjate caer
Te quiero…
Blanco, fecundo
De celosos muslos envolventes
En jarras que quiebren
Mis carnes y ardides.

Déjate querer
Te quiero…
Espinoso bajo mis senos
Melodioso, naufrago
Intimo ascendente
Por el canal de mis piernas.

Déjate caer
Te quiero…
Ave de mis caderas
Ardor de mi sexo
Cabalgue de mis roces.

Déjate caer.
Te quiero…
en mis adentros
Anidando cada espasmo
De mi libido, con tu cuerpo.


Déjate caer…



ALBERT ESTRELLA

ANTES DE
ESCRIBIR ESTE POEMA




Todo estaba escrito como estas letras
pero yo quiero cambiar por todo estuvo escrito con una mínima variación
porque un estuvo con un estaba nunca estarán en el
mismo plano espacio temporal
donde escribir no es más que darse cuenta que
existimos delante de las palabras
que nos nombran.
Escribir es
construir con los ladrillos de la inconsciencia una conciencia concreta
cuyo cemento es un aire que yo no sé si sopla por aquí
o por allá pero sale de mí
porque yo capturo un sonido de mi corazón
donde hay soplos de la muerte que escucho yo mismo
que soy mi propio doctor aunque soy enfermero de los
otros.
Mi escritura es un electrocardiograma con altas y
bajas
arritmias de 0.99 milivoltios hasta ser un milivoltio
como energía estática
sobre este papel que tú puedes comprobar con esos
aparatos para detectar energía
qué cómo dicen
se llaman? Yo prefiero llamarle espíritu, alma o algo que parece desvanecerse
con el paso de
los años que es el tiempo/ a la tumba que es el espacio solo
la escritura es un corazón arrojado al cerebro a
través de la sangre en los ojos
cuando veo a mis hermanos muertos por la indiferencia
porque si un auto móvil te pasa por encima del cuerpo
dos veces es que no hemos aprendido
y la segunda pasada es para asegurarse que el alma
está muerta
las letras son un derrame cerebral de tinta
las palabras que los ángeles me susurran detrás del
oído son sonidos
que siguen la luz, siguen la luz porque la luz sigue
prendida hasta que alguien la apague
y ese alguien puede ser un ángel caído del cielo
¿Lucifer?
pero si Lucifer significa el portador de la luz es
porque puede apagarla
a un costado del sol está el interruptor que son dos
cables pelados
unidos como neuronas en mi cerebro
______________________{{{{ SINAPSIS}}}}_____________________
entre lo real y lo imaginario entre lo físico y lo
espiritual
porque todo estaba escrito como este poema antes de
escribirlo
y si no estaba escrito, por lo menos había una hoja
donde escribir lo ya dicho
por los maestros X o Z que son variables dentro de una
ecuación
donde X no es igual que Z donde X no necesita igualarse con nadie
sino que está en si misma y es la razón suficiente de
Leibniz explicada por Deleuze
donde Descartes explicado por un poeta sería primero
Leo después existo
y el poeta existe después de escribir
y las que se juntan son las letras
para decir que no eran nada ANTES DE ESCRIBIR ESTE
POEMA.

Irely Martinez Montes

Indescifrable


Te escapaste en el
humo
y no supe si eras
de vapor o de
fuego,
esotérico espanto
o espejismo sublime.
Tu mirada amorosa
se perdió entre mis
manos,
apenas distinguía
tu sonrisa de beso
y tu gesto apacible
se borró de mi
pecho.
Moviéndose en el
aire
quedó tu voz
quebrada...
tus brazos
extendidos
se hicieron
transparentes
y mi nombre en
suspiros
no salió de tus
labios.
Te escapaste en el
humo.
No pude retener
ni siquiera
recuerdos
de lo que un día
fuera
el más hermoso
sueño.
©Rufina

Mónica Palla y Daniel Marino

hay el tiempo de
asesinos y de partos.
hay el tiempo, hay
el tiempo respetuoso.
respiras
putrefacción y olvido. misterio y nacimiento.
oscuridad del
margen. del camino solitario
de la pudorosa
mirada solidaria.
orilla y horizonte.
azul tierra y abismo barro.
entre los hombres,
desgarradura de la entraña.
incesante. agotado.
desgarradura de la vida.
oscuridad del
moribundo.
lloras y sonríes,
también sonríes gemidos y blanco.
las piernas dilatan
sangre trémulas y ahogadas.
cada paso el
universo gira.
la rueda huella.
incesante recta sobre la tierra virgen.
incesante virgen,
la rueda siembra tierra sobre la tierra agotada.
misterio y
nacimiento.
hay el tiempo del
milagro.



fragmento de
"anónimo - una
meditación con el ser humano"
poemario 7 -
"azul hembra preñada"
pm - Mónica Palla y
Daniel Marino

Jorge Paolantonio

Al morenísimo rostro (Inédito, 2010)


Agua de
cuarzo y achumas,
vertiendo
por las quebradas;
cardón en
alba brillante.
Pachamama
de estos valles.
Vuelve
feliz tu mirada y enciéndete por nosotros
en cada
cima y lomada, en los jasis, en los yacos,
en vías de
pedregullo, en cuestas y en ojos de agua
Laven tus
ojos la herida de seres y mezquindades
en puestos
y caseríos, en los pueblos y ciudades.
Vela en tu
plácido gesto
a los que
te piden, a los que no te piden
a los que
te ignoran, a los que infelices ríen
a los que
en su llanto cantan,
mujer
cetrina del valle.
María niña
y señora,
sol
temprano en los zafreros, brisa en los algodonales,
tinaja de
los febriles,
guatana de
los perdidos, amancay de los infantes.
María de
los que siembran, de los que mingan felices,
de los
chorrillos y acequias, aguadas, cañaverales,
de las
banderas de lluvia, de los yuchanes al alba.
María de
los dolidos
de la
muerte sorprendida en las minas y salares,
en el aire
que envenena tarcos y alpacas reales.
Madre de
las violentadas
de los
palos y las ruedas, de las pircas y los japes,
de las
tacanas y shinquis,
y de los
pies que descalzos suben a ti su mirada
María
morena y madre,
limón real
y tunate,
dulzor en
las mandarinas, miel de los alfalfares,
aire feliz
de los coros, canción por los olivares.
Señora
muestra tu rostro
y amamanta
a los baguales
que con
risas te coronan
en
misachicos y andares.
Escucha
Escucha
Mujer
Morenísimo
rostro
en la
noche de los pumas, en las mañanas corzuelas
en la
siestas coyuyales, en los días solitarios,
en la
rutina sin norte y en los trabajos esclavos
con el
vuelo de las garzas
libéranos
de pesares
Oh Madre
de dulce rostro
tersura de
las vicuñas, firmeza de algarrobales,
murmullo
de las teleras, sabor de los membrillares
destreza
de los cesteros, perfume de los nogales
aroma de
tusca blanca, clamor de los promesantes
jarilla de
las candelas, reliquia de los aromos
rosa del
pueblo aterido, muyuna de las orantes
reynamora
en los talares
Señora de
toda hora
Señora de
cada instante
Señora de
todo techo,
la de
apachetas y altares
y de una
fe sin quebrantos
que se
perdió con mi infancia
Morenísima
nombrada
seas
siempre entre nosotros
agüita de
los sedientos, limón real y tunate
dulzor en
las mandarinas, miel de los alfalfares
Con el vuelo
de las garzas libéranos de pesares.
Escucha
Escucha
Pachamama
Señora
Señora
morena y madre

Nilda Barba

Barro.

¿acaso no
es barro?
¿barro con
barro
y todas
las aguas?
¿barro que
arrulla
y espanta
los fantasmas que zapatean en el pecho?
¿de barro
las dos almas también?
¿no era
que el beso y el abrazo?
¿y éramos
uno fundidos?
¿dos pero
uno?
¿uno
aunque dos fundidos?
en el
barro primordial?
¿no somos
/entonces/ más chiquitos que la nada
y jadeamos
y esbozamos una inhalación
y un
gemido
hasta el
llanto
y nacemos?
¿barro con
barro
y todas
las aguas?
¿todas las
aguas infinitas simientes?
¿acaso no
nos sumergimos y bebemos?
¿acaso no
se hace fuego el agua?
¿barro con
barro?
¿acaso no
bulle el barro y hace burbujas y ríe?
¿no era
que entonces todo se puede?
¿aunque
nadie esté donde debiera?
¿aunque el
barro
no siempre
se desnude?
¿acaso no?

Nechi Dorado

¿A qué sabe la traición?


Sabe a
cielo de espanto,
a fuego
sucio que arrasa el sentimiento,
es
comparable a un dios excomulgado
hacia el
averno feroz, vuelto despojo.
Me sabe a
rosa ensartada por su propia espina.
Me sabe a
canto de sirena enronquecida.
Sabe a
caricia de hielo y repugnancia,
sabe a
reptar de serpiente entre la hierba
con fuerza
de Hecatónquiro sibilante,
que devora
a sus hijos, de repente.
Me sabe a
noche sin pan de los hambrientos,
sabe a
suspiro contenido frente al miedo,
a rebelión
compulsiva del aliento,
a soledad
de viejo, en el olvido.
Sabe a
arco iris de luto, tras la muerte.
Son cinco
dedos huérfanos de mano,
O cinco
manos huérfanas de dedos,
Manos
heladas que emergen mutiladas
desde
algún laberinto inexpugnable
desentrañando
frases inconexas.
Va la
traición montada en recovecos intrincados
encerrando
una a una a las sonrisas,
en alguna
telaraña inadvertida.
Sabe a
daga ensartada
en la
espina dorsal de los sentidos,
abriéndole
las vísceras al tiempo.
Sabe a
puñal que se clava por la espalda
a corazón
que sangra, sin remedio.
Sabe a un
adiós instalado para siempre
sabe a
puerta cerrada y a lamentos.
No hay
vuelta atrás si la traición se instala
haciendo
agonizar a la palabra,
Entre
paréntesis de margen impreciso.
Se esconde
la traición en madrigueras
decretando
la muerte de los sueños,
produce
enjambre de lágrimas que cuelgan
como
caireles,
Desflorando
a la lealtad, con su veneno.


©Nechi Dorado

WALTER IANELLI

Esto no es un manifiesto


Esto no es
un manifiesto
Cada uno
tiene su estética:
hay
quienes se sienten extasiados ante el resplandor de los astros
y el
fulgor misterioso del cosmos
algunos se
contentan con pintar el caballito al costado del árbol y delante del río
los hay
que se clavan el puñal y se lamentan
Y otros
ilusionados que dicen de la playa, el mar y cosas por el estilo.
Los hay
del amor, por supuesto.
Los
enunciativos
los
totalitarios
los
imperativos como póster de kiosko.
A mí me
gusta hablar de forúnculos y granitos
de
pedacitos de tomate sobre la mesa
de lo que
falta siempre para el todo
del
desierto.
Será
porque mi equipo de fútbol se fue a la “B”
será
porque aumentó el jamón cocido
será
porque ya no se puede fumar en ningún lado
o porque
el intendente de capital no me representa.
Y también
porque estoy harto del no lugar en la poesía
-una
especie de bar moderno, pero hecho de palabras lujosas-
y de las
palabras que ya sabemos
diciendo
cosas que ya nada significan.