SALOMÓN

SIN RAÍZ


El niño muy distraído
y con miradas lejanas,
a causa de que algo se ha ido,
y su pecho adolorido
late de mala gana.

La maestra que desconoce
la causa de la congoja,
lo reprende porque a las doce
lección no sabe y tose,
motivo que la enoja.

Hace tiempo fue ejemplar,
el primero en la clase,
por qué no ha de estudiar,
pronto hay que averiguar
ya que raro se le hace.

Niño por qué no estudias,
futuro de nuestra patria,
me das solo angustia,
al ver tu mirada mustia
¿o hay en ti desgracia?

Y él, que vacilante,
mirando sus bellos ojos,
le dice de mal talante,
que desde ahora, en adelante,
sus rosas serán abrojos.

Sus padres emigraron
hacia lejano país,
la pobreza no aguantaron
y aquí lo dejaron
solo y sin raíz.