Javier Villegas Fernandez

DESHABITADO DE MÍ


Hoy he decidido deshabitarme,
no hay ningún resquicio
aspirando contenerme,
mi esencia linda con la nada,
porque nada fui, nada seré,
ser la nada es otra forma de presencia,
sin embargo me voy cubriendo de cortezas,
quizás no seré árbol en la orilla del viento,
un profuso pájaro en la danza de la lluvia,
quizás no seré lo que apetezco,
otro tiempo se gesta en mi tiempo.
otras memorias recordarán mi atributo,
la sigilosa manera de ser otro.
,
Desabitado de mí, me registro integro,
me refugio en el silencio y allí me siento,
en la quietud de mi lengua algo se gesta,
otras voces habitan, otras voces me nombran,
la nebulosa de la angustia no me hurga,
el abismo del silencio no me asusta,
no me quiebro fácilmente como una astilla,
siempre ejerzo mi oficio de ser hombre,
he nacido tanto, tantas veces he muerto,
tantas veces migre sin saberme,
ahora pretendo sumarme a tu dolor,
para estar en ti, he decido deshabitarme.



SERÁS MI LUNA


Te oigo, te veo,
pero no puedo tocarte,
escucho tu canto transparente,
con reflejos de luna,
con matices de escarcha,
pienso en tu verso, en tu cuerpo,
en tus manos amantes,
en tus poros fogosos,
imagino tenerte en mi sombra,
en la luz del poniente,
en mis manos que arden
con tu lumbre de hembra,
en mis cuencas de fuego y de dicha,
imagino tenerte despierta en mi lengua,
hacedora de luz, de las estaciones,
de fulgurantes metáforas
y otra vez, otra vez, hembra.

Te oigo, te veo,
imagino tocarte, sereno,
incisivo, colmarte de mí,
de mi luz, de mis labios,
imagino estar ebrio de ti,
saciado de tus ojos
de las sospechas de tu cuerpo,
imagino estar en ti,
ser hilván de tu pensamiento,
surcador de tu mar,
frenesí en tu risa.
Me pregunto,
cómo serás cuando eres de agua,
cuando eres alarido nacido en la alborada,
germinante estela, mariposa votiva,
cómo serás cuando apriete la hora de amarte,
cuando de tanto besarte te descuelgues,
como un satélite dispuesta a encenderme,
entonces diré, ¡Eres mi luna!