Marta Goddio

Esta noche


A Jorge Luis Estrella


En la estatura justa de la madrugada
con el silencio preciso
Cuando reflejos lunares latigan desamparos
Mientras alguien –innombrado-
morirá de frío
Allá
Afuera
Esta noche
un poeta de blanca barba
derriba mis muros, mis presumidas trincheras
me espeja en su nombre, me nombra
me saca a la calle
me deja al descampado horizonte del hombre
luego abandona su cuerpo al descanso
y se arropa en el sueño posible
de una bandera que a todos abrigue
Mientras tanto
no hay poema que salve
Alguien morirá de frío
Allá
Afuera
Esta noche

Silvia Rodríguez Ares - Buenos Aires - Argentina

Persistamos


Persistamos
en la
grieta
hasta
que
el silencio
estalle.

Habitemos
la fisura
que nos
calla
y construyamos
con las
piedras
nuestra
voz.

Nada
lastima
la lengua

vive
dentro
del
dolor.

Álvaro Ancona - México

Asueto galáctico



Despertó el sol perezoso sin ánimo de dar luces
la luna holgaba serena cubierta con su mantilla,
hoy no quiero trabajar, dijo la diva tranquila
estoy de acuerdo señora, que se calienten con fuego,
estoy harta de ser musa, que se busquen una estrella,
que incendien todas sus farolas,
que se inspiren en el mar,
¿podrán vivir sin nosotros? Preguntó Selene ingenua.
Nadie es indispensable, responde tajante el astro
hoy es el séptimo día, que se jodan los humanos
ya nos toca descansar.

Jesús Albo

Camina



Inútil amor, permanecer callado,
si quiere el alma gritar cuanto te quiero,
tú no sabes las noches que he pasado
tratando de salir de ese agujero.

Pero estoy tan metido en la tristeza,
que las sombras me acosan cada instante,
si no puedo arrancarte...en mi cabeza
haz formado un nido como amante.

Por eso quiero que salgas a la vida,
que me sigas el paso donde vaya,
que te des un nuevo aire, una salida,
que dejes de luchar tanta batalla.
Es ese el destino que te espera,
un amor tan profundo y valedero,
que se pueda seguir, sin la carrera
del que busca su paz...eso yo quiero.

Sigamos lo que resta de existencia,
si es que aún del fuego queda algo,
no arrastres pasado en la conciencia,
vivamos nueva vida...si algo valgo.

Pero vamos..., tu rostro no entristezca,
levanta la mirada hacia adelante,
no dejes que el desgano ahora crezca...
¡ Camina aquí conmigo como amante!

Karina Sacerdote - Buenos Aires - Argentina

SÓLO ESTO



sólo se sabe cuando los ojos ven
la fe no vale para el corazón de hombre
no vale mentir una esperanza
no vale sentir que otro nos mira
sólo nosotros en nuestra isla
sabemos qué pasa por nuestra mirada
tenemos manos porque las vemos
tenemos piel porque nos toca el frío
tenemos pies porque caminamos
tenemos voz en grito y en llanto
y lágrimas
y más lágrimas
lagrimas de roto corazón de hombre que no ve
soledad absoluta
disolución de utopias
tenemos sólo tenemos lo que somos
lo que deseamos ser
y nunca lo que otro sabe
y nunca lo que otro
sólo tenemos los ojos
y este tiempo que nos copula
y esta soledad que nos acompaña

Elisabet Cincotta - Buenos Aires - Argentina

LAURELES Y OLIVOS



sube por las cúspides terrenas
aminora la esencia de tu boca
en mis laberintos
hunde tu pulso en cada apertura
sintetiza el clamor
de tu aliento en un grito

atrápame en silencio
orfandades de afectos y placeres
-lecho vacío-
ocupa cada palma
de mi mano con el calor húmedo de tu risa

interfiere en mis sollozos y mis ayes
rubricando mis labios con tu marca
-huella de haberme recorrido-
para recordar mañana

asume que tu cuerpo enmudece
cuando altero tus caminos sensitivos
aplaca mi sed en movimiento
-cadencia / semi-penumbra-
seamos ritmo-viento-lluvia
amor que funde entre muslos sabores-lágrimas
en una noche que olerá a laureles y olivos


de "De laureles y olivos" Ed. Mis Escritos/2008

Jorge Figueroa - Buenos Aires - Argentina

aire




la calle es tu boca desafiante
una niña que golpea el día
moja de verde esta mañana
huérfana entre basura oscura,
no conocí la lluvia ni sus pasos
desgasto tu piel mirándotela
trazo temblores en insomnio
soy un vidrio sobre las palabras,
alguien caerá en este vacio
alguien mas será niebla viva
un ojo en la guerra del amor
todo es miedo en la alegría.
solo muere la sangre al partir
el latido desmayado roto
mira el muelle del gemido
ignora lo que se persigue
un ataúd sin dueño es el final,
me pesa la mirada que atrasa
el reloj que persigo y lloro
quiero multiplicar a Dios
amordazar las manchas
sobre el sonido del misterio

Eduardo Rezzano - La Plata - Argentina

Compás de espera



Navegué distancias imprevistas
hasta salirme del mapa
Fuera del mapa
la superficie era de madera
había un vaso de vino
un compás y
unas manos nerviosas
se desplazaban inseguras

El mundo me mostraba
sus tres dimensiones
como quien descubre
su tesoro familiar
ante el codicioso o
el aventurero
Afuera llovía y mis ideas
carentes de espesor
restos de un naufragio
flotarían a la deriva


De: Gato barcino (2002-2003)

Nora Méndez -El Salvador

Me semejo a las piedras


Me semejo a las piedras.
Los muchachos las toman,
las tiran lejos.
Lejos, las piedras,
aprenden cosas nuevas.

Lili Picado -Costa Rica

Espiga taciturna



Espiga taciturna, leve sombra,
pequeña alondra ciega,
te miraste en las aguas del que amabas
y sólo pudiste ver, flotando en ellas
–entre ínsulas de musgo y lentas ramas–
el pálido cadáver de tu rosa.

Carmen Díaz Margarit -París - 1961 - Reside en España

Sirena de la selva



El agua inundó la selva alucinada
y crecieron escamas en las yeguas.

El paraíso anida hoy en nucas y barcas celestes.

Pregúntale ahora a los brazos de los pájaros dormidos
si el amor existe.
Hoy quiero declararte mi amor.

Murmullos de sirena sólo se escuchan cuando tu cuello se
abandona en mi hombro.

Sólo tu ausencia es triste como los lagartos.

Sólo quien te haya amado puede sentir
porque sólo tu pérdida es inmensa como el océano del dolor.

Pregúntale a la risa de los nardos si existe la alegría.
Dirán que la alegría sólo la conocieron en tu pecho
desvalido, dulce y tremendo.

Yo te amo,
Y ese amor se engendró en mi garganta.
Tu amor es tempestad que estira de un barco
hacia la inmensidad,
pero también seguro, como el alivio del cielo.

Eres como un pirata perdido en una selva de agua
y tus párpados sólo son ternura.

Tu voz suave es melodía de espaldas amarillas
y de axilas que laten como rosas antiguas.

Encántame.
Cuéntame un cuento de lunares salvajes,
y de Sevilla y Málaga entre rejas.
Perfil de Sirenas. 1994

Sandra Uribe -Bogotá-Colombia

TANTO POR CIENTO


He bajado en las encuestas de mi vida.
Las estadísticas indican un mínimo porcentaje de alegría
y un alto índice de miedo
que me dejan
peligrosamente
al margen de toda competencia
y ciento por ciento a favor de la muerte.



ORQUESTA CORPORAL


Los ojos cantan,
desenmascaran los latidos.
La garganta aloja las palabras
y el corazón las alimenta.
La memoria colecciona retazos de tiempo,
fotografías y frases sin cajón.
El hígado recibe de mala gana
las visitas del alcohol.
Los hombros giran
mostrando indiferencia.
Las manos pescan
caricias invisibles.
Los dedos extraen con sus pinzas el dolor
y señalan la ruta del miedo.
Los pies escriben el pasado.
Las piernas se ejercitan para recibir piropos
sin dar nada a cambio.
Las uñas dan de comer al odio
y pellizcan las paredes de la derrota.
Yo dejo que el cuerpo haga todo por mí.
Sólo me duelo,
me apago,
me dejo moldear por mis órganos
y espanto a mi alma.




PROPIEDAD HORIZONTAL



Él administra los males de mi corazón,
los dosifica
en módicas cuotas semanales
a intereses muy bajos.
Su salario es un beso cada tercer día
y un abrazo al desayuno.
A cambio,
él lleva un libro de contabilidad
completamente actualizado con mi estado civil
y mis promesas rotas
y elabora con agilidad las cuentas de cobro a mi tristeza
para hacer la retención en la fuente de mis lágrimas.
De vez en cuando aparecen saldos en rojo de alegría
y es porque hice sobregiros en el banco de algún parque
mientras me entretenía atrapando la voz de los pájaros
en el caracol de los sonidos.
Siempre hay inconvenientes cuando decidimos pasar
los libros y las actas al revisor fiscal,
nunca se sabe por qué faltan besos
en el inventario del olvido.

Virgilio Piñera

El hechizado

A Lezama, en su muerte



Por un plazo que no pude señalar
me llevas la ventaja de tu muerte:
lo mismo que en la vida, fue tu suerte
llegar primero. Yo, en segundo lugar.

Estaba escrito. ¿Dónde? En esa mar
encrespada y terrible que es la vida.
A ti primero te cerró la herida:
mortal combate del ser y del estar.

Es tu inmortalidad haber matado
a ese que te hacía respirar
para que el otro respire eternamente.

Lo hiciste con el arma Paradiso.
-Golpe maestro, jaque mate al hado-.
Ahora respira en paz. Vive tu hechizo.

Escritor de la tierra de OZ

Te pregunto si quieres amar



Siento tu espalda juguetear
En el silencio
Te pregunto si quieres amar
Y el frió aprisiona los deseos
Hoy te quiero amar
Lo sabes
Imagine ese sueño
Al despertar de niño
Queriendo huir
Pero hoy
Pero hoy solo te quiero amar
Te lo pregunte mientras el disco
Da vuelta en su eje
Y el frió aprisiono los deseos
Deseos que quiero tomar
Tomar y dárselo de regalo a tu cuerpo
Desnudo en mi
Solo el frió nos atraviesa
Como los átomos de tu cuerpo desnudo
Juguemos esta noche
Y nada más
Esperemos el alba en amor
Solo esperemos
Llegaremos a lugares
Inimaginables del placer
El frío aprisiona los deseos
Solo quiero tu cuerpo desnudo
Este amanecer
Y llevarte donde tu ni yo hemos viajado
Lejos quizás no lo se dejemos llevar por esta noche
Que despierta en su génesis
Y nada, nada más
Danzar en este silencio todo
De nuestros cuerpos
Que se desean cada vez más
El frío aprisiona el silencio
Y el disco
En sus surcos
Se deja armonizar por aguja
Que parecen
Un verdadero sol amor
Esta noche esta noche
Siento tu espalda juguetear
En el silencio
Te pregunto si quieres amar

Alice Lima

En el amor



Al juego del amor
Me he de brindar
En esta noche fría
La penumbra
El fuego en el hogar
Las llamas danzando
Chasquidos,
Madera que grita
En leña convertida.
Llama roja,azul,verde
Arco iris ardiente
Y en nosotros
La pasión incontenida
De dos cuerpos anhelantes
Despojándose de ropa
Y de temores.
Danza ritual
Ancestral y perfecta
Primitiva y caliente
Pieles en sudores bañadas
Mojadas en besos
Cubiertas de amor
Asi es la entrega mutua
Labios que buscan
Bocas que se encuentran
Respiración jadeante
Ya no existe el reloj
Y el tiempo
Es solo nuestro
Ya no son dos cuerpos
Sino uno
Vos en mí
Yo en ti
Y el amor entre los dos
Sin tiempo
Ni apuro.

Amos Oz© - Israel

"Es duro"



Abre los ojos con las primeras luces. Las cadenas montañosas
parecen una mujer robusta y tranquila
durmiendo de lado después de una noche de amor.
Una suave brisa, satisfecha de sí misma,
mueve la tela de su tienda.
La hincha, la agita, como un vientre cálido. Sube y baja.
Con la punta de la lengua toca ahora
el hueco de la palma de su mano izquierda,
el punto más interno de la palma. Le da la sensación
de estar tocando un pezón suave, duro.


Amos Oz©
Versión de Raquel García Lozano

Poeta y novelista israelí nacido en Jerusalén en 1939. Estudió Literatura y Filosofía en la Universidad Hebrea de Jerusalén, especializándose luego en la Universidad de Oxford, Inglaterra.
Considerado como el más importante escritor hebreo contemporáneo,

Enviado por Arturo Alvarez D’Armas.

Lucía Gómez - Cali - Colombia -

ALBORES



Tú vives por mil años
recostado en el filo de la vida
y en los albores lejanos
de mis sábanas frías.

Tú duermes en los ojos
húmedos de la ausencia
que pone prendedores
cuando me siento triste.

Eres tú el primero
que estrena mis poemas
ahora,
que no habrá más veranos
y que las rosas mueren
en medio de suspiros.




¡Todo se extraña!



Cuando llueve por dentro
y por fuera,
toda palabra duele
y se extraña el abuelo,
el amigo,
el amante,
el papá muerto.

¡Todo se extraña!
Nadie comprende la tristeza
y se llora a solas,
porque llorar limpia el alma
y despeja la cabeza.
A veces,
tiene que llover afuera
para que escampe adentro.

Leo Lobos - Chile-

Nieve - uno

Para ver Nieve en la noche
Debes cerrar tus ojos
En su transparencia
Radiante
Verás entonces
Con los ojos cerrados
Una
Vez más
Nieve dentro de ti

Los vagabundos del karma
El cielo es blanco como el suelo blanco
Ciegos e invisibles vamos
En esta marcha
Para no olvidar en nosotros
El recuerdo de nosotros que se borra insistente
¿cambiará esta luna?

Santiago de Chile, 2007.




Silencioso dentro de la noche

“Ser como o rio que deflui
silencioso dentro da noite”
Manuel Bandeira

Fluir, leve andar
descalzo inflar lentamente los pulmones
pesar cada paso sentir
cada instante entrar
silencioso dentro
de la noche
como sí ella
fueras



Marnay-sur-Seine, Francia, 2002.




Una secreta forma

"las palabras como el río en la arena
se entierran en la arena"
Roberto Matta

El automóvil esta poseído por la fuerza
de los animales que le habitan
como un carruaje tirado por caballos
sobre piedras húmedas de un pasado verano
Río de Janeiro aparece de repente como
la secreta forma que el Atlántico
deja entrever desde sus colinas de azúcar:
ballenas a la distancia algo
comunican a nuestra humanidad sorda
y cegadas por el sol preparan su próximo vuelo
caen ellas entonces una vez más como
lo han hecho desde hace siglos
caen ellas en las profundidades entonces
caen ellas y crecen en su liquido amniótico.


São Paulo, Brasil, 2004.




Temor

"La mejor parte es sentirse vivo pintando y la peor es necesitar hacer pinturas para sentirse vivo" Geoffrey Lawrence

Reverencia emocionada
cuando todo
deje
de
importar
cuando todo este oscuro
cuando todo este perdido

Que la musa te toque con sus
dedos la espalda
y te empuje al camino

Que la frialdad de las ciudades
que la rosa de la nada
que el fango inmóvil
que la arena movediza del desierto
no borre la tristeza de tinta
que ha de alcanzar el agua

Y sea aire movido por los labios
una
vez
más

San Pedro de Atacama, Chile, 2009.

Leo Lobos
(Santiago de Chile, 1966)

José María Pallaoro Bs.As.- Argentina

LO MEJOR DE MÍ

Se fue
y junto a ella
lo mejor de mí


En la tierra, en la calma
en la quietud del escenario

la memoria hace su pausa
da vuelta de página
y nunca más
y nunca más
la inocencia



CANTAR A TIENTAS
Para Horacio Castillo


Hace una cantidad de años
se solía dejar ciegos a los canarios
para lograr en su canto
mayor belleza
–actitud típicamente humana
como cortar lenguas
cercenar gargantas–

Hoy las cosas no han mejorado
y los pájaros que aún sobreviven
cantan
a tientas
todo el tiempo

con señas desesperadas


De “Son dos los que danzan”, 2005

José Cercas

Senectud

Cuando los años invadan tu cara
de enjutos y amorosos labios,
cuando la palabra, busque,
en el gesto, el acomodo de todo argumento,
sentirás que tu existencia se viste de surcos,
como lánguidas madejas de piel y tiempo;
recodarás entonces que fuiste joven,
que la quisiste en aquellas tardes
cuando en tu sonrisa llevabas
prendida, con asombro de todo, la primavera,
recodarás, entonces,
que ella te quiso
igualmente en el beso,
en el salvaje latido de la cercanía.
Cuando la vida alcance su solsticio de invierno,
cuando la voz se haga más lenta y pausada,
y el frío habite en tu ajada piel,
yo se que volverás a la tierra
donde tus padres besaron tu nombre,
retornarás al sueño y los madrigales
y habitarás por fin en la memoria
de otro corazón que remonte la vida.

Stella Maris Tabore - Santa Fe-

Pájaros incendiados


Soy la única en tu camino,
la última amante en cada último instante
de cada final de tu día.
Soy quien enciende la hoguera
con hojitas secas de laurel y eucaliptus
y tú sabes que sólo yo sé hacerlo
justo cuando echo a volar
las flores de tu sexo.

No se escapa nada de tu piel
todo queda atrapado en los poros
de la mía,
y volamos juntos
como pájaros incendiados
floreciendo después en el orgasmo,
así en cada día ,
y nuevamente vuelvo
a ser la única
con esta milenaria llamarada
dibujada en nuestro lecho.

Ninfa Duarte - Paraguay

La vida… una eterna sinfonía…

La vida, colgando laxa desde lo alto,
a lo largo de mis días distraídos,
con un inmenso silencio de cariños... de sentires... de ti...
descreída y lastimada
llevó mis pasos hacia el mar,
a buscar respuestas que mi alma
no atinaba a comprender.
Huyendo de la vida:
de un sentimiento que caprichoso crecía
dentro del torbellino de mis deseos internos y mudos,
sin vislumbrar una salida... un descanso... un alivio...

A medida que el camino iba quedando atrás,
la vida seguía palpitando...
en el paisaje verde de oxigeno...
de ramas,
de un calor desorbitado...
Estaba en el aire caliente, cargado de nostalgias pasadas...
estaba en los cerros que me saludaban al pasar,
en las palabras que hicieron nido en mi corazón y viajaban conmigo,
ellas revoloteaban en mis oídos...

Intentaba no pensar...
pero la vida gritaba en mi interior.
Dormí, desperté…
conté kilómetros,
completé crucigramas,
mi inquietud crecía... y mis ojos volvían
hacia la ventanilla
donde la vida pasaba rauda
dejando atrás todo aquello de lo que yo estaba huyendo.

Y, pude ver que las nubes se hicieron blancas,
y me sonreían.
El paisaje corría veloz hacia ese tiempo que yo amaba
y que estaba obligada a huir de él;
sentí que me dolía el pecho...
con un dolor de cobardía
que yo me empeñaba en vivir
aún sabiendo que debía morir...
El aire golpeaba mi rostro
y mis manos tomaron el lápiz
para eternizarlos en las hojas olvidadas
de mi agenda...

Eran lágrimas... muchas!!
hasta encontrar el valor…
Brotaron pensamientos y sentimientos
que yacían dormidos de dolores e imposibles...
En una brazada los tomé
cerrando los ojos, entregué al fuego rojo
que me mostró el ocaso
allá junto al horizonte,
y los vi arder,
convirtiendo ese pasado cercano
en una hermosa llamarada al despertar
de la siguiente alborada...

No sé porqué la vida insiste en retoñar,
si estás tan lejos de mi!!

Comprendí que la vida está siempre allí
donde la podemos ver
… y te amé más aún…

@@@@

Ninfa Duarte - Paraguay

Sin estigmas, ni anatemas…


El sol se va diluyendo
sobre la gramilla reseca,
caliente y yerma
del lánguido atardecer
mientras
mi cuerpo grita
su anhelo de vivir,
y siento
que algo dentro mío
tiene sed de volar;
pido,
ruego,
suplico,
bésame amado mío,
bésame suave en los ojos
para espantar
este dolor de espera
que me cobija…

A medida que el sol se va muriendo
nacen en mi alma
los ensueños
y mi fervor de poeta vibra
ante el mapa de tu mirada
que desnuda mis sentires suspendidos…
como el ave mira su presa,
como el ocaso cuando abre la boca,
como el cóndor hambriento de infinitos…

Quiero penetrar con mis versos
la religión de tu alma
desnudarla de anatemas,
limpiarla de estigmas,
y encender con mi fuego
tu piel de bohemio.

Quiero ser gigantesca ola
sonando a tempestades
arrastrando vidas
gimiendo en voz alta
hasta saltar en pedazos
contra las rocas del destino,
y exulta
morirme de amor,
astillas doradas,
cristales
burbujas
mueca doliente…

Con mis ojos asustados
vacíos de mi;
con mi boca llorando
su pálido dolor
voy vacía de ti;
mientras
el sol se va diluyendo
sin estigmas, ni anatemas…

@@@@

Rolando Revagliatti - Buenos Aires

Me bartolo

“...y un malón castrense...”
Luis Franco



Don Bartolo además de una flauta
tenía un complot y sabía latín
Tenía una arenga en la espada
Don Bartolo además de una flauta
con un agujerito solo

con un agujerito solo
tenía un fraude
“y un malón castrense”

Los saladeriles le esponsoreaban los conciertos
y los recitales: letra y música
al presidente de los argentinos
más europeos

Don Bartolo además de una flauta tenía
un poema de amor
ilustrado

Los Bartolomé
si son Mitre
indeclinablemente
venden La Nación.

Marga® -Marga Seoane- Buenos Aires

SI TE VOLVÉS A IR NO VUELVAS MÁS


A veces voy separando gente
por ahogados silencios
son esas personas que no le dan
lugar verdadero a nadie en su propia historia.
Son esos héroes inertes
desidiosos, mendigos de afecto
fabricando sus mezquinas hazañas,
¡ no se que cosas buscarán...!
Es esa gente que nace desnuda
entre el silencio y la mentira ...
entre el disimulo y la arrogancia,
de las impuestas apariencias...

Hoy ... estoy triste viendo las horas
del ocaso como nos alejan
a grandes pasos ...
Y lo que creo que fue la fusión de
nuestras almas ...
es solo una estrella moribunda
apagándose en cada latido apasionado...

Amor que volvés, y te vas
dejando mi alma sola, triste y abatida
si te volvés a ir …no vuelvas más
porque detrás de cada regreso,
siempre ... escondes la partida.

Juan Ricardo Sagardía-Santoamor- Buenos Aires

PERMISO

Con tu sutil instrumentos
aspiras el aire de la noche
pretendes establecer
el suspiro de su pecho
por lo labios tuyos.

Esencia y sustancia
indagando la piel
con una caricia ciega
que se propague en sus poros.

Yace su cuerpo
sabiendo de tu deseo
queriendo que sus fuerzas
te admitan subir su monte
para existir tu solo
solo en ella.

Osvaldo Norberto Lázaro, Buenos Aires

Ante cualquier problema…

mientras yo besaba un sueño
un mono con un hacha
me llamaba
me decía:- Osvaldo
alcánzame tu cerebro
que hoy quiero comer olvidos-

II

colgaba el sexo
en la terraza
la mucama desnuda
que llamaba pájaros
en silencio

y yo confiando siempre
en la cabellera despeinada
de la nada

Rolando Revagliatti, Argentina

En el Bicentenario: un recorte



Soy incitado
incluso desafiado
a estructurar unos versos

y no me impongo un soneto gongorino
o un romance
o un epigrama
o una oda patriótica

Se me impone recordar

e incrustar los nombres acá
del general Manuel Belgrano
del abogado Juan José Castelli
del cartero Domingo French

y de un periodista:
Mariano Moreno.

Alberto Peyrano, Buenos Aires, Argentina

EL PERDÓN


Como una antigua proyección
en blanco y negro,
yo vi cómo Neptuno
diluía los quistes emotivos
dormidos en mis centros.

Más ligero de cargas,
el mimbre doblado de mi espalda,
dando un brinco, irguióse nuevamente
y pude contemplar, después de tanto,
la plenitud sin par del claro cielo.

Allá en el horizonte,
detrás del mar eterno y su misterio,
una palabra nueva y luminosa
remplazó al rutinario “The End” de la película.

“Perdón”, leí,
y una sonrisa
me elevó los dedos a la frente
donde una arruga se ausentaba, huyendo.

Festejé frente a las olas y reemprendí el camino
sintiéndome más cerca de los dioses,
y comprobé la verdad escrita entre las nubes:
que amar, humano es...
mas el perdón, divino.

Ana Romano, Argentina

Cautivo
Se sacude inquieto
aletea
Aun agobiado
se rebela
Mientras lo acordonan
en el intento de
aplastarlo
chilla
hiende
rasguña
Dispuesto
a salir (se)
además gime.

Ana Romano, Argentina

Añoranza
Asomada al recuerdo
emerge
tu
figura soberbia
autoritaria
desprotegida
En aridez
sembraste
diminutas semillas
La muñeca impávida
detecta
cómo llega la muerte
Despido
en cuanto salpica
un hálito de destellos.

Ana Romano, Argentina

Cuña


La matanza
coagula
El quejido
secciona

El soporte aflige
escarba
amputa

Inocula
-estéril
roto
perplejo-

autonomía.

JESUS ALBO, México

CONTACTO.

Temblando de pasiòn cuando la veo,
un poco angustiado y con temor,
cada paso cuidando de un error,
me nace en las sombras el deseo.

Sabiendo la osadìa que me espera,
la piel se enciende como el fuego,
con mirada suplicante ante su ruego
la sange ya se agolpa como fiera.

En tinieblas transito con el rezo,
tratando de alejar todo reproche,
al contacto de piel, me quedo preso.

Mi complice, lo obscuro de la noche,
donde entrego calor en cada beso
y quito las prendas broche a broche.

José Ramón Monsiváis, México

VELOCIDAD

Las seiscientas horas


Como alba-añil me despojo de mi uniforme y soy (4)
Disparado salí de la recámara de la empresa
Viajaré por las arterias de la ciudad (70)

La mañana cruza en azulo el cielo
Llenó el aire del (144) calor de fiebre
Incendiará las cabezas de cerillos apresurados

Libro de mí otra (99) noche
Mas seguí conociendo al día
Mi reconciliación

La luz da un asesinato por aquí
La sombra tuvo una violación por allá
La densidad traerá un (9/11) terrorista más acá

Legalizan las (88) drogas
Los grin-heres quisieron ser mexicanos
Cruzaran sus ríos
Entonces
Ya no corrugaron la frontera de cemento y agua
Ni tendrán razón las (66) masacres
La corrupción es un ser temible
Lo matamos
Como se asesinará la (99) de insomnios
Se lo damos a los pequeños
Como se tragaron las cucharaditas amargas
Serán buenos (37’s) en esta moderna Tesalia
Las mil quinientas horas
El chofer me roba el cambio
Un payaso mal-habaristayoliente me quita el peso
El pandillero no completará para su (88)
Los policías (39’s) pasean sus risitas latifundistas
Ya fui yo también a la academia
Mas me encerrarán si ven mi cara sorprendida

No tengo nada
Se fue con el resto de los (37’s)
Dormiré todavía

Me siento a la orilla de la banqueta
Seguí tratando de dibujar círculos locos
Como un (13) perdido que encontrara miles de faros

En casa mis pertenencias (4)
Se metieron como / como el viento
Quedarán vestigios en mi bestigia que ladró-Ness han
estado allí
Saben que no tienen valor
Me dejaron Mientras tanto y Posdata / las revistas
Cocinarán con mi ex – radio – grabadora (11)

La gente observa a una niña (9) fantasma
Apareció en fotografías y videos
Vendrá a recordarnos en las noches

Y la mujer de blanco flota en el ambiente
Y cruzó un (97) no identificado por encima de la casa
Y embrujarán a Zutano el martes

Las cero horas

Mientras duermo y sueño rutas
Sólo un poco me dormí
Cuánto dormiré…

Despierto también en clave
Perseguí mi numeración en este libreto
Como futuro pájaro caza-lepidópteros heteróceros
geométridos en contaminación

Buenos días licenciado.

Cris Chaca, Argentina

MIENTRAS TANTO



extraño designio dibuja el intervalo

cuestionado instante/ desértica superficie


– la ilusión –

un cactus que da flor cada cien años

HÉCTOR BERENGUER, Argentina

VISIÓN DE INDIA


Cantinela de oración junto al gran río,
el tiempo es agua ,
la vida dos orillas
y un torso desnudo herido de éxtasis.

Avidos construyen templos,
abejas ebrias de dios
le entregan té, flores, leche, pastel de arroz,
dan para recibir lo que no tienen.

Máscaras que hablan a otras máscaras
rojo, blanco y azafrán
entre saludos reverentes.

Estanque con lotos rosados.

Traqueteo del ferrocarril
como un mantra interminable.

Monos sagrados,
elefantes sagrados,
vacas sagradas,
hombres sagrados.

Todos por el mismo motivo.

El tiempo retrocede
y se come a sí mismo.

Genera la ilusión
de que estar vivo
es ser espejo,
cielo,
barro fértil,
nube.

Madera perfumada
Que al fin
se quema.

Ana María Rodríguez Francia, Argentina

VERSOS TRISTES 3

sería interesante que, café de por medio,
con una mesa de roble
que no marcara tanto como hoy la hondonada
que crece,
y que va alejándonos hacia diversos horizontes
tan ajenos, remotos
tan opacos

sería interesante
que pudiéramos hablar como habla todo el mundo,
pronunciando palabras
con sus cadencias, sus letras, sus sílabas
y sus modulaciones

qué bueno sería
revestir esta hondura del vacío
que de tan vasto va perdiendo los límites

y pudiéramos vernos el pozo en la mirada
y tomadas las manos alumbrarnos de sombra
en el incomparable resplandor de una tarde
de oro

pero no, amigo mío,

un viento gris me invade las pestañas
en este otoño que vuelve tan oscuro mi huerto fatigado

mientras las calles siguen abandonadas
repletas de fantasmas
como ángeles asesinos
brotando de tinieblas que no
debieron pertenecernos nunca

se te enfría el café

el mío ya es un témpano desmoronando
espejos
y jolgorio
y estrellas que nunca brillaron en madrugadas
ni en ocasos perdidos

sólo imaginerías de una memoria
de hendiduras y nieblas

es hora de partir
una vez más partir
ah, que tarde se ha hecho

Adriana Valmayor, Argentina

Ellos y ellas

Sí. Tu porte es bello...pero:
Si no corre su sangre por tu arteria
Ni su hambre es tu voracidad de penas,
Si tu lectura no es cifra de su letra en falta,
Si sus manos vacías
no son tu ardor y tu tristeza...

No vengas por ellos,
no a mi lado.

Sus noches en vela de ojo hueco
vigilando el frío
Y la efímera prenda si costuras y roídas
abrigando al niño,
Su pan mojado y la leche agria,
Sus almas yermas habitando éste páramo
sobre los puentes
en bocas de subte
estaciones ferroviarias
casas muertas...
Son el océano mudo que me ennoblece y nos separa.
Y ya no me das pena con tu decir del amor
Ay Señor!´perdido en tu laberinto para ciegos,
rodeado de espejos.

Y sin ventanas

Juan José Mestre, Argentina

INVIERNO


Qué rareza
consabida
la de este invierno
que comenzó
hace mucho
pero
no se lo
permitimos
decir
hasta hoy
por aquello
de las benditas
convenciones

Diana Poblet, Argentina

La llevaré conmigo, como siempre
la he llevado,

improvisaré un recitado de
urgencia

resistiré inalterable la pulseada,

el desenfreno del corazón en su
galope de pampas,

la emoción tembleque de las manos en el papel,

suavizaré la modulación

que no delate el temblor al
nombrarla,

susurrarla sin pesadumbre en la
memoria

decir

Argentina,

sin escuchar en el eco

aquel dolor afónico de tango.

Luis Pereira, Uruguay

esta es la tormenta


esta es la tormenta
hace que los dientes bailen
sube la marea / golpe del mar
lo incierto de la navegación
esta es la marea / trepa
nubla la visión
del atardecer
zozobra

esta es la ventisca
la noche hace que los dientes brillen
se alboroten
dancen

el recuento de los
primeros daños.

Graciela Wencelblat, Buenos Aires

EL VUELO

El corazón despavorido
ha vuelto
con un dejo de infancia.
Con la muñeca de trapo
encendida de caricias.
Todo ha vuelto con las
constelaciones del viento.
Saben que me cansé de
la penumbra
horadando el hueso
y no lograron matar
mi esencia de pájaro.
No sé si fué la lluvia
o un aluvión de lágrimas
que encendieron el borde de las alas.
Para que siga el vuelo.

Emilio Pablo

QUE GRATO FUE EN BELISAMA

!Qué grato que fue cantar
para gente tan selecta;
todos, sensibles poetas,
o diletantes del verso;
de esos que a rosas o a besos, ...
alzan desde si, un altar...

Da gusto en ese lugar
donde pisa Belisama;
al timbre de mi guitarra
también sumarle mi voz;
pues se hermana en la canción
poesía y esperanza...

Mujeres de fina gracia;
caballeros consecuentes;
y en ese lugar, un puente
hacia la grata amistad;
y allá afuera, la ciudad,
esa que nunca descansa...

Bueno... corto mi versada
para este breve relato;
solo les dije lo grato
que fue aquella reunión;
son cosas que al corazón
dulzores le van dejando.-

Julia Benavídez

Sin título (Poema de Julia Benavídez -11 años - "alumna de mis talleres del oeste": Eduardo Espósito)

El terremoto del cielo
hizo caer el dedo de Dios
en forma de trueno
hasta el botón que une
las dos partes del universo
El niño ve las personas durmiendo
bajo un manto de pintura roja
Los muertos renuncian a su funeral
y van por un trago
a la taberna del inocente
Porque Dios lo ordena
con el dedo que partió
las dos partes de tus ojos.

Luis Luchi

ROPA EN LA SOGA

La limpieza expone a efectos públicos
esa intimidad tan custodiada.
El sol elige el centro de la bandera
la convierte en zona de combate;
las golondrinas hacen sus primaveras
y los gorriones el resto de los solsticios.
Vientos de paso silban los broches,
les cierran las bocas.
Entre las guerras de pañuelos
pierden los del luto en los orillos,
los lloros de los mayores con lágrimas,
con mocos inconsolables a secarse.
Parado en un extremo
atado al alambre cubro las estaciones,
los fantasmas disfrazados con sábanas
exaltan la pasión escéptica de los domesticados.
En la otra punta un poste
me deja hacer
y no se cae de asombro.



En “Jardín zoológico”, Ediciones Último Reino, 1995

Carlos Barbarito, Argentina

¿Y entonces, por qué vía, a lomo de qué idea..?


¿Y entonces, por qué vía, a lomo de qué idea?
¿Hasta dónde y a partir de allí
qué ramajes, temblores, consuelos?
¿Esperar el gesto del dios escondido en cada cosa,
su caprichosa acción ajena
al constante movimiento de tensores y poleas?
¿Por qué, entonces, florece en su hora
y en su hora lo florecido se marchita?
Por bosques de sueño y sangre,
de un lado la dolencia y del otro, su aparente cura,
demasiado ataviado para la muerte
y demasiado desnudo para la vida,
mientras crecen las preguntas
como hierbas en una tierra ablandada por la lluvia.

alba estrella gutiérrez, Argentina

02.06.10

estoy en la plaza del pueblo
un aleteo de pájaros
dibuja los sutiles
movimientos del mar
busco tu rostro en los espejos de arena
mis manos se han vuelto fugaces y pequeñas
como niños hambrientos
a lo lejos la nostalgia
se disfraza de ausencia
y te amo pra siempre
los pájaros se han quedado dormidos

Alejandra Mendez, Rosario, Argentina

Una poesía de "tarde Abedul"


Tenían quietudes azules/sus ojos
Cantábrica profundidad/ marítima su alma
Inaccesa/ toda alma todo cielo toda vida/
Caracola en movimiento.

Tenían la ductibilidad de los vientos/ sus vientos.
Me miraba su historia - abuela - como queriendo
Salirse de usted.
De niña entendí/ solo viéndola mirar/ que todo
Es un acantilado lejano.

Silsh / Silvia Spinazzola, Argentina

SEGUIRÁS CANTANDO (14 de junio el Che hubiese cumplido 82 años)


Vas a cantarle a la derrota
frente a un concierto de hojalata
danzando en laberintos
ritual de ave sin ojos.
Cuando el tiempo irreverente
se mute en siglo nuevo
regresarás
con la piel cuarteada de ilusiones
hasta engañar elipses del ayer.

Y volverás a huir de tu destino
sepultando la bronca entre las manos
para torcer los días.

Nadie compondrá la voz
que regalaste
ni las cuerdas
que atabas a los sueños
para volcar al mundo tu ternura.

Siempre volverás
jugando a ser silbido en cada lluvia

melodía de gotas
vertidas sobre aquellos
que aún creen
posible
desafiar a la historia
con quimeras.

Carmen Díaz Margarit

Perfil de Sirenas. 1994


El agua inundó la selva alucinada
y crecieron escamas en las yeguas.

El paraíso anida hoy en nucas y barcas celestes.

Pregúntale ahora a los brazos de los pájaros dormidos
si el amor existe.
Hoy quiero declararte mi amor.

Murmullos de sirena sólo se escuchan cuando tu cuello se
abandona en mi hombro.

Sólo tu ausencia es triste como los lagartos.

Sólo quien te haya amado puede sentir
porque sólo tu pérdida es inmensa como el océano del dolor.

Pregúntale a la risa de los nardos si existe la alegría.
Dirán que la alegría sólo la conocieron en tu pecho
desvalido, dulce y tremendo.

Yo te amo,
Y ese amor se engendró en mi garganta.
Tu amor es tempestad que estira de un barco
hacia la inmensidad,
pero también seguro, como el alivio del cielo.

Eres como un pirata perdido en una selva de agua
y tus párpados sólo son ternura.

Tu voz suave es melodía de espaldas amarillas
y de axilas que laten como rosas antiguas.

Encántame.
Cuéntame un cuento de lunares salvajes,
y de Sevilla y Málaga entre rejas.



De LA MÁQUINA DEL TIEMPO
Una revista de Literatura.

Director: Hernán Alejandro Isnardi.

Igor Barreto, San Fernando de Apure, Venezuela

Poemas de Igor Barreto

Regreso

A San Fernando quiero ir en el vapor Delta.

Desde las escalerillas ver cómo el barco separa las cargas de troncos de los aserraderos y los lomos florecidos de los caimanes.

Llegar a su puerto de tablones donde el río entrega las aguas de cien barrancas y el recuerdo de algún pueblo orillero.

Cuando la lluvia descuelga sobre mi cabeza angostas calles enhebran la cifra de tu nombre.

El río crecido roza la capilla del ánima salvadora donde iré a dejar unas cuantas monedas por los amigos que enfermaron de distancia.

Al pasado quiero ir en el vapor Delta, a los burdeles, a las galleras del traspatio, donde Dios habita la plenitud de su tristeza.

Que todos los sabanales reblandezcan con su brillo.

Yo me voy por esta senda donde el rayo se enmantilla.

Amo las noches lenguaraces de sus muelles, el sucio butacón de las nubes en los días de invierno con marineros apoyados a sus palancas de anoncillo.

El lirio viejo de sus bosques.

A San Fernando quiero ir, quiero volver, ahora que el paisaje ha muerto de alabanza.

Nocturno

Tomo la miel y duermo y el pesado párpado en llamas no cesa de mirar el mundo.

Qué decir de la ciudad, sus espacios baldíos.

Las luces carburantes de los anuncios rozan las nubes, el sabor crispado de unas tardes de muladar, el círculo enrejillado de una plaza gris.

Mientras duermo: el incierto amor y el demonio que en la soledad me acecha, han trillado el olor de una casa en ruinas.

Ese era el mapa que me había hecho de esmaltadas claridades.

Estoy frente al laberinto del gran desconsuelo y un peso de enorme frío me abraza.

*********************



San Fernando de Apure, Venezuela, 1952.

Poeta, Profesor de la Escuela de Letras de la Universidad Central de Venezuela, editor en diversos museos, así como de sus propios libros. Ha sido ganador del Premio Municipal de Literatura de Caracas con el libro Crónicas Llanas, (1989).

Juan Ángel, Rosario

Imágenes

Las imágenes me recuerdan
que te desnudas a impulsos mortales
como árbol otoñado.
Desafiantes, tus pezones
se incrustan en mi aliento.
Y mientras te abres, mi lengua
vagabundea en tu geografía.
Te acurrucas
vibrante como uva solitaria
mientras yo,
borracho de deseo,
bajo y subo por tus líneas
hasta que rima la noche con el sol.
Cuando jadeamos
se repite el milagro de la posesión.

RONNY RANSENBERG, Argentina

LA LUNA SOBRE GAZA

LLORA LA LUNA SOBRE GAZA/ BARRIDA POR GUERRAS SANTAS O JUSTAS/
LAPIDAS DE FUEGO Y HUMO,INUNDAN Y CUBREN TUS EFIMEROS/
SUEÑOS DE ESPERANZA.

LLORA LA LUNA SOBRE GAZA/
NIÑAS Y NIÑOS QUE NO VEN,NO ESCUCHAN,NO HABLAN/
TERRIBLE ES EL TRUENO DE HIERRO /
QUE SUENA,SUENA Y SUENA.

LLORA LA LUNA SOBRE GAZA/
QUE LA BESTIA GUERRERA, SE ENVUELVA EN SU ORUGA,
DE GRANITO, SANGRE Y MUERTE/
Y SE ESFUME, SE ESFUME, DEL PLANETA Y EL UNIVERSO PARA SIEMPRE/

LLORA LA LUNA SOBRE GAZA/
SOLO PIDO POR EL VAGIDO, SOLO PIDO POR EL LLANTO,
DEL RECIEN NACIDO/

NO QUIERO TRES HORAS DE TREGUA,NO,NO,NO/
SOLO PIDO POR UN SEGUNDO, UN SEGUNDO PARA SIEMPRE /
SOLO PIDO, UNA MANO, UN PAN , UNA CARICIA /
Y ESE VAGIDO DE LAGRIMAS Y RISAS /
EN MUCHAS LUNAS , Y MUCHOS SOLES,
Y MUCHAS LUNAS , NUEVAMENTE /

LO MAS SAGRADO SIGUE SIENDO LA VIDA




POETA Y NARRADOR
ASAMBLEARIO

Laura Garcia del Castaño, Córdoba, Argentina

El árbol oscuro



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El Viernes, 04 de junio de 2010 a las 12:44
Yo apunté a un nido
Yo apunté a un nido y le dí
e hice lo mismo que el tiempo hace con la risa.
Y lo hice sola
con una roca de hielo,
con una piedra de llanto congelado.

Luego, con el mismo escombro rasguñe mi cara.
e hice lo que un rastrillo con la arena.
Unete como a un recuerdo joven dije y labré la marca,
sin ventanas para mi rabia
labré la marca
dejé el vestigio de haber sido un instante tan vil como el tiempo.

Con una roca de hielo
Con una roca de hielo
derribé lo que flameaba en el árbol oscuro.
y todos los recuerdos sin sostén cayeron
mezclandose las filmaciones de unos rostros
con las grabaciones de otras voces
en un solo engrudo.

la mano de mi amante con cara de risa,
el pie de la muerte con aliento de pozo.
y mi padre con sus ojos en blanco.

El tiempo es un árbol oscuro
vive pensando el fruto que arrojará sobre tu risa.

Y el pasado,
el pasado es el nido
se piensa ausente pero se sabe de éste lugar
como un destino circular que otra vida menciona
y tu atiendes pero lejos ya.

Pero esta vez lancé una piedra.
A fuerza de ser pájaro,
a fuerza de flamear sobre un árbol oscuro
al tiempo le dí, al pasado le dí,
derribé sus frutos, rasguñe mi cara.
Y todo eso lo hice yo sola,
con una piedra de llanto congelado

ROSA PÉREZ REPULLO, España

SUEÑOS DEL ALMA

Mi alma sangra,

incapaz de curarse

por tu herida.


La noche en calma,

aunque mi ojos lloren

por no ver tu cara.


Se acerca el alba,

no quiero que se vallan

mis sueños del alma.

Carlos Drummond de Andrade (Compartido por Juan Carlos Vecchi)

Nuestro amigo Juanca Vecchi que siempre está compartiendo poesía y amor.. nos mandó este poemón de Carlos Drummond de Andrade:

Nota social


El poeta llega a la estación.
El poeta desciende.
El poeta toma un auto.
El poeta va para el hotel.
Y mientras hace eso
como cualquier hombre de la tierra,
una ovación lo persigue
hecha algarabía.
Banderolas
que despliegan sus alas.
Bandas de música. Cohetes.
Discursos. Gente con sombreros de paja.
Cámaras fotográficas disparadas.
Automóviles inmóviles.
Bravos...
El poeta está melancólico.

En un árbol del paseo público
(gestión de la actual administración)
árbol grueso, prisionero
de anuncios en colores,
árbol banal, árbol que nadie ve,
canta una cigarra.
Canta una cigarra que nadie oye
un himno que nadie aplaude.
Canta, bajo un sol terrible.
El poeta entra en el elevador
el poeta sube
el poeta se encierra en su cuarto.

El poeta está melancólico.

STELLA MARIS TABORO, SANTA FE

Días que caen


! Qué doloroso
es el caer de los días de invierno !
Penetra el dolor del olvido ,
se agudiza la ausencia acerada
en la soledad infinita de fríos .
Vagan temblorosas las lágrimas,
sin dejar melodías deliciosas.
Esta existencia fugaz
cobra más intensidad
al caer los días del invierno,
en marejada de motononías.
Vibraciones profundas
horodan el alma no sublevada,
sumisa cual demonio arrepentido,
en el aire impalpable de este frío invierno.
!Qué dolorosa seducción hasta el hastío!
Sedoso perfume peligroso ,
en los lánguidos pétalos atardecidos
al caer los días de invierno.

STELLA MARIS TABORO, SANTA FE

Lágrimas íntimas

! Oh Señor, que reinas,
en el universo todo!
Tú sabes de mis lágrimas saladas,
caen dentro mío, calladas , silenciosas ,
y pocas veces ruedan en mi rostro.
! Oh , Señor ,
hay un mar muy grande
muy extenso ,un mar que no se ve!
Lo formaron mis lágrimas,
las lágrimas que caen dentro mío,
las que no salen, porque no pueden.
Y así , mis ojos llorosos están muy adentro,
crece el mar salado y sus sales quemaron
todas las naves de la alegría.
Gotean hacia adentro mis lágrimas,
los ríos van a los mares
pero mis lágrimas forman otros mares,
mares que no conocen el aire ni el sol,
que no se seca, dejando ojos enrojecidos,
Lágrimas que no dejan sus sales en las mejillas,
gotas de la ausencia que caen en el corazón .

****

Osvaldo Norberto Lázaro

DIAS / OSVALDO NORBERTO LÁZARO

Volver a verte
para asediar
tu misterio
tus labios de ventanas
que no se abren
tu mirada de nada
que quiere formar un algo

Y siempre es volver a caer
en la brújula rota
donde giran locos los mapas,
hacia aquella flor inútil,
desde el pecho del amante inflamado
por los orfebres de una piel
que desconoce su calvario.

Ya se ,la noche es larga y no examina
la miseria cuando yo llamo
la belleza encapuchada

Son inútiles estrellas
que abren el cielo
son inútiles los residuos del alma
que se impacientan en la urgencia
cuando vos secas tu mirada al sol
y solo haces que yo imprima
en el tatuaje del deseo
mis memorias calcadas
que se caen como estrellas viejas
con lagañas de un cielo ciego

Ya se, no digas nada
nos hay remedio
para el momento
solo te sale bien alejarte
mientras mi orilla sola se cansa

No sigas más que no hay remedio
que abra el amor
y lo examine
no hay camino que separe
la noche y la ilumine
ni silaba que escupa
dentro de tu amor
la melodía.