JACOBO FIJMAN

El otro

Tarde de invierno.
Se desperezan mis angustias
como los gatos;
se despiertan, se acuestan;
abren sus ojos turbios
y grises;
abren sus dedos finos
de humedad y silencios detallados.
Bien dormía mi ser como los niños,
y encendieron sus velas los absurdos!
Ahora el Otro está despierto;
se pasea a lo largo de mi gris corredor,
y suspira en mis agujeros,
y toca en mis paredes viejas
un sucio desaliento frío.
¡La esperanza juega a las cartas
con los absurdos!
Terminan la partida
tirándose pantuflas.
Es muy larga la noche del corazón.

JACOBO FIJMAN
Nació en la Besarabia rusa, hoy Rumania, en 1898, y falleció en el hospicio, adonde permaneció casi veinte años,, en Buenos Aires, en 1970. Obra poética: Molino rojo, Hecho de estampas y Estrella de la mañana.

Osvaldo Norberto Lázaro

Yo sé de sombras (A:Alejandra Pizarnik)


Ella se comía sus vestidos por la noche, cuando amanecía brevemente,
Cuando el recuerdo era una vacuna de miedo,
Extraía su alma al vendedor de los tiempos,
Por no saber que la luna precipitaba
Su cuerpo....
A la hora de las esferas.


Yo sé de sombras
Donde el espejo de la agonía
Cristaliza la muerte nueva.

Sé de carruseles abandonados
Donde niños resucitados
Cenan la sortija a la hora justa de la tormenta.

Los demás saben la audacia
De sentirse
Cuerdos en la mentira.

Carolina González Velásquez

GATA SOY
Soy gata hambrienta
me he despojado de mis pudores y me he vestido de mi propia piel
mis pechos desnudos te apuntan, han decidido que serás mi presa

La trampa de mis piernas exuda ese aroma que te atrae al fin exquisito
te atrapo con los ojos
y te sujeto fiera, con mis uñas, por los hombros

Te saboreo…
Muerdo tus orejas
y el ronroneo en tu pecho me dice, que eres presa rendida

Degusto con la punta de mi lengua tu pecho, tiernamente,
mientras arisco disfrutas mis mordidas…

Me regodeo en el dulce aroma
de la selva de tu vientre
del tótem que me espera…

Con los labios y las manos me sujeto a tu hombría
y de un zarpazo quedo frente a ti
quedo alrededor de ti
quedas dentro de mi…

Va y viene mi cuerpo
de arriba abajo
de un lado al otro
haciendo círculos
la danza frenética quiere doblegarte
sujetas bravío mis caderas
rasgas la piel de mi espalda
me rechazas y me atraes con vehemencia
me entras y me sales a conveniencia
y en una explosión te desangras a la pequeña muerte
te liberas
un quejido
te has rendido
un suspiro
eres mio…

Leopoldo Sánchez Arenas

Dirás que Imaginé

Dirás que imaginé: amaneció
sin mí, sin ti lloré donde abolía
mi ser su perfil. Oh melancolía,
adiós esa ilusión que te acució.

Salí del espectáculo al silencio,
cambié a sentir, varió la plusvalía
de poseer al ser en luz que alía,
fue más la fantasía en su equinoccio.

¿Soñé?, ¡si lo sabré! Aunque te amé
explícita a oráculo del dios
de opúsculos magentas, Yo morí.

No hallé cosas demás, no difamé
los días que después ya no eran míos.
Sin mí te imaginé en cuanto morí.

Silvia Longhoni

ASTERION


No tendrás otra playa donde amarrar tu ira
de ciervo enceguecido con un tiro en la frente,
ni esa ruda congoja que jamás tiene sueño,
la lanza que persigue tus rastros sobre el polvo,
la penumbra que apenas te traduce el aliento.

¡Qué vuelva a mí el sonido del viento en el velamen!

No habrá dónde volver.
El mar es anchuroso, demorado el destino;
ya no hay cartografía ni estrellas disipadas
y la bruma diluye las líneas de las costas,
el incierto horizonte de espectral agonía.
Y ya no habrá más playa donde amarrar tu celo,
descascarado grito de pájaro cautivo.
¿Dónde amparar entonces la paciente tristeza
que insiste en desnudarse con tus propias palabras?

¡Qué vuelva a mí el sonido del viento en el velamen!

No habrá otra playa, es cierto, y acaso conjeturo
que la isla y el puerto se llaman con mi nombre,
que el rumbo es sólo un credo mantenido en vigilia,
que es todo empeño inútil el trazar coordenadas,
que todas las miserias que guarda la sentina
y el orgullo del mástil, y esa proa demente
hallarán su cobijo
el día que termine de escribir un poema.

¡Qué vuelva a mí el sonido del viento en el velamen!

Marcelo Dughetti, Villa María

escribía
con la soga al cuello,
Con la soga al cuello
compraba tomates y cebolla,
armaba la ensalada con la soga al cuello.
Con la soga al cuello salaba su carne,
ponía la mesa, exprimía un limón, prendía el televisor, besaba a su hija,
y sonreía
con la soga al cuello.
Todo eso
y más,
sin que nadie viera,
el elemento,
la sustancia,
Cuando la soga
trepo a la viga
todos golpeaban su frente
como si hubiera sido posible salvarlo.

Carilda Oliver, Cuba-1924

SONETO


Me desordeno, amor, me desordeno
Me desordeno, amor, me desordeno
cuando voy en tu boca, demorada,
y casi sin por qué, casi por nada,
te toco con la punta de mi seno.
Te toco con la punta de mi seno
y con mi soledad desamparada;
y acaso sin estar enamorada
me desordeno, amor, me desordeno.
Y mi suerte de fruta respetada
arde en tu mano lúbrica y turbada
como una mal promesa de veneno;
y aunque quiero besarte arrodillada,
cuando voy en tu boca, demorada,
me desordeno, amor, me desordeno.

Analía Pinto

Mi deseo (uno de ellos, al menos) para el 2010

hasta que aparezca un macho que me enderece
me muela a palos el corazón
me saque sangre de las caderas
me rompa toda con sólo mirarme
me ordene bajezas y yo las obedezca
hasta que aparezca un macho lujoso y tierno
disputado por otras cruentas féminas
largo de andar y de anchura
uno de esos que dicen todas las ternezas
que tienen la lengua de caramelo
(pero el alma de hielo)
un macho con la impune ferocidad del predador
(con los requiebros melosos del trovador)
uno de esos que me arranque la piel de cuajo
que me lleve en sus hombros trogloditas
que me vacune contra todas las mariconerías
que la tenga dura como un mástil
y más suave que una flor
que erecto venga y erecto de mí se vaya
que nadie le haga sombra
un macho como un Atila
un vándalo
un ladrón
un traidor
un mercenario del más puro amor
un asesino a sueldo
un revolucionario
un quijote sin panza
hasta que un macho así aparezca
y me enderece
me haga andar derecha
y no me deje más
me haga adicta a su sudor
y no me deje siquiera mirar a otros
y no me pida nada y me de todo
hasta que aparezca
uno así
que me haga salir del laberinto
haciéndolo volar en mil pedazos
conmigo adentro

Rogelio Pizzi, Buenos Aires, Argentina

EL ESTALLIDO FERVIENTE DE LAS ROSAS 

Anuncian el estallido ferviente de las rosas.
El sopor de las innumerables bestias conjuradas
es océano de miedo.
No hay sollozo indecente mayor que tu signo
vertebrando esta guerra desmedida.
Tu nervio converge en los diminutos nervios de tus víctimas.

En un extremo del planeta cuatro niñas
buscan desmemoriadas sus brazos en un basural.
Sus manos, sus lánguidos dedos, sus uñas amapoladas.
Beben la leche vómito desmesurado.
Cuatro niñas de tus ojos, miradores de la nada,
anuncian el estallido ferviente de las rosas.

Ya avanza el artificio de los hombres.
El óxido corruptor no puede con el metal de la garganta,
no pueden los ladridos tercos, ni la espesura del espanto.
Una llamarada de voces, de pústulas y tornados de acero
anuncian el estallido ferviente de las rosas.

En el cenit del mundo yo te veo,
escribo una nota de estéril aguacero para tu sed.
Contemplo los jardines 
...............mientras a mi lado .............................anuncian el estallido ferviente de las rosas.

Jefe Cejas

Adentro, muy adentro

abajo, mas abajo aun, donde el olvido se transforma en recuerdo
dentro, muy adentro, en los lìmites mismos de la intimidad
renace un plàcido murmullo que recuerda y que no se miente
que contamina la mentira y la transforma poco a poco en verdad 
es ahì donde hoy he venido a encontrarte, desafiante en mi ceguera
luminosa, encantadora, casi con un aspecto de luna nueva repetida
es ahì donde esta tarde te has instalado como queriendo mostrarme
que los besos no son cenizas, que las caricias resucitan en la piel 
abajo, mas abajo, en el justo instante en que invade la nostalgia
has despedazado mis amnesias, y has despertado los sueños dormidos
y dentro muy adentro he recordado las razones, descifrè los acertijos
y a partir de ese momento, sin pensarlo, he comenzado nuevamente a amar 



Francisca Huppertz, México

EL PANEL SOLAR

Hice  un sueño tan dulce
que  al despertar,
el mar,
acariciándome suavemente,
me transportó hasta un sol majestuoso
saliendo de un nube vaporoso.
Las ramas de las palmeras grandes,
en un movimiento de vaivén
me dirigieron hasta esta Luz
acompañándome  con el canto
de las gaviotas encantadas.
Regresé con una cajetilla llena de Luz
que puse al lado de mi laptop;
y ahora,
con amor,
sin ruidos,
en un perfume de flores,
mando mis mensajes
a todos mis amigos.  
BUEN DÍA DEL AMOR Y DE LA AMISTAD!!!!! 
 


Leonor Rodríguez Rodríguez, España

UN VIAJERO
Mis pasos son continuos,
silenciosos y cortos unas veces,
otras, danzan mis pies
al son del camino
que les toca recorrer.  
Mis alas viajan, raudos,
saltando en el vacío
hasta tocar fondo
y hundirme en el lecho
que me cobija ansioso. 
Me solazo en la pradera
que miro al pasar,
las flores me sonríen,
los pajarillos revolotean, gorjean,
de mi mano calman la sed. 
En mi recorrido
de viajero sin retorno,
me adentro en parajes
que me hacen suspirar,
melancolía produce su malestar. 
Sigo mi camino, tortuoso,
saltando de piedra en piedra
perdiéndome entre sus huecos
sin dejar huella,
estenuado, mermado, sigo mi caminar. 
Me sonríen las estrellas
cuando las miro ansioso
de recibir su luz
que ilumina mi rostro,
siguiendo atado a mi entorno. 
Voy por campos
que hielan mi alma,
mis pasos crujen rompiendo lanzas,
aterido, cansado,
llego a un hermoso valle,
las barcas se mecen
en mis aguas claras.  
Niña que te miras en mi espejo,
zanbúllete en mis entrañas,
quiero besar tu cuerpo,
llevar el recuerdo de tus besos
cuando absorvas mi agua. 
Al fin se terminó  mi viaje: 
Ruge el mar de contento,
toca palmas, ríe dichoso,
abre sus brazos,
me estrecha en ellos,
formamos un todo en su océano. 

W.H. Auden

Parad los relojes


También nosotros vivimos buenos tiempos

cuando el cuerpo sintonizaba con el alma,

y bailamos con nuestros amores sinceros

a la luz de la luna llena,

y nos sentamos con los sabios y los justos

y fuimos ganando ingenio y alegría

en torno a algún plato selecto

gracias a Escoffier.

Y sentimos esa gloria impertinente

que las lágrimas suelen alejar,

y quisimos que los corazones briosos

cantasen con el estilo grandioso de los antiguos.

Pero fuimos importunados y fisgados

por la multitud promiscua,

los editores nos convirtieron

en fraudes para aturdir a la multitud,

todas las palabras como Amor y Paz,

todos los discursos cuerdos y positivos

fueron ensuciados, profanados y degradados,

los convirtieron en un chirrido horroroso.

Ninguna oratoria sobrevivió

a aquel pandemonio

salvo la amarga, la soterrada,

la irónica y la monótona:

¿y dónde encontraremos cobijo

para la alegría o el simple bienestar

cuando apenas queda nada en pie

más que los suburbios de la discordia?





Wystan Hugh Auden (1907/1973) es un destacado poeta y dramaturgo inglés nacido en York. Hijo de un médico, desdeñó la ciencia para dedicarse a la poesía. En 1925 ingresó en el Christ Church College de Oxford, donde se convirtió en la pieza central de un grupo de intelectuales entre los que figuraban Stephen Spender, Christopher Isherwood, Cecil Day Lewis y Louis MacNeice. Después de concluir sus estudios, en 1928, fue maestro de escuela en Escocia e Inglaterra por espacio de cinco años. Durante la década de 1930, junto a notables intelectuales y sensibilizado por la realidad social, desarrolla una marcada tendencia izquierdista.

Considerado como el más influyente desde T. S. Elliot, fue un artista capaz de aceptar su tiempo como un desafío de la vida. Transitó el convulsionado siglo veinte incluyendo en su obra cada una de las expresiones de la época. Su punto culminante es “El mar y el espejo” en la que transmite su obstinación poética y su gusto por la creación con una valentía despojada de eufemismos.

Gonzalo A Torres

A veces cuando la tarde pierde los rayos sol

Déjate caer déjate caer

Descansa pude ser mejor

Mejor porque vamos varios en este bosque

Déjate caer como los rayos al atardecer

No existe mejor manera

Solamente no existe más afán

Que el hoy y algunos recuerdos

Que refrescan el camino

Haz lo que debas hacer eso será

No te amargues

Si algo no esta perfecto

Suele ocurrí

Piénsalo déjate caer

Como un rayo de sol al atardecer

A cada minuto su minuto

Y no ahí mas que esa pequeña distracción

No somos más

Nunca lo creído

Solo caminos en un bosque

Déjate caer como un rayo de sol

Al atardecer

Es solo afán si lo piensas bien

Es posible una o varias auroras

No te aflijas si algo no es

Solo déjate caer

Como un rayo de sol

Al atardecer

Eres importante

Porque estas en la vida

No sueñes en afligirte

No importa si algo no sale bien

Déjate caer como un rayo de sol al atardecer

Nadie es malo después de todo

No te amargues si no sale todo

Como lo piensas

Recuerda estamos todo en lo mismo

Déjate caer como un rayo de sol al atardecer

Y si algo malo te persigue

Allí estaré para ayudarte

Solo déjate caer

Como el sol al atardecer

También deseo que cuando este así

Estén tus palabras

Siempre lo creo

Solo al atardecer déjate caer como el sol

Alejandro carbol, Paraná, Entre Ríos

Panóptico


he caído de nuevo en los dominios
que llenan de arena de oro
mis tobillos
.
policromías pancrónicas
parecen pasearse
por palabras propuestas
para puertos,
parafinas, portapulpos, plumas pendulantes
preciosos premios
.
así y todo,
un cardumen se obstina en habitarte cada tanto
aquí y allá
.
algún árbol que silba tus sendas
se inclina a saludar la tarde
moribunda
.
sonidos sacros, señales
.
peces que se espejan en las retamas
de anteayer...
son miradas del mañana?
.
quién podrá saberlo...
mientras tanto huelo el aire
y un ondular vibrante
suele susurrar secretos sempiternos
a la sombra de los cedros
.
se va muriendo esta tarde
y no tiene quien la entierre,
ninguna autopsia,
nadie encuentra el cementerio
de los elefantes

Leonor Rodríguez Rodríguez, España

ERES

Eres nube que nubla mi mente,
¡ no te veo !.

Eres sombra que inquieta mi alma,
¡qué zozobra!.

Eres viento fresco que entra en mi ventana,
¡ en otoño!.

Eres trasgo que entró en mi casa,
¡ tengo que ponerla en orden !.

Eres llama que quema mis sentidos,
¡la manguera dispuesta !.

Eres macedonia de pétalos de rosas,
trozos de Luna, rayos de lucero........
¡ corazón asombrado !

Pero te quiero.

ANIBAL SILVERO, Misiones, Argentina

La ciudad

Me mira la ciudad inmensurable
con ojo de titán
con puentes como lanzas
con caminos de rutas en las espalda
con su sombra de noche, con sus máquinas
impregnando de anhídrido mis venas
busca tal vez hacerme más pequeño
impresionablemente microscópico
cabeza de alfiler liliputiense
ameba en decadencia
atómico rebelde en disyuntiva
parásito retórico
minúsculo mórbido analítico
sujeto en extinción lenta y pausada
con sonriente amargura me reprime
me aprieta, me amilana
me tedia la emoción, me amputa, me disocia
en una rueda sin eje, en un molino
donde la carne se mezcla en amasijo
Me mira el orbe frío de neones
con ojo de medusa duplicada
con su clonación de especies en la plaza
con su catedral sin santos
justo a mí
al poeta diminuto
al poeta chiquito
al mínimo hacedor de la utopía
al reaccionario del tiempo
al creyente indeciso
al homo animals
desde una esquina tétrica y obscura
al borde de un baldío por entre la cloaca ciudadana
me mira la hediondez cosmopolita
con su iris robótico y punzante
con su vista de asfalto
con su estrujante euforia
me devora
se ensaña con mi acento proletario
con mi cerebro loco y discursivo
con mi corazón enfermo
con mi desatenta marcha
No puede entender
la gran ciudad de frías marionetas
que un poema camina en sus entrañas.




Tomado de: Antología poética de Gaceta Virtual de Norma Segades Manias Visitar gacetaliterariavirtual.blogspot.com

Hugo Patuto, Pergamino

Y LA PIEL EMERGE COMO VICTORIA



Una sombra desbocada
quiere volver al temblor de los cuerpos
allí donde la verdad inunda
ese juego de sal y apetito.
Una sombra malherida
por el hábito cruel de la ausencia
nos llama sin señales
y la piel emerge como victoria.
Una sombra deliciosa
recorta placer del placer mismo,
ofrenda en las manos de la noche
hasta el camino mojado.

David Rosales

La herida

Soy
viento brisa deseo

primavera solsticio descenso
peso levedad dolor
carne piel lepra

tragaluz seña significado
puerta aldaba interior
arquitrabe esquina rasguño

calor insomnio duermevela
espera beso murmullo
violencia espada pluma

lodo barro piedra
manzana veneno serpiente
clavo dios sacrificio

Sólo una herida.



Tomado de: mispoetascontemporaneos.blogspot.com de Gustavo Tisocco

SUSANA CABUCHI, Córdoba, Argentina

EL DULCE PAÍS

Entonces, tus ojos eran caramelos de miel
y hablabas
de las bicicletas que regalaba el Niño Dios
a los que no podíamos comprarlas.
El río se callaba para que tú contaras figuritas.
Yo era alegre,
y eran alegres los nísperos del patio.
Y tú eras otro,
no el hombre de hoy
lejano como todos.
Cada domingo era una sorpresa de ciruelas,
de plaza con hamacas.
Tu padre cantaba en el taller
mientras tu madre
lavaba mamelucos de amor y aceite.
El mío no había partido todavía
y llegaba al hogar con dulces y regalos.
Yo oía con asombro tus mentiras
y creía en gigantes voladores
y en ángeles guardianes
que cuidaban tu ropa y mis zapatos.
Por cada diente el ratón nos compraba mandarinas.
La abuela, abría el gran ropero
y sacaba
turrones envueltos en papeles crocantes.
Si vuelves, como entonces,
con sombrero de piel y las manos con barro
verás, que guardo aún
el corazón de las manzanas.


Del libro “El Corazón de las Manzanas” (E. y G. López Editores, Córdoba, 1978)

Tomado de Poemanía de Piero de Vicari

ADELFA MARTÌN, México

Mi utopía



¿Será aquello que veo en lontananza
reflejada en un mar de quieta calma
la dulce luz que habla de esperanza
o la luna regalándonos su alma?

O tal vez seas tú mi bien amado
que suavemente me envías el consuelo
de un mensaje de amor así de alado
surcando el quieto azur de mi desvelo

La pacífica noche que enamora
en agua que asemeja un dulce lago
me anima a que espere que la aurora
me conceda ciertos dones de regalo

Uno de ellos, deseado con más ansia
es la PAZ para siempre concedida.
El segundo, y el que espero muy confiada:
que el AMOR sea engendrado con la vida

Horacio Castillo, Ensenada, 1934.

CROAR DEL ALMA

Cuando mi alma, como una rana, salte a la nada,
la oirán croar, croar toda la noche,
croar arriba y abajo, al este y al oeste,
hasta que el ojo monótono de la luna llore en los pantanos,
hasta que cese el espanto y empiece la eternidad.

De: Alaska, 1993



Del Blog Aromito / aromitorevista.blogspot.com de José María Pallaoro

Amelia Arellano, Argentina

VERDADES REVELADAS

“Cuando se miran de frente, los vertiginosos ojos claros de la muerte,
se dicen las verdades, las bárbaras, terribles , amorosas crueldades...”

GABRIEL CELAYA


En la Escuela de mi pueblo me enseñaron muchas cosas.
Los 10 mandamientos por ejemplo.
El 5º, el 2º y el 4º no se hacen.
El 3º ni el 7º, no se dicen.
El 1º, el 2º, el 6º, ni el 8º, no se no se preguntan.
No se hace, no se dice, no se pregunta, no, no.
Dogmas de la fe, decían.
Aprendí que la gente cuando se muere se la entierra.
Se coloca en su tumba su nombre y apellido.
Se la invoca, se le reza.

Me enseñaron que había una vez.
Que América era un crisol de razas.
Que había un país de plata, plata robada, argenta.
Que Haití es un paraíso Terrenal.
Que hay guayabas, frutos del pan, mangos, muchos mangos.
(El mango es una fruta, aclaro)
Que hay flamencos, pelícanos y garcetas.
(Que los flamencos tienen las patas rojas, por mentir)

Con la adultez a cuestas, aprendí.
Que hay blancos que son negros y negros que son blancos.
Que en Haití una lengua oficial es la castilla.
Que en criollo se le llama Repiblik Dayti.
Que el patrón vive en el norte del Norte.
Que hay más negros que blancos.
Que la esperanza de vida es de 40 años.
Que hay más pobres que ricos.
Que de mil niños mueren 80.

Aprendí de las guerras.
Aprendí, que algunas, figuran en los anales de la Historia.
Otras, las mas pequeñas, no registran nombre, ni apellido.
Que hay hombres que sólo son un número.
Un número más, un número menos.
Mas por menos, siempre da mas.
Aprendí “que hoy he mirado los ojos claros de la muerte”
Y he repetido, sollozante, la verdad revelada por un cholo peruano.
“¿Con que valor voy a hablar de psicoanálisis?”

LUCIA GÓMEZ, Cali, Colombia

PIES CANSADOS
Mis pies se pasean por los linderos de la luna.
Ellos están cansados de tantos años amontonados
Y sin embargo, pisan lentamente buscando el agua,
Tratando de no romper las olas con el peso de la vida.

Es difícil recordar tantas horas, tantas reminiscencias,
Porque las emociones me han tenido presa del destino;
Los años me han dejado un atardecer limpio de sueños,
La vida se va perdiendo por los recodos de los acantilados.

Mis pies ya no quieren más pasos ni más caminos rotos.
Ellos están cansados de pisadas remotas en busca del amor
Y sin embargo, pisan lo ya pisado para correr al sitio inicial,
De donde nada camina, nada corre, nada pesa, nada duele.

Arturo Álvarez D´ Armas, Venezuela

A media mañana



A media mañana
el bulevar
es sacudido por un viento feroz
pájaros alborotados
en grandes remolinos
buhoneros
detrás de la mercancía voladora
arribaron los alisios de febrero
silva como en la madrugada

es Eolo
Dios de los vientos
vencedor de Helios

espejismo de un día.

---------------------------------------A Luisa Rivas

Ramón Rojas Morel, Corrientes, Argentina

DIAGNÓSTICO

Enfermo de Amor,
trastornado,
a la deriva,
equivocado…
Culpable de todo,
injustificado,
injusto amargado
que sólo hace daño...
Rebelde
no autorizado,
sin derecho
a expresar
ni la más remota
objeción…
Casi nada cuerdo,
peligroso,
intransigente
y poco colaborador…
Diagnóstico:
¡Loco!
Se ordena
su internación
en el hospital del olvido…

Celina Vautier, Argentina

La verdad

Abrigo mi garganta, que tiene frío de besos
y escondo mis pupilas, que queman con su luz.
Cierro fuerte los puños, porque encierran caricias
que no encontrarán nunca destino que cumplir.

Bajo mi frente altiva, pesada de recuerdos
y sujeto el galope de este corazón
que palpita en la nada y que nadie percibe,
empujando mi sangre hirviendo de pasión.

Me esconderé en la sombra, dejaré que mis ojos
laven con su agua triste las manchas del dolor.
Sonreiré a todas horas, no sea que delate
el vacío infinito en que vuela mi amor.

Mónica López Bordón, España

ESTÁN LAS ROSAS ABRIÉNDOSE EN TUS MANOS

Están las rosas abriéndose en tus manos,
llenándose de sí mismas
delicada forma la de sus ojos serenos
emergiendo
sostenidos
en la madre de todo silencio.

Dobla el verso la esquina
y se muerden en los labios
con la punta de los dedos.
Distribuye la soledad y deja
de existir. Brotan las flores.

Abandono la fórmula de la memoria
y los perfiles de las sombras
dibujados para nadie.

Me entrego a la noche
me río, me incorporo,
me rebelo
buscándote siempre.

Oscar Néstor Galante, Argentina

ELLA Y SUS FANTASMAS


Los fantasmas que la habitan la llevan a exhibir su todavía bella figura en un sitio de citas.
Un pseudónimo le posibilita cierto anonimato.
La llamaremos por él.
Se esfuerza por parecer interesante a los ojos de los lectores del lugar.
De cuando en cuando Bellma siente que las comunicaciones la inquietan.
Esos mensajes se aposentan en su perfil y la colman de palabras que necesita.
¡Hermosa!
¡Me agradaría que nos conozcamos!
¡ Tus ojos parecen dos luceros!
A medida que el tiempo transcurre las palabras se diluyen en la inacción.
Bellma consulta su messenger y se embriaga con la llegada de los visitantes.
Pero del dicho al hecho hay mucho trecho.
Poco o nada se concreta.
Las mentiras son moneda corriente.
Pero ella está esperanzada que al fin llegará su día.
Por eso es que que, con avidez, consulta sus mensajes.
Y los responde tratando de causar buena impresión.
Trata de que arribe su destino , ese que está escondido celosamente en su futuro.

Dúo: Carlos Fernández y Antonieta Elías Manzieri (Brasil)

PUNTO Y COMA DE LA VIDA
Carlos Fernández

VOY LLEGANDO AL PUNTO Y COMA DE MI VIDA.
UN CUESTIONARIO PREPARE,
CON PREGUNTAS QUE NO TODAS RESPONDI.
ME DIJE: ¿ ESTA ES LA MUJER QUE BUSQUE ?
Y COMENZO A LATIR MI CORAZON, DE MANERA SINGULAR,
ACOSTUMBRADO A JUGAR.
COMO TODO BUEN ACTOR,
TRATANDO DE NO COMETER,
NI SIQUIERA ALGUN ERROR¡¡¡

ME DIJISTE: ¡¡¡"CUANDO TE SOBRE UN BESO...
NO LO TIRES...YO LO QUIERO¡¡¡"
Y YO REFLEXIONE...
PORQUE CUANDO SOBRE ?
SI PRETENDO SER LIBRE
NO DEBO SER ESCLAVO DE UN VICIO,
DE MANERA QUE AHI LO TIENES..
TODO TUYO...
¡¡¡PORQUE SI¡¡¡

================================.
RETICENCIAS...

©Antonieta Elias Manzieri
(Brasil)

El punto y la coma son momentos culminantes,
que muchas veces nos llevan a la reticências...
De las respuestas que encontré
fue que tracé los caminos de mi vida.

Me pregunté si eres el hombre que busqué,
y sin percibirlo, mi corazón se inquietó.
En el descompas de las batidas percibí que el amor,
no es el juego de quien perdió o ganó.

Él no vive de momentos fugaces,
el camino es peligroso, no podemos errar!
El amor no es hecho de sobras, es uno todo!
Así me di cuenta lo que yo buscaba.

No me preguntes por qué pienso así.
Fue entre el punto, la coma y las reticências que lo descubrí.
Lo aceptas cómo tuyo, sin reservas,
porque es así que lo quiero...,
mi corazón y mis besos son tuyos!

Silsh / Silvia Spinazzola, Argentina

LUMBRE




Fuera de los extremos de la noche
madura la ilusión bajo la llama.

Todo parece suspender el equilibrio.
Pizca de gozo entre telones
avasalla al instante
por sorpresa.

Es reunir apenas lo imposible
sin dejarse ganar
el espacio
de luz que nos inunde.

JUAN SAGARDIA - SANTOAMOR

TUYO

Soy tuyo,
inseparable y completo
con inmenso sentir
prolongado en mis suspiros

Tuyo,
abierto a tu jadeo perdurable,
efímeros contactos
Que me hacen musitar
tu nombre verde,
mientras derramamos
savia en nuestros besos.

Tuyo
alcanzándote con mis miradas,
en milenarios sueños
fantaseando en mis albores
ser el ángel de tu cintura.

Porque soy tuyo amor.

Graciela Wencelblat, Buenos Aires

¿Dónde estoy?


se pregunta

con un tono

agridulce

envuelta en la bata

de seda.

Sabe que nació exilada

y siempre se está haciendo.

Día a día busca

en la estrechez de su cuerpo

en sus manos hambrientas

en los cuentos de las mil y una noches

el lugar de su nombre.

Es su historia de luz

o las sombras embarran

las grietas y no se puede reconocer.

La tarde se dilata en la cocina

hambre y cansancio.

Tal vez huir sin plan ni itinerario

o cambiar el cuerpo la casa la escritura

hasta que surja un manantial

de pasos silenciosos que la lleven

al lugar necesario.

Juan José Mestre, Argentina

¿Me recuerdas?


soy ese; sí, ese hombre

que juega con azules

incoloros,

llora lágrimas de arena

y se mece gozoso

con la muerte.