Armando Díaz

Es una margarita en medio de la pradera
Que nació para ser la más bella,
Para ser amada con besos de amor…
Es una hermosura, es la delicada esencia de una flor.
En esa sutil mezcla de sensibilidades y perfumes.
La esencia de la mujer, el cáliz de lo femenino,
El extracto mas divino de un beso…
y que con un beso de su ternura te lleva al cielo…
Un día que estaba lloviendo, saliste a sentir el agua,
y le cantaste al cielo, a la vida, al amor y a mí…

Lloraste de alegría de estar tan viva
y el cielo lloro de alegría al verte tan contenta.

Si la alegría de una mujer seria flor,
tendría tu nombre, tu esencia, serias tu…

Tú la mujer de labios delicados y elegantes,
tan sensuales como el terciopelo de una rosa,
que me llevo al cielo en su primer beso
y de ahí al mundo fantástico de tu corazón.
Al mundo de las delicias de tu piel….
Al mundo de tu alma azul-lapislázuli.
En donde me brindaste la delicadeza de tu silueta,
que con tus ojos maravillosos, me hiciste el amor
mientras tu cuerpo cabalgaba en mi corazón…

en mi sensualidad…

Ese día le pusiste definición a la esencia de mujer.
Con tu delicadeza…tu cintura
que me invitaba a estrecharla
y mis manos no la dejaban ir……
como si estuviera esculpiendo el más suave
y hermoso jarrón de porcelana…
En obsequio de tu feminidad…
Las sábanas se perfumaron de tu esencia,
y se quedo ahí, tu aroma para siempre,
se hicieron tersas al envidiar tu piel hermosa.

Ese día la sutil elegancia de tus pechos me intoxicó de tu extracto divino de mujer.

Me embrujo tu hermosura, tu mirada delicadamente lasciva... de mujer……de mujer bonita...

Que escogió la virilidad de mi alma, para que una rosa tan hermosa, extendiera sus pétalos y los abrazase con su húmedo perfume.

Me regalaste lo más bello de la vida, la alegría de vivir de tu ser mujer… que se guardaba para hacer el amor con besos….
Con besos encendidos por el amor….


Ese día te atreviste a usar delicadas telas
que apenas se sostuvieran
por la preciosa silueta de tu cuerpo
y que en nuestro arrebato de pasión,
apenas al rozar la línea del tirante,
tu sostén de seda rojo…. se resbalo,
como pétalos de una flor, sobre tus hombros de porcelana,
que en una delicada pausa,
se detuvo con la redondez de tus pechos hermosos,
y en un instante divino cedió el sostén como en un desmayo….
donde brotaron tus pechos esplendorosos...
como el sol cuando amanece...
como un racimo de rosas que
se desprende del listón que apenas le sostiene……..
y me brindaron la explosión exquisita de tu perfume,
en un estruendo de pasión de tus colores…… esos...
los rosas más tiernos de tu piel...

Así mi virilidad fue escogida, y fue el más orgulloso de mis días…
Tú me escogiste para que tu feminidad fuera besada…
Tu mujer, que me hiciste sentir en el Olimpo,
porque tú eres la diosa de las mujeres…
El universo nos puso a ti y a mí para hacer el amor con besos,
en una interminable pasión de amor…..ese día…
el mejor de todos mis días……
El día que hicimos el amor con besos……..