Silvia Rodríguez Ares

Rumor de palomas


Hay un rumor
de palomas
que no puedo
traducir
por no infringir
el secreto
que sus alas
dibujaron
en las aguas
del estanque
del jardín
que yo escribí
para vivir.



Nacimiento


La palabra
nace
muda
abierta
ilimitada
y se asoma
al mundo
en busca
de ese nombre
que refleje
su sencilla
desnudez.


Mil pájaros


Nadie
creerá

que
mil
pájaros
huyeron
de tus
ojos

y se
incrustaron
en el
fondo
de la
noche

cuando
me
miraste

por
última
vez.



Ojos de alondra


Cayéndome
de a poco
sin apuro

miro el cielo
con los ojos
que me prestan
las alondras

y entonces
comprendo
el vuelo
de mis manos
que se agitan
en el aire

como queriendo
ir detrás
de la bandada
que se aleja
de mi cuerpo

y me deja
desojada
en la esquina
de una calle
por la que
debo seguir.