Marcela Vidal Melo, Santiago de Chile

Tengo.


Tengo voz de caja y piedras

Tengo un gemido que es brisa de tu boca

Tengo manos que cierran palabras

Tengo la cabeza llena pájaros que no cantan

Tengo recuerdos oscuros que al anochecer aclaran

Tengo una fiesta de fantasmas juveniles

Tengo miedos que arropan el alma

Tengo espacios vacios entre mis piernas

Tengo demasiado relleno de
caricias entre las caderas

Tengo un nombre que no es mío

Tengo dolor de madre

Tengo ira de hija

Tengo los años de un árbol hueco

Tengo esperanza de niño recién parido

Tengo la compañía de la soledad

Tengo unos ojos cayendo al precipicio

Al fin del mundo

Al fin de todo

A no tener nada.