Graciela Wencelblat

SECUESTRO


Alguien secuestró la lluvia.
No hay nieve las flores no brotan.
Obstinada abro los ojos con fuerza
esperando el corazón de la tormenta.
Insisto en sobrevivir sentada
en la boca de mis sueños hasta que la
voz ronca del agua
caiga y arrastre mi pena.




Las cosas que no se olvidan
las amorosas detienen
las nubes la tormenta el frío
llamar a un amigo/a por su cumpleaños
que ni se lo esperaba
despertó en mí
desbordó en ella
ilusiones y recuerdos un instante de alegría.


desde graciela/no es un poema es una realidad que pasó hoy