CRIS CHACA

AMANECER


Despierto con los últimos pájaros de la noche
aleteando sobre el borde oscuro de mi vientre.

La luna es apenas una sonrisa en el cielo
y como hilachas cuelgan, irracionales,
los vestigios de un mundo enajenado.

Cae la última estrella;
el cielo se parte en dos.
Una serpiente deja su último vestido
para morir de cara al sol.