Celina Vautier

¿Por qué soy Poeta?



Porque canta la musa en mis oídos
y danza la cadencia en el poema,
aunque el dolor de mi alma sea el tema
lo vuelco yo en versos enloquecidos.

Puedo morir de amor y de locura,
llorar la herida de la humillación.
Puedo sentir que sangra el corazón,
saber que este dolor no tiene cura,

que tan sólo el causante ha de calmarlo.
No importa, es la raíz de mi poema,
No tengo yo razón para llorarlo

ni tengo para odiar motivo alguno
porque me da de la poesía el tema,
que sin él, no tendría yo ninguno.




Piedad



No llores. Piensa en mí.
Ese grito en silencio, esa mueca feroz.
No sufras, que me tienes aquí.
Soy tuya, no estás solo.
Soy tuya desde el alma,
y si quieres llorar, llora sobre mi hombro,
yo te habré de calmar.
Búscame si estás solo, siempre estaré por ti.
Volaré hacia tu llanto.
Me uniré a tu dolor, me llevaré tu parte,
por que no sufras más.
Y nos iremos juntos en un sueño total
al país de los niños, donde no existe el mal.
No llores, te lo ruego. Yo lloraré por ti.

Yo sé, que a veces duele la vida hasta hacernos bramar.
Yo sé, que a veces abre una herida que no quiere cerrar.
Pero ya no la mires, pero ya no la sientas,
olvida ya el castigo sin sentido ninguno que la vida te da.
Sé más fuerte que ella. Tú sabes escapar en un sueño encantado,
que te hace sonreir, con la sonrisa dulce que tú sabes tener.
Yo de ti lo aprendí. No llores, piensa en ti.
Me llevaré tu llanto y yo lo haré fluir a través de mis ojos,
a través de mi ser.

Para eso soy mujer.