Armando Diaz Davila

Dulce niña.....
eres el espectáculo de mi vida..

Un día te descubrí sonriendome,
mientras la brisa del mar jugaba
con tus cabellos, en tu rostro bonito.

Esa vez me robe la sonrisa y la guarde
en mi corazón; de ahí nunca salio,
se quedo conmigo para siempre.

Sensual y tierna como una sirena,
es la niña de mi sonrisa,
es la niña con vestido azul turquesa,
en la mas armoniosa comparsa con su piel
bronceada y morena.

Eres el cuadro mas exótico y bello,
porque el azul turquesa es tuyo,
porque tuyo es el mar...
La niña que me enseño todo lo mujer que era
sin dejar de ser la niña del mar....

La niña que tomo mi mano, la puso
sobre su piel, y me enseño como vibraba,
que tomo mi mano y la puso en su corazón,
con la ternura sensual del mar...
Siempre generosa conmigo, siempre bonita,
siempre me tomo hacia su cuerpo exquisito.

Dejo que mis manos rodearan su cadera
y así; se obsequio a mi.....
Siempre bella, siempre hacia mi, siempre mía...
La niña que se volvió mujer para mi
y que se fue del mar para estar conmigo..

La niña bella que se robo mis ojos,
porque nunca mas volví a ver algo mas bello.
Porque no hay nada mas hermoso
que tu, niña del mar....

Mi niña yo te devolvere al mar y me iré contigo
y al mismo tiempo a las estrellas, pues cada
vez que tome tu alma y tu cuerpo, la luz de
las estrellas me llenaran de paz.....

Te seguiré hasta el fondo del mar turquesa,
donde las estrellas de mar son esmeraldas, rubíes y
flores de colores y haré de ellas mi jardín;
para vivir siempre en la casa, de mi niña del mar......