JESUS ALBO, México

CONTACTO.

Temblando de pasiòn cuando la veo,
un poco angustiado y con temor,
cada paso cuidando de un error,
me nace en las sombras el deseo.

Sabiendo la osadìa que me espera,
la piel se enciende como el fuego,
con mirada suplicante ante su ruego
la sange ya se agolpa como fiera.

En tinieblas transito con el rezo,
tratando de alejar todo reproche,
al contacto de piel, me quedo preso.

Mi complice, lo obscuro de la noche,
donde entrego calor en cada beso
y quito las prendas broche a broche.