Rolando Revagliatti

“El Arte de Amar”


Es aunque Dios no lo quiera que te amo
o te necesito
Dios no lo querrá pero sucede
que te necesito (o te amo)

y te sucede que aunque Dios no lo quiera
-es verificable: ostensible, incordioso-
vos me amás

Me amás
o te desborda el metejón
y te crispa que pudiera
yo
-en felicidad-
revolcarme con otras

o lo que te pasa
es lo que me pasa
y nos sobrepasa
y no es amor sino engrudo:
susceptibilidad sensorial
determinismo de la pulsión
regionalización de la libido

y todo este entramado de imprecisiones
pero furiosas
y hasta imperiosas
es lo que le jode a Dios

y nos fastidia porque desafiándolo
le descubrimos cuánto trasunta la
desaprobación
y hasta le comprendemos la tesitura
(formación de su asco)

Y aunque Dios
no lo quiera.

Isabel Llorca Bosco

DISPERSIÓN
de Isabel Llorca Bosco
Lucas, 21,33

Pasarán mis palabras
como el quejido de los gatos pequeños que comen las raíces de la lluvia,
que es preferible ahogarlos –según dicen- antes que pasen a mayores.
Pasarán mis palabras, Señor, y no cambiará el mundo.
No seré más libre,
ni habrá menos lugares vacíos desde siempre.
Pasarán como el agua por los vidrios,
aunque queden después sucios y opacos
como el río de mi ciudad,
que de tan solo
sólo tiene una orilla.
Y si llegan a desprenderse mis palabras,
de mí sólo quedará
la forma de mi boca
en un callado grito.
Toda totalidad se habrá perdido.
A nadie le importará comprender.
Si tengo suerte, alguno levantará un fragmento
de mi rompecabezas
para hacerlo jugar en otros marcos, cambiándole el valor.
La eternidad del que escribe
es esa ráfaga de otoño.

Polis Literaria
Blog literario realizado por Isabel Llorca, Agustín Romano y Héctor Zabala.

Eduardo Francisco Coiro

ORACIÓN


Creo en la bendición de Ramón.
En el saludo del Zuzo.
Y en la mirada del cura en bicicleta.

Creo en Ramón el ciego.
En Zuzo que es gallego y zapatero.
Y en el cura que va y viene en bicicleta.

Creo en Ramón que en su voz santiagueña
me dice "que Dios lo bendiga",
cuando en la escalera de la estación
lo encuentro sentado en su puesto.
Con la palma abierta.

Creo en el Zuzo que es gallego y zapatero.
Y mientras espera clientes que no llegan
saluda como un vigía.
Como se saludaba a lo antiguo y a lo lejos
moviendo el brazo en 180 grados.
Confirmando que todavía estamos ahí
Para darle alguna persistencia al mundo.

Creo en el cura que va en bicicleta bajo sol
o lluvia, todos los días a la misma hora
con su mirada hundida de gringo obstinado.
Para dar misa a las internas del psiquiátrico.

Creo en el saludo del zapatero sin clientes.
En la bendición del mendigo ciego.
En la mirada sin padre
del cura bueno al que llamamos
-de pura costumbre- "Padre".

No creo en ninguna institución
que administre la palabra "Dios".


HUGO PATUTO, PERGAMINO, Argentina

ESPEJOS QUE HUYEN DE LA SOMBRA

Al otro lado del amor una consigna:
espejos que huyen de la sombra
para desbocar el anhelo con piedra,
la dulce provocación que no reclama
ni juzga dentro del papel borroso.
Convocar a la sangre, áspero eclipse
teñido con el vuelo de las manos
traer la ciudad a una garganta
como saben hacerlo quienes acechan
con el denso regalo de la mentira.
Y la sal, testigo
y la duda, presente
y los cuerpos, lejanos.

Rodolfo Gabriel Graff

Deseo ser poesía

Solo quiero ser poesía
tantas veces te abandone
tantas como pude
solo deseo escaparme de mi mismo
cuando de pronto me abandono
y me vuelvo a reencontrar.

El hastío se ha saciado
de prejuicio y amor.
El desencanto es la noche
la desconformidad, la vida.

Solo quiero ser letra
para dormir en cualquier espacio,
tanto deseo ser tesoro
y oculto ante los ojos
dejo un mapa de huellas.

Solo pienso en ser destino
y bajo el sol
la historia es tan subjetiva
trepando en el tiempo
como una escarapela de honor.

Solo soy poesía
poesía y nada mas.
Solo conozco mis versos
mis palabras y nada mas aun.

Tan solo disfruto del encanto
que perpetua en mi corazón.
Solo con mi soledad
y con el viento del mundo,
hipnotizo miradas
escabullendo las sonrisas.

Solo la divinidad de tu voz
mi mandato de ángel
y la fe en una oración.

Solo el llanto es poesía
y me pierdo en el camino
tus brazos siempre abiertos
pero no los encuentro,
tan racional, tan escéptico,
tan sediento de sed.

Solo comulgo con la gloria
y tal vez, sola vas.
Solo conmigo mismo soy
un poema mas
después de tantas lunas
solo deseo ser poesía.

Cabalgando el salvajismo
y mi simple mensaje
que me hace tan vulgar al escribir
no creo que sea poesía.

MARIA RITA GIL

MARIPOSAS Y MURMULLOS

Sobrevuelan murmullos
enjambre etéreo y lejano.
Me detengo y enmudecen
andando vuelven.
Disparo notas al aire
trepan se ensanchan
tiñen el espacio
y
el jilguero calla
el río seca
el árbol muere.
La fuente despereza
dos guijarros suspiran.
Borro el horizonte y
trazo un círculo cuadrado.
La madeja enreda y la desando.
Bajo el hilo enmarañado
mariposas sobrevuelan.

MAGDALENA PIZZIO

Mensaje en la lluvia

Las gotas cantan alborozadas
en las charcas nuevas
el cielo escanció su vino
en nuestra tierra sedienta.
Acuarelas que relucen vibrantes
desde la Patagonia desierta
follaje y greda entremezclan
sus colores y aromas profundos
el manto gris lloró sobre ella.

Hermosa danza saltarina corre
cañadón abajo por la estepa
la lluvia calmó esta sed de vida
de la mano de esperanzas ciertas.
Cielo y tierra se han reunido
una madrugada de esas
cualquiera
ese abrazo tal vez nos señale
que ya es tiempo
de realizar nuestra quimera.

Teresita Zapata

Amor en diagonales...
Como dos fantasmas. llevando estrellas en los ojos ´
como dos gaviotas que se perdieron en el ocaso
.atravesaron las lunas suicidadas por amor en los faroles.
El viento, en las esquinas, intentaba robar sus almas
perdidas en letras de tango, en un doblez del libro
que rodó por el suelo,
pues más valía el amor,
el beso bebido hasta el fondo,
la tibia desnudez incendiando la noche
Lejos quedaron los pasos, penumbra y adoquines,
Pálidas las luces, envueltas en la bruma, desarmaron andamios de cielo,
Un tren partió en dos la noche hacia otras madrugadas.
Ellos fueron el indiviso amor , la sed , la nostalgia , la vorágine.
los calendarios , el vino, el camino, la palabra, el abrazo.
un tango cantado a media voz-...

RAQUEL GRACIELA FERNANDEZ, Argentina

UNO DE ESOS DÍAS…


“En alguna parte un poeta piensa.
No tenemos necesidad de la luna,
la cabeza es grande,
el mundo está atestado”.
Antonin Artaud



I


Desconsuelo. Ningún pañuelo sosteniendo la lágrima que se exhibe, deshilachada, en la punta de mis ojos. Ninguna luz intermediaria entre la carne y el miedo.



II


Agotamiento de ser y padecer, de atragantarse con bilis y con coágulos de extraviados humores, con asépticas soluciones clínicas que caen en un vacío donde sangran las costuras del alma.



III


Lo que me busca en mí no me encuentra. La ausente que soy, ocupa un espacio de silencio en el exilio de los otros.



IV


Ejercito el lenguaje de la memoria con vocación de nudo desatado sobre la tempestad de lo perdido. Cada palabra le arranca un gesto a la gramática de la ausencia. Digo “agua”. Y me muero de sed.



V


Un lugar de encuentro. Un lugar de revelaciones sepultado debajo las cenizas de lo que fue y será. Quedan las voces, pero no son mías.



VI


Vengo desde un útero grosero que me arrinconó contra las cuerdas de la vida. Voy hacia un eclipse que se repartirá mi sombra con las pocas estrellas que queden, después del abismo.



VII


El mundo está atestado y, sin embargo, hoy ceno sola.



VIII


Mi mortalidad no subyace bajo los cráteres del estúpido satélite que no necesito para justificar un poema mediocre: el retrato de mi finitud nada tiene que ver con la luna.



IX


Tampoco necesito los jazmines para referir, con un dulce espanto, que lo bello se pudre.


X


Un pie que avanza a ciegas, cada noviembre, y describe el vacío.

Aucó - Marta Susana Siciliano, Buenos Aires, Argentina

LOS QUE NO PUEDEN LLORAR
Los que no pueden llorar
no son fundadores
de pequeños lagos.
Sus ojos son
como un río seco en primavera.
Los que no pueden llorar,
deshojan el silencio
entre sus manos
y un torbellino de interrogantes
atosiga su pensamiento.
Su río de fuego
aumenta el caudal
cada vez
que el dolor llama a su puerta
y el rostro, luce, indiferente,
la coraza de los días grises.
Los que no pueden llorar,
tienen un profundo cansancio
en la mirada.
Tal vez, será,
que en la bitácora de sus ojos
se ha petrificado la tristeza.

Douglas Bohórquez (enviado por Gregorio Riveros)

RECARIO

A veces uno es el desasosiego
la falta de elegancia
un modo de ser hostil
desajustado
uno vive así:
definitivamente precario.

JUAN SAGARDIA - SANTOAMOR

SECRETOS DE AMOR

En el envoltorio grisáceo,
las golondrinas
dan lugar a una blanca nube.

La alianza del ciclo y mi mente
juegan en el día con un sol juvenil.
el farol alumbra un rincón en silencio.
La plena corporación de un
ángel
levita sin que lo vea.

No anhelo quimeras que sean falsas
ni comité de bienvenida que no se deseen
y solo paseen su hipocresía
para no quedar mal...

Disfruto lo alcanzado.
marino cuerpo en la distancia
a última hora el crepúsculo se va
con sorprendente
autenticidad.

Es bueno salir a la calle y que localicen
a alguien que hable de amor.

Alcanzo el esplendor advertido.
en la
banda de voces que piden destino
en la cumbre de mi corazón.

Andrés Arias, Venezuela

VISIONES

He visto y tenido
en medio de amaneceres anegados
tropiezos premonitorios
------------con los pájaros más negros de la noche
y he pisoteado sus eternas disipaciones.
Los hálitos maléficos de los montes
------------anuncian lastimeros rostros
-----------------------anulados en el centro de la alcurnia.
Borrando conjunciones
----------el horizonte es piel indescifrable
y como huye el silencio
al lugar recóndito del adiós
sueño
un camposanto con colores familiares
abatido
por recuerdos simples
que sacian la sed peregrina
de mis sentimientos inmortales.

.........................................................................................................................................






Ardido de deseo
me hundo en la noche
--------------------de las palabras
pronunciadas sin aliento
sin poder descubrir mi pobreza
los secretos designios de tu nombre
inclinado a tocar mis maderas
abofetear mis absurdos demonios
y despoblarme.

.........................................................................................................................................

Mujer de avena
las horas tienen alma de cuchillo
noche avena y miel
fue mi pan
ingeniando encuentros
reviviendo
todo el encendido fragor de la noche
----------------------------------------del insomnio
y la batalla que aprendí a librar
en las menudencias de tu pelo.

GRACIA GADEL

A tus Ojos

Si la vida me diera un instante a tu lado,
para mirar tus ojos y bañarme en el ámbar,
de las aguas que duermen en el fondo dorado,
de tu mirar tranquilo que cobija tu alma.

Sumergirme quisiera y ondular sin reparos,
siguiendo la corriente de tus aguas silentes,
con mi luz encendida hundiéndome en el claro,
de tus ojos que a veces detienes en mi frente.

Nada mas yo quisiera que mojar mi velero,
navegar dulcemente con el ancla levada,
y dejarme llevar por la brisa y consuelo,
que levantan tus parpados al llegar la alborada.

Una mirada abrazo, una tierna mirada,
izan anchas mis velas como si fueran ráfagas,
anclada en tus pupilas, tiernamente quedada,
me rindo a tus ojos en tu amor alojada.

Amado que te llevas contigo mí consuelo,
sin comprender siquiera porque amo tu mirada,
levanta las cadenas de esos dos tus luceros,
y déjame viviendo para siempre en su calma.

EDUARDO COIRO, Buenos Aires

A LA CARNICERÍA HAY QUE IR CON PLATA...

Él necesitaba escribir.
A primera hora, cuando los zorzales cantaban a la primavera. Mientras su mujer e hijos dormían...
Él quería escribir.
Hasta la media mañana al menos, cuando empezaba a escuchar a su mujer que protestaba desde la cocina:
-“A la carnicería hay que ir con plata”.

-Seamos vegetarianos y felices. –le contestaba a los gritos desde la habitación.

No tuvieron que cazar para comer perdices.

Ni dejaron de ir a la carnicería.
Ni fueron felices.


Él, no escribió nunca más.

Diana Poblet, Buenos Aires, Argentina

Semáforo Rojo
Resta voz sólo para los que escuchan
pero es una voz angosta
para oídos de pared
crece silencio en bancos de plaza
duermen hambreados en la vereda
a rayos y lluvias vestidos con harapos
abruma todo el olvido
ya no tolero: una monedita por favor
no puedo con esos ojos pescadores de miserias
quiero un minuto de ojos nuevos
con tostadas y café humeante
ojos que lean clasificados posibles
y consigan trabajo antes de la noche
ojos adonde madrugue una esperanza.
Los míos se han vuelto sólo un reflejo
evalúan al mundo que aún atesoro
como posible.
Hoy
frente a todos mis espejos
encontré esa mirada impredecible
aquella que alguna vez,
encendió la mecha.

Juan Disante, Buenos Aires, Argentina

por Juan Disante, Buenos Aires, Argentina

Supongamos que usted una mañana se despierte,
se siente en el borde de la cama,
se mire el cuerpo,
se estire como un gato
y apretando el riñón con su índice,
diga bueeéh…!
Supongamos que una mañana usted se despierte…
poeta.
Supongamos.
Que deposite una gota de esternón
sublingual,
estire el regreso de un deseo,
y frente al ingreso ventanal del sol,
se hamaque.
Que levante las cuatro sotas que dejó tiradas anoche,
le recorte los tacones,
y al periódico del día lo salpique
con matecocido y porfía.
Que le den ganas de dibujar bocas y zapatillas,
dejar escapar todos los adjetivos por las mirillas,
perseguir en paños menores a la metáfora menor
por toda la casa.
Que de repente se le aparezca la letra jota
minúscula,
y aquella vieja historia de la música,
secrete.
Que los sedimentos sedimenten,
los nutrientes refrigeren,
los amores platonicen,
los perdedores ironicen.
Digamos, que a usted no le interese más otra cosa
que la semilla,
el desentono,
quebrar el semen.
Querrá fatigar el suburbio
si devino poesía,
resoplar su potrillo.
Vamos a suponer que sale a la calle en puntas de pié,
que salude cortésmente a una señora con sombrero.
“Buon giorno”
y en vez de una flor le obsequie un soliloquio.
Por un momento, supongamos
que al doblar la esquina del buzón
vienen a su encuentro Alejandra Pizarnik del brazo de
Julio Cortázar,
lo besen como a un viejo cómplice
y se vayan los tres abrazados hasta la última mesa
de un bodegón malhablado
a describir, muertos de risa,
el rechinar de los pecados
que pasan
en fila india… uno a uno.

Piénselo.
Una mañana desatinada
usted debería suponer.

Morus Gómez, México

LLUVIA DE OTOÑO

Otoño me invade son su lluvia
llenando mi noche de nostalgia
buscando el cobijo de tus brazos
evocando momentos tan deseados.
Como incienso me invades esta noche
aroma que enajena mis sentidos,
a ciegas me guías lentamente
usurpando la cordura de mi mente
estrujando mi corazón entre latidos.
Mis manos buscan tus senderos,
mi cuerpo tu fuente de deseos,
mis labios no dejan de nombrarte;
sed tengo de tus sueños,
Hambre permanente de tu cuerpo
Mi alma se envuelve en el dilema
De amarte nuevamente sin tocarte.

Laura García del Castaño, Córdoba, Argentina


Las vísperas crueles (El grito 2004)


Tanto terror de ser algo que provoca el adiós.
Tanta vida para no ser lo que esperan que sea.

He saltado al vacío por no poder contenerme la altura necesaria.
He repasado los miedos, para comenzar a hablar con la boca llena de miedo.
Pero tanta ira de corazón pequeño, insuficiente.
Tantos pájaros me comí en el camino.
Tanto bautismo original no profesado.
Tantas manos para no abrir una puerta,
manos domesticadas para no cometer lo que deseo.
Tanta inasistencia a los días que siguen izando el sol.
Y el error para enterrar una casa.
Tantas cartas para responder.
Tanto cometer olvido por la fuerza.

Pero ningún dolor completamente elemental y merecido.
Tanto trabajo formalmente corruptible,
y tanta gente de recta predisposición entre las piernas.
Tanta boca injustamente impracticable.
Lágrimas que cayeron al río.
Tanta pobreza formando cirujanos de cartones.
Tanto suicidio con un pan al borde de la boca.
Tanta sed en los ahogados,
pero ningún obispo para un transplante de médula.

Ninguna fiesta al día siguiente de la fiesta,
ni un invitado más en la suerte de pocos.

Tanta mentira de piernas rotas.
Tanto nicho con dedos salientes de la tierra.
Tanta teoría de ángeles, tanta práctica homicida.
Tanto amor platónico y enunciado,
tanto odio anunciado y efectivo.

Libertades expuestas, castigos impuestos.

Tanta guerra globalizada, tanta impunidad privatizada.
Tanta soledad de gente sola.
Tanto papado y ninguna madretierra.
Tanta falsedad de curso legal.
Tanto ladrón de guante blanco y manos regordetas.
Tanta ausencia de cuerpo presente.
Tanta asistencia de desaparecidos para interrogar.
Tanta madre soltera de la poesía.

Para seguir rezando el daño de mil plegarias,
con un verso, una piedra y otro golpe para seguir cantando.


LAURA GARCÍA DEL CASTAÑO / CÓRDOBA, ARGENTINA

Ana Lucía Montoya Rendón, Colombia

SORDOS






Lento, muy lento...



Sin voz,

sin susurros de viento.



Ojos displicentes sobre la espalda

helada puñalada trapera

daga desdeñosa indigna del seppuko.



Lento, eternamente lento...



Abúlicas palabras

yacen sobre las llanuras

atentas al añorado desenlace

placentero sueño de los justos.



Cubiertos de tierra tu rostro y el mío...

Múcuras amasadas con manos yertas.



Lento, desafiantemente lento,

ocaso de la raza sopla sus lamentos.

Motas tristes las nubes nos esperan.

Remontan el silencio

los chillidos de los cuervos

como goznes infernales

responsos craquelados

para una moribunda.

Al fondo de la escena

echada sobre la estera

famélica muere la Cordura



Gotas de lluvia negra,

ónices sobre los suspiros secos

resbalan por las mejillas de los pueblos sordos.

Morus Gómez, México

Dejas



Aun siento tu aroma en el aire

fluye en mi mente tu silueta,

danzan tus dedos en mi piel

suspirando me encuentro por tu ser.



La noche se llena de nostalgia

camino mis besos nuevamente,

imagino tus ojos y tu piel

hueles a incienso de la noche

llenas de paz todo mi ser.



Tatuaste mi piel con tal locura

la batalla perdí entre tus brazos,

manantiales nacieron de tu fuego

naufragando quede en tu regazo.



Distancia , distancia que llega siempre

dejando tu hueco en mis brazos,

tu aroma en el aire que respiro

tus caricias arrullando mis latidos,

y mis labios pronunciando que te amo.