Jorge Humberto, Covina, Portugal

DESCALZA POR SOBRE LA HIERBA



Descalza por sobre la hierba, pote en la
cabeza, manos a la cintura,
caminar gracioso, todas las mañanas,
rumas directo a la fuente, de sus aguas
cristalinas, y allí quedas, por momentos,
escuchando, el sonido de la naturaleza y el
galanteio de los jóvenes,
hechizados por tu sencilla belleza.


Como que, avergonzada, a medio,
a tantas palabras, dirigidas a tu persona,
percibiste lo súbito flujo de la sangre,
yendo a instalarse rapidamente,
en tu rostro, femenino.


No perdiendo la compostura,
ya con el pote, lleno de agua, sin muestras
de cualquier esfuerzo, lo llevas a la cabeza, y,
encontrado el equilibrio correcto,
sin mirar para tras, un instante siquiera,
de nuevo, manos a la cintura y de
pies descalzos, por sobre el fresco de la hierba,
gradualmente caminas, de vuelta a la aldea.


Y llegada la noche, abierta la ventana, de
tu cuarto, apasionadamente esperas,
que de entre los árboles,
aparezca la figura, de tu deseado poeta.

Johnny Barbieri, Lima, Perú.

III
Lo azul era pequeño
el raudo giro a la derecha era pequeño
el cielo poseía lo azul de tu confín soñado
lo sucio de tus ojos
dos nubes engrapadas a lo largo de tu existencia
el piso del cuarto estaba cargado de polvo
las bancas de los parques estaban cargadas de viejas cicatrices
un árbol sin hojas exhibía sus pulmones enfermos
un perro desconocido excavaba hasta perderse bajo la tierra
las calles estaban vacías largas como nunca
toda esa vastedad de imaginarte se había reducido
a un par de imágenes fijas monótonas
que se hacían indistinguibles
atrás quedaban los vanos gritos
los atajos a la noche
el ir a no sé donde con los muñones de una utopía
en la mano
sólo ir perderse largarse de inmediato
envejecer en un rincón cualquiera
a solas
y morir de una vez para que todos te olviden.

(del poemario La virgen negra de Johnny Barbieri, Ediciones Noble Katerba, Lima, 2003)

Rafael Mérida Cruz-Lascano / GUATEMALA

A la Ceiba

Burilo en tu corteza mi región,
Como el aire que cruza la campiña.

Y se me figura una religión
que cinceló a mano mi mismo Dios,
su sinfonía al cerro parte en dos
su danza en el viento hace una canción.

¡OH Ceiba! Vuestra hermosura no engaña;
así como le das sombra al viajero
y una nevada flor para la araña
asimismo ofreces nido al jilguero,
majestuosa sombra la tierra baña
vigorizándola cual jardinero,
profuso vegetal es tu vestido
en donde florece lo ya vivido.

MARIETTA MORALES RODRÌGUEZ / Chile

Bogando por un río de cerveza
las ansias sumergir bajo la espuma
como quien en corriente va y se suma
sonando por el flujo la cabeza .
Cogido , en el naufragio , de la mesa
contra el oleaje ronco de la espuma
Sentir el cuerpo entero vuelto pluma
y dentro el corazón , casi pavesa .
Y así volar sonando por las nubes
por cielo , viento y luna y por estrellas
por canto florecido va y se sube .
Así como mecièndose entre ellas .
La tierra mueve verde la cintura
y así nos vamos potros por espuelas .

DENISSE VEGA FARFÁN, Trujillo, Perú

ignoro lo que pende en mí
si un rayo un búfalo muerto
o un jardín de estacas
a punto de clavarse
le huyo a la noche
al sol de los paganos
me alimento con el pan que nadie quiere
me embriago con el silencio que el hombre ignora
duermo sobre el ombligo de una acémila muerta
que es mi nombre
escarbo su pelambre aromada por desollados frutos
de pureza
no poseo un rostro definido
mi piel está hecha del cuero de muchos animales
mis órganos son los frutos
de alguna mandrágora venenosa
mi historia es el tartamudeo
de cada dios inexistente
mis ojos son humo
y humo azul mi lengua
todo canto que llega a mis oídos
se convierte en plaga
no conozco padres
soy la consecuencia de varios apareamientos
probablemente la marea que sube y baja en mi cabeza
es producto de aquél entre un salmón y una loba
no sé dónde permanecer
si en la tierra en el agua
o en la atmósfera que tiene la expresión
de un enorme ahogado
que licua el universo
mi nombre está detrás de todos los nombres
pergeñando sus vestidos
tratando de descifrar cómo dignamente deben morir
las especies como yo
no sé si por mi rostro corre azufre
o las resonantes palabras de los muertos
por tantos siglos antes de los siglos
algo parecido a la sed y la ondulación de la abeja
me ha desgarrado la nuca
animal de ceniza
esteparia sangre
coágulos de cieno mal zurcido
mi sombra ha abandonado los espejos
y desaforada ríe
en el dintel de las cosas
el sol de aluminio ha caído
anidándose en mis vísceras
la eternidad y sus hierros
se han desplomado sobre mis hombros
el hombre de lata golpea y golpea
su ciego tambor bacante
busca entre sus despojos un charco limpio
para alzar un torrente
de fuegos de sílfides de escamas
intenta anudar las corrientes en un solo verbo
con manos impropias
hasta para amar a las piedras
no ha de herirme
no ha de verme
aunque lo embista con una antorcha viva en sus ojos
pero sus hilos como máquinas
jadeos de un ángel desvanecido
al ras de mis talones
el reptil que adivina el paisaje
y delinea la frontera
las escalas
los descensos
el cebo atorado en la garganta
la soledad desde la primera culpa
el obituario
he de retirarme de aquí como un ciego
que arroja el bastón
he de cubrir con cal mis señales
saltar sobre esas cabezas soleadas
que no voltean la noche
ese amor de caucho
removiendo la polvareda
De “Una morada tras los reinos” (Centro Cultural de España & Lustra Editores, 2008)



► DENISSE VEGA FARFÁN (Trujillo, Perú, 1986).

Jorge Contreras Herrera, México

Escribirte


Escribirte es poner a remojar las esperanzas

crear un oasis en medio del silencio

lanzar un coagulo de emoción en palabras

es perder la paciencia de callar

escribirte,

es dejar caer las venas como látigos

mirar los ojos del verdugo y ver que esta llorando

escribirte,

es una transfusión de alma a las arterias de tu espíritu.

Escribirte es tratar de salvarte del olvido.

M. Carmen Guzmán, España

CAMPANAS DE LA MAÑANA
Resonaron campanas
al alba, alboreando,
repicando en los ojos manantiales de luz.
Aldabas en las puertas,
sirenas en los puertos.
A rebato, arrebatando al día
su silencio posado en las antenas,
las tapias, los tejados.
A fuego, apaga sueños
que consumen la voz en las gargantas
con un rayo de fusas confundidas.
Diluidas en ondas,
mecidas por los tenues diapasones
del aire adormecido.
Repican las conciencias,
se acaman los trigales.
Se tensaron los cables del telégrafo
formando un pentagrama,
y las negras corcheas, los pájaros del alba,
cantaron al compás de las campanas.
Una gota de agua se ha colgado,
badajo en los olivos,
como un verde bostezo de metal.

HERNAN TENORIO, Argentina

Unos ojos tibios en una noche clara
mirando el reflejo:
dos pinos en el agua.
La Cruz del sur es una estrella solitaria
que en un rincón del cielo llora palabras;
y danzan mil ciervos al escucharlas,
y soplan los vientos para callarlas.
Insisten, junto al viento,
las frondosas ramas
para verse bellas en el agua.
La Cruz del sur es una estrella solitaria
que en un rincón del cielo llora palabras;
y danzan mil ciervos al escucharlas,
y soplan los vientos para callarlas.
De tanto mirar hubo un destello
y se le irguió el cabello
llegando el alba.
La Cruz del sur es una estrella solitaria
que en un rincón del cielo llora palabras;
y danzan mil ciervos al escucharlas,
y soplan los vientos para callarlas.

Héctor, Miramar - Buenos Aires, Argentina

Ser libres

Ser libre de los condicionamientos que nos impiden vivir
Ser libres de los estúpidos prejuicios que se constituyen en obstáculos y resultan ser mochilas muchas veces difíciles de llevar.
Ser libres de las culpas que fuimos acumulando a lo largo de la existencia.
Ser libres única meta hasta que podamos decir que somos libres hasta de la propia libertad.

Analía Pinto, Buenos Aires, Argentina

las manos siempre piden lo imposible

(pedacitos de su corazón
el bocado azul de su boca
la oscura hondura de su espalda
ese pan que huele a dios)

las manos vuelven a pedir
lo que ya es imposible restituirles

(2008)


sólo los signos se salvan por ser signos
y ajenos a la nada que nos arrastra
permanecen iguales a sí mismos
imágenes acústicas de lo que no podemos alcanzar
ni arañar siquiera
con nuestras manos frágiles
hechas para la caricia
también el golpe
y para el amor que mata

cuando los signos lo atraviesan
de tiempo pasado

(2008)


en la antesala de las máscaras
ocultas por el follaje de la noche radiosa
bien guardadas
lejos de la indiscreción
las lágrimas celebran su conciliábulo
golpean esas puertas oscuras
por donde la noche se escurre
debajo de los párpados cansados

justo antes de cerrarse
vencidos
por el sueño redentor

(2008)


NORMA PADRA – Buenos Aires, Argentina

PÉTALOS

Hoy de las tumbas despiertan los ángeles
escucharon tu corazón sufriente
van hacia vos, colmados de perfumes
y música celestial.
Llevan en el cesto, pétalos de lirio,
salvia y nácar
a ese lugar extraño de la memoria
donde no existe el vacío.

SUSANA RODRIGUES TUEGOLS, Buenos Aires, Argentina

HAY QUE AHOGAR AL AMOR



Hay que ahogar nomás… al amor de siempre

el tiempo lo advierte

ya no sufre más…



Ya no limpia estelas en la mar abierta

y no suda tintas

en escritos nobles.



Hay que ahogarlo ,sí … porque no contempla

a los firmamentos

ni enciende futuros.



Se han hecho noctámbulos los trazos oscuros

de especial estima

y no cantan dulces

nuevas melodías.



Contemplo mis alas …se han ennegrecido

y sin vuelos mueren

de tanto desear.



Debo aullar los miedos… labrar los silencios

estarme callada

hasta que amanezca

y aromas en celo

comiencen a hablar.



SUSANA RODRIGUES TUEGOLS

Pablo César Pereyra. El Palomar

LA PEQUEÑA MUERTE
Me relataste acerca de tu soledad.

Que, de vez en cuando,
guardas tu corazón en el freezer
en envoltura delicada para que
no se arruine el terciopelo
junto a la seda fina
de tus íntimos pensamientos.

Te imaginé en tus sobresaltos
al oír el ruido del ascensor
y de como el abrir y cerrar de esas puertas
te proyectan la película de las lucecitas
que viborean por debajo de la ventana
entrando a conversar con tus miedos.

Abriste el grifo de la ducha
-me contaste-
con la piel bañada
por chorros de luna:
un frío erizo te corrió
por los huecos que no
alcanzabas con las manos.
Azulejos grises tus ojos,
reinos del carmín tus labios.

Retornaste al cuarto sin vestirte,
prendiste sahumerios de manzana
en la penumbra congregada
de pequeños diablitos reidores,
ebrios de un fruto así maduro.
Te arrellanaste sobre la cama
-según me dijiste-
con los pies y el sueño fríos,
desmelenada, con exuberancia
de sombra hecha bucles en el cabello.

Pestañaste de universos
al inundar tus ojos de abandono.
Enmudeciste el teléfono al
toque leve de tus dedos y
lentamente floreciste la noche
de tu bella agonía.

Pablo César Pereyra, El Palomar, noviembre de 2008.

Muros de azulejos

Últimamente no llevás cuenta de tus risas,
dejás que el río vaya jugando con tus pies
que desnudos son alga y corriente mansa,
ritos que juegan a las escondidas con el agua.
Los días pasan pero no así tus miedos
descansados en tierra húmeda y germinando
en selvas de frondosa enredadera al sueño
peinado en fragancias de lociones inquietas.


Yo hecho río voy lamiendo tu piel mojada
para luego ir pasando hacia el infinito costero
encajonado por arboledas de manzanos
coronados por frutas compradas en museos
de cera y puestas sobre el centro de la mesa.
No te mirás en el espejo que no te refleja:
velada está la imagen, Estrella (la luz te ciega).


Decís que sos sabia sin savia,
pura hojarasca muerta con vocación de fogata,
aquella flor del Hombre de la Arena,
esa muñeca tan venenosa como inventada.


Últimamente soy más río y menos quebranto
y ya no extraño la mojadura de tu piel húmeda,
ni saco cuentas de la risa que perdías
en la búsqueda inútil de los capullos inmortales.


Últimamente yo me baño en propias aguas
y dejo que se pudran lentamente todos tus pétalos
por la orilla de la corriente encrespada.


The Raven. / Edgardo / Argentina

CONVOCADO

Rescoldos del fuego bruñen mi sangre
y se erige mi figura que lame
los charcos de vidrio sobre el campanario
en fría dimensión de un ángulo oscuro.

Me convocan del grito al rugido,
trepana mi esencia batir de mi vuelo.
Voy desnudo sangrando la boca y el beso,
no hay verbo que pueda explicarme
el ardor que ha convertido mi alma
del rezo quedo a la garra que abate
esa prisionera piel que en rito
nuevamente me eleva del espanto.

¿Acaso crees que soy un regalo
por un tibio ángel dado?
Soy un beso de íncubo extraído al
fuego y vertido directo a tu ahogo.

Cuando la clemencia no se haga
y sea el vicio de tu propio placer
adherido a vos sorbiendo tu calma,
entonces sentirás lo que el deseo
en puro impudor ha producido.

Rayo de mis propias tormentas
te haré sentir caliente el látigo
lloviéndote los muslos hasta el vientre
me iré bebiendo el temblor de tus desiertos
tiñéndolos en totalidad de azabache.

Mejor hubiese sido dejarme dormir
el hielo de mis quebrantos.

The Raven. / Edgardo / Argentina

LA TEMPLANZA
Intenté ser el filo de un cuchillo
en el banal delirio de agudizar
a la forma de un arpegio los sentidos
para llegar a esclarecer el olfato
entre la penumbra urdida de maleza.
Me arrastré sobre amarguras y hendido,
malherido perdiendo noches enteras
aullándole a las fétidas imágenes
de vírgenes inútiles e incomprensibles
que calladas sonreían en verbo sumiso.


Nada me fue fácil en tierra de espectros:
comprender la cadencia insepulta
de los muertos congregados en fiesta
y poseerme en todos ellos para ser uno.
Seguir el rastro que marcara el rumbo
con el apetito intacto por la carne de los vivos,
maldecido más que nombrado por el título
que nunca esos puros labios tengan por dicho.


Me fui hundiendo muy lejos lentamente
en océanos que auguraban tormentas
de letanías susurradas hacia mis adentros
sumando silicios y mazmorras en los cuales
mi caliente tortura era la piel de tu cuerpo.


El ardido deseo fue navío,
la sangre vertida sus velas,
toda mi estirpe sus banderas.






Silvia Loustau Mar del Plata, Argentina

2

babel de lluvia
engranaje de tules
ahondan el interior ámbar
de su sexo
durazno suave
cueva de almizcle
refugio codiciado donde bailan
sus manos.

Silvia Loustau Mar del Plata, Argentina

5

en la bitácora del cielo
escribe el destino.
un aire a sándalo
hablador de lenguas de humo
envuelve las palabras.
deposita la memoria
en los brazos
de una muñeca de trapo.


ANA MARÍA MANCEDA . SAN MARTÍN DE LOS ANDES. ARGENTINA

La dueña del mundo
Es irónico, al menos risueño, ir en un bus hacia el trabajo
una mañana de primavera y sentirse la dueña del mundo
porque sí, porque los ojos inmensos brillan , el cerebro bulle de proyectos
y las hormonas esclavizan el cuerpo. Soy la dueña del mundo.
Vivo al límite, por eso he llorado y he escrito un poema esta mañana,
tan solo esta mañana por la guerra de Viet-Nam.
El otro día, la semana pasada fue por lo de la FAO.¡ Hay hambre en el mundo!
Mientras la lluvia cae insobornable sobre la historia, arrasando las espigas
y las esperanzas. La sequía acecha, el desierto acecha. Y los pájaros cantan sobre la tierra.
Soy la dueña del mundo, no me alcanza el tiempo,
aún a los dueños del mundo no les alcanza el tiempo.
Por la tarde, mientras el sol se cuelga e insiste empujando los vitrales del subsuelo ,
ayudado por los aromas de las flores del bosque que abraza a la Facultad,
me sorprende extasiada mirando por el microscopio ; una célula vegetal
o la espora de un hongo o el perfecto cristal de una roca.
Yo extasiada, y no me alcanza el tiempo.
Por la noche el azar me lleva , el tiempo tampoco alcanza
las estrellas se alejan, mis manos, mi cuerpo no pueden seguirlas
quizás mi cerebro. sí mi cerebro, sí mi cerebro.
Amanece. La dueña del mundo comienza su ebullición.
Ocurren tantas cosas en el planeta y la familia sigue la estúpida, nociva
tarea de autodestruirse, mientras ocurren tantas cosas en el planeta.
La lluvia cae y el desierto acecha. Los pájaros siempre cantan.
Olores, jazmines, río , noche húmeda. sabores, panchos, pizzas, asados.
Crepúsculo y cerveza. Amores. Libros, libros, libros. Música, amigos,
se juega a ser hippie, bellos, comprometidos. Recitamos poemas en francés.
Es irónico, al menos risueño ir en un bus y sentirse, porque sí,
la dueña del mundo. Hace mucho, mucho tiempo. Ahora es más irónico aún.
Amanece, caen copos de nieve en mi jardín
en la cama, un cuaderno, una lapicera y mi cerebro
sí , mi cerebro ¡ Flasch! Y soy la dueña del mundo.******

Juan José Mestre, Buenos Aires, Argentina

LLAGAS

Con los estigmas del infierno te espero. Un sol amoratado me sirve de testigo. La música se convierte en una letanía de presagios, malos presagios. Las astillas del viento se hunden en mi carne ardiente. Los árboles se eclipsan en la niebla y se reducen a siluetas amorfas, casi fantasmales. El dolor se regocija en cada llaga del alma. El cielo se parece mucho a un alarido gris, de bestia herida. De repente, todo estalla en sombras rojas. No volverás. Esa certeza es la lluvia ácida que extinguirá todo vestigio de mi savia polvorienta y maloliente. Esa certeza es, hoy, mi única verdad y la postrer salvación que repica en las campanas llamando a duelo.

Manolo CUBERO – ESPAÑA

PALABRAS

Palabras montaraces
inquieren,
violando el inexpugnable azul,
su pétrea substancia.
Lágrimas melodiosas
cantan esferas paradisíacas
mientras el sueño
lame
vampiros nocturnos.

Stella Maris Taboro, Santa Fé, Argentina

Me detuve un día a preguntar por qué


ungida de mujer a este mundo llegué


junté todas las respuestas, con la mejor me quedé



elevada en una sensación sin confines ,



rocé mi vientre y allí la respuesta hallé.

NORMA ALICIA ESTUARD “NORMY”, Argentina.

EXTREMO
Temor, pena y de la noche el tiempo
que como el hielo cayó sobre el olvido
mira mis ojos rompe los desvíos
renáceme otra vez en el asombro

De encontrarme otra vez en el extremo
de morder las riberas con tu nombre
antesala de todos mis Edenes
y promesa de todos los silencios

Oscura golondrina que regresas
refugio y morada de los sueños
te pido que rescates los ardores
y te pido Perdón por los recuerdos

Descubre mi costado más amargo
rebela la ilusión que no vivimos
vísteme con tu rio de espermas en esperas
a cuenta de ese Amor!!...Amor!! que no entendí.

Marcial Salaverry, Brasil

DIOS JAMÁS TE PREGUNTARÁ


Diós simplemente tuas cuentas hará...
y simplemente mirará
lo que de bueno hiciste...
Por eso, lo premiará...
Y si tus cuentas no son buenas,
lastime tus penas...
Por supuesto el tan temido
castigo de Dios,
tu conciencia lo hará...
Dios en su divina bondad,
no castiga la fealdad...
Es el alma que nos muestra
lo que de malo dejamos en la Tierra,
porqué para allá nada llevaremos...
Nuestro castigo, solamente nosotros
lo sentiremos, adentro del alma...
Ella sufrirá por nuestros errores...
Y sentirá todos los dolores...
Sepa bien lo que haces...
Porqué Dios nada te preguntará...

Jorge Humberto - Covina, Portugal

HECHICERA ALADA



Entre jardines suspendidos, por terrazas
de mármol, donde penden las más
coloreadas y bizarras flores, mirando,
al lejos, pequeño puente de madera,
sobre el signo, de la luna llena, vistes a
noche, de sedas y de satenes.


Y la coloración, de cada una, de tuyas
piezas, de ropa, al estilo oriental,
son colírio, para ojos cansados, y,
en tuyo porte hierático, con el cabello,
cubriéndote los pies, dejas que sea lo
manso viento, a perderte, en el horizonte.


Para allá del terraza, todo parece hecho
de plata, como que magia, emanada
por ti, cada mirar fijo tuyo , o gesto
de tu mano, en una orden casi que
despercibida, a cualquier uno de nosotros,
simple mortales, intentando adivinarte.


Y en ese tu reino mágico, concedido por las
manos, de algún mago, junto de tu árbol,
de bambú, a todo dominas, hasta las nubes,
que, como algodón, si perfilan, unas después de
otras, acariciando y agitando, brillantes
aguas, para ahí recoger, el néctar, necesario.

Héctor / Miramar, Buenos Aires, Argentina

CUANDO FALTA EL DECIR

EN LA INTEMPERIE ESTAMOS,
EL CIELO ESTRELLADO ES
NUESTRO ÚNICO REFUGIO.


¿QUÉ SIGNIFICA EL DECIR?
¿QUÉ SIGNIFICA LO DICHO?
CUANDO EL SILENCIO LO ENVUELVE
CON SU MANTO DE OLVIDO

Héctor / Miramar, Buenos Aires, Argentina

Existencia


LA EXISTENCIA
VOLCADA NO SABEMOS HACIA DÓNDE,
ES EL ÚNICO FARO
QUE PARPADEA
SOBRE LO ARCANO INDESCIFRABLE.

Facundo Senestrari, Córdoba, Argentina

Cenizas sobre el cristal

Sus alas se expandieron más allá de la tierra con un rugido que sólo el cielo. Manzanos y
limoneros se envientaron y deshojaron de bronca y dolor, gastados por tanto tragar
ceniza. El suelo de cristal tintineaba sin crujir, tan papel debajo de las plumas.

Los manzanos y los limoneros reventaron en carcajadas enfermizas y casi tosieron de burla.. .
sobre el suelo de carne putrefacta...
Y hoy ven crecer briznas transparentes de hojas que no existen; cuidándolas hasta que
las ínfimas líneas rojas de cada tajo son una sola ramificación de ardor en la mano. Y
hoy lloran para que crezcan con más fuerza entre sus lágrimas. Y hoy, como ínfimas
plumas o perlas, llovizna sin preguntarse por qué.

“sólo alegrías” LOLA, España

SE FUÉ



Sentires
Dorados,
Vencidos
Amantes.

Amores
Cansados,
Penados
Dolores.

Mentiras
Enteras,
Cobarde...

Odiado
intento
Silente

LUCIA GOMEZ

FASCINACIÓN

Me quedas tú, etéreo amante de un verano loco,
Me queda una gota del dulce sabor de tus abrazos,
Me queda tu regalo en la entraña lejana del olvido,
Me queda el sonido de un violín errante y vagabundo,
Me queda el recuerdo inolvidable que dejé en la playa,
Me queda la vida y la muerte
que se asoma con un beso,
¡Me queda todo de ti y no me queda nada!



del grupo Filigranas de perder de Bogotá

Daniel Montoly, Rep. Dominicana/EEUU

EL SUEÑO DE LA MARIPOSA


“Un libro es un suicidio aplazado.”
Emile M Cioran



se pierden tus ojos en mi lejana oscuridad
como risas infantiles
y al desplomarte de la inocencia
busca tu vejez en los libros.
cuentas los viajes
al lugar de nacimiento de esa persona
que nunca viste.
las mariposas que te soñaron
configuran un rostro
al que las brújulas nunca tendrán acceso.

Daniel Montoly, Rep. Dominicana/EEUU

Viuda


En su libro de memorias
dos flores de sándalo:
una señala la página de los puentes,
otra la de los suicidas
.

--Bernardo Atzaga--



Estas gaviotas, que son nocturnas
e impulsan el corazón
al precipicio,
arrastrando entre sus alas
las últimas imágenes,
de los viejos tiempos.
Legajos corroídos,
no por la sevicia del reloj
sino por la insana ingratitud
de la memoria-
viuda y ramera
que siempre matiza de negro
los ocres rostros de los suicidas.

Víctor Hugo Tissera, Cañada de Gómez, Santa Fé, Argentina

ESPACIOS DEL SILENCIO

Me permito buscar la eternidad
en la respuesta que dialoga el olvido.
Como un pájaro de luz
cargando sobre sus alas
el extraño lenguaje,
arrastro mi ternura para poder sentirme.
Nunca es tarde para un espacio abierto
hacia el fulgor del alma.
La máscara piadosa
de los dioses sin memoria,
rescata los sonidos
de la eternidad en marcha.
Quiero restablecer
el ancestral reflejo de mi sombra,
cuando mi vida se disuelva
en el umbral que deshenebra
los espacios del silencio.


(De Desde la Luz y la Palabra)

Daniel Montoly, Rep. Dominicana/EEUU

MARTIRIO


la soledad en sus redes me hizo prisionera.
• Ana Akhmatova.-



Por ti, sería capaz de enzarzar el martirio
de una estrella fugaz
para cubrirte de infinito,
recorrería la senda de los tréboles
con la imagen de tu rostro
entre mis manos. De pedírmelo
besaría las huellas de mis carceleros.
Convocaría a los cuatros jinetes
para componer canciones
en tu nombre
y a los sumos sacerdotes
les revelaría tus secretos.
Por ti, sería capaz de ser yo
aunque me desgarre todo el dolor del mundo
y los pocos lugares en el subsuelo
de la piel indemne proclamen tu reinado
setenta veces siete.
A ti me ofrezco en sacrificio,
devórame para nacer en tu vientre.

Víctor Hugo Tissera, Cañada de Gómez, Santa Fé, Argentina

LO QUE SE HA IDO

No puedo recuperar
lo que se ha ido.
Hay un vacío de amor
en mi garganta
como un límite azul que muere
en brazos de la amada.
Quiero olvidar los poemas
que me duelen,
porque en ellos está la vida
que he perdido.
Tengo un sabor de lluvias
a destiempo,
y siento brotarme lentamente
desde un dolor que me condena.
Te fuiste simplemente.
Te fuiste, sin amarme.


(de Desde la luz y la palabra)

VICTOR ELIGIO GIMENEZ / POSADAS, MISIONES



de "Existencia" (Ed. De los cuatro vientos)




PARAGUAS

Me inclino en esta tarde ante la hondura misma
de grises y celestes evocando otras tardes.
Exhalen mis recuerdos aquellas sensaciones
de aromas y paisajes que fueran luego anhelos.

Y quiero aquellos duendes con tierra colorada,
la siesta vegetal y los juegos imberbes.
Dependen, dice el tiempo, de tu poder de magia,
no de un laboratorio, esos experimentos.

Son retroalimentos profundos y sabrosos
que me sensibilizan un puerto en este mundo.
Agudo como un viento humano y ergo cíclico
sostengo en ciertas fuentes algunos sentimientos.

Intento peliagudo se torna bienlogrado
y muchas otras veces no se desata el nudo.
Comulgo en la inocente intrepidez del hombre
que se apuró en crecer para desprotegerse.

Ejerce su influencia la enorme alegoría
de una promesa vana que sufre la conciencia.
Paciencia. Lentamente me he ido construyendo.
Fue menester el niño para ensanchar la mente.

Se entiende. No aguas estancadas ni diluidas.
Ni una fijación ni una negación. Paraguas.
O fragua de un tinte claramente vivencial.
Defender las pérdidas, la identidad alegre y triste.

Insigne relevancia les cabe a los poetas:
la ardua ensoñación de rescatar la infancia.-

VICTOR ELIGIO GIMENEZ / POSADAS, MISIONES


de "Existencia" (Ed. De los cuatro vientos)




HACIENDO CENTRO

De alguna pena con su culpa,
de muchas siestas con la nada,
de la memoria del olvido
estoy llegando,
ni mondo ni lirondo pero cierto.

De varias noches con sus muertes,
de los secretos de un pasado,
de los temblores de un naufragio
estoy llegando,
ni celestial ni casto pero cierto.

De aquella fiesta con sus restos,
de una victoria con su canon,
de la sonrisa del espanto
estoy llegando,
ni hermoso ni perfecto pero cierto.

Estoy llegando a vos
muchacha barro,
cargando con espectros y silencios,
untado con mis atardeceres,
desesperadamente esperanzado.

Estoy llegando a vos
hondo y sediento,
trayéndote suburbios y rescoldos,
escombros y pasión. Y sueños…
Y siento que estoy haciendo centro.

Luis Felipe Belloso / España

Me muero

Respiro, y mi corazón late
Sin más motivo que la inercia,
Del amor sólo quedan, frases
Que hoy su recuerdo me avergüenza .

Aquellas voces me animan
A escribir como antaño,
Pero mis musas caminan
Por algún camino lejano.

Se olvidaron de su siervo
Me arrojaron como un trapo,
Y sin saber me estoy muriendo,
Por no vivir mi sueño.

Julio Viña, Chilavert, Buenos Aires




Un sorbo de tus ojos

Dame tan solo
un sorbo de tus ojos
que contenga el iris de tu aire
y juro que batiré mis alas
para llevarte hasta el confín
del tiempo

Entona su canción el infinito
Como la arena fluye el tiempo
en la extensa mansión del universo
Las catedrales góticas del sueño
sueñan que el mundo es algo cierto

Entona su canción el infinito
en la ilusión virtual del firmamento
extraña es la canción
porque no hay música
ni xilofón de voces musitando
una plegaria
un salmo
un lamento
o explosivos bin bangs
de mundos viejos
Sin embargo se oye esa canción
con un arcano acento
que comprenden las lejanas galaxias
y las estrellas rojas
que titilan como si no se hubieran muerto.

Sostenida y silente se desplaza
sobre el muriente lecho de las horas
la impábida y eterna nave tiempo

En la nave del tiempo Dios se duerme
echándose una siesta de milenios
mientras sueña
que Dios está despìerto.

ANTONIO RUIZ BONILLA, Sevilla, España

El despertar


Y desperté piel muerta bajo
tus uñas de rapaz impía.
En ansiosos hijos que
exploraron sin fortuna desde
tu boca, los senderos que
conducen a la vida.
Elástico, hidratando cada
célula erudita que erigió
placeres a mi tacto.

Amanecí sombra refugiada
entre tus pechos amasados.
Aire asfixiado en tu garganta.
Huracán lejano en tus oídos.
En anestésicos aromas por el
horizonte de tus vellos encolados.

Abrí los ojos entre vestigios
de un holocausto que aún
rezumaba somnolientos placeres
bajo tus restos; esparcidos
caóticamente en este universo
de sosiego y de recuerdos.

Y nunca más pensé que morir
fuese algo peor que no estar
de nuevo, derramado del todo
y sin mesura, en ti.

ANGEL VALLES / MARACAIBO, VENEZUELA

POSTALES DE BUENOS AIRES

quiero caminar en la luz de las avenidas
como caminan mis ansias desvestidas
por las veredas todavía distanciadas
que hay entre tu mapa y mi mapa.
quiero inventar un recodo en la textura
de tu cielo mojado -de bruma y suturas-
quiero mirar tu luna haciendo fintas,
astillada de recuerdos blancos,
sonriendo alegre a los barcos
que se asoman repletos de sueños.
trenes sobre horizontes porteños
y unos pájaros picoteando en cariló
a unas sombras que se beben al viento
de san telmo hasta plaza serrano
trepando a los ojos se suman las manos
con los golpes sonoros de la alegría.
lamiendo algunas heridas de Sabina:
“carricoches de migas de pan, soldaditos de lata…”
paseando yo con tus colores al hombro
-y con los racimos extraordinarios de la poesía-
por las costillas de tu río de la plata
hoy me vestiré con versos perfumados
de las locas lourdes vargas y luz caraballo,
y caminaré tu puerto y por tu plaza de mayo.
habitaré la piel de un tango y comeré mangos
en mar de las pampas y por todo buenos aires.
lola mora asombrada, me sorprenderá suspirando
por un cielo naranja y lejano en playa pedro gonzález

ANGEL VALLES / MARACAIBO, VENEZUELA



Postales de ciudad guayana
lazos de sol sobre las tejas
y ansias trémulas de anhelos,
entre sueños y enredaderas
instantes persiguen momentos
y entre el cielo azul y la arena
se va quemando el silencio…
Abrigada en techos,
suelta en el viento,
la nostalgia me alcanza
larga, gigante en llamas
predilectas y geográficas…
agua quieta, tiembla,
golpea y se va…
como entre la vida y la muerte,
entre poemas escritos en hojas amarillentas,
este soliloquio dormita, sueña y se mece
entre las sombras de alámbricas palmeras
y tras la última piedra, suave se desvanece
el aroma azul de unas piraguas que se alejan…
en esta otra larga orilla de arena extraña
dejarán mis pasos, quizá su último paso
pero que un chubasco levante y lleve mi alma
hasta la tolva lacustre de maracaibo…
¡arriba mi corazón de agua dulce!
y quieta…

JOSE RAFAEL GARCIA BALCAZAR / MEXICO



Drácula estrena...amante


Lúgubre estación de tinieblas
donde reposa en gentil y pálida rama
amordazada
a veces letarga otra volanta
embozada
sed, lujuria oscura,
lo púrpura llama

Reside al eterno tiempo, de Transivania
en oscura y escarlata trampa
un aristócrata hemófago a su ansiosa dama encanta
la cubre excitado
también... ¡Con sus sombras de capa!
sus colmillos con amoroso odio
razgan aquella delicada garganta
la dama de sobrado placer....¡gggiimmmme!
mientras la vida escapa

Líquido rojo succiona,
¡La muerte Drácula, orgasma!
seca vida inmortal le transmite
con ligereza

En su ataúd, con ternura...la reposa, sin calma
(pues la luz amenaza)
su parte de no-hombre
admira su alunada y yerta belleza

¡En seguida doblemente saciado!...dulcemente se duerme

Eternamente, tiene...¡Exquisita amante!

¡ Y una pequeña gota de sangre, con su lengua...se lame

JOSE RAFAEL GARCIA BALCAZAR / MEXICO

Ojos Azules
Cayó un rayo...¿Yo?
sentí aquella dentellada azul,
huesos y cielo
corajes nubelinos
caen vencidos

Ese amor...¡mordí!
ansioso y expectante azul
flores con celos
otelo y felino
miel o veneno

Magistral estrella...-ella-
sonrisas de sandía azul
tierno reposo
alegre y metalino
con fresco brillo

Tiempo para amar...(mar)
en tierna turbulencia azul
fiero huracán
húmedo airelino
hecho de cristal

tu mirada mi tristeza..."esa"
luna en su eclipse azul
lluvia reseca
partida sin destino
huella-espalda

Consciente solo, mi oscura mente...te
aluza con mi melancolía...AZUL, AZUl, AZul, Azul, azul
tu ida de niebla
tu vestido de lino
esa...mirada...¡ZUR!


BERNARDO CUEVA GARCIA, MADRID, ESPAÑA



Déjame ser


Déjame ser
gregario de tus sueños
la tenue realidad
tejida en verso.

El ladrón que te robe
un latido tierno
primavera en tu corazón
en el mío invierno.

Página en blanco
presente extenso
sutil legado
de un amor cierto.

Déjame ser
luz en tu seno
caricia cálida
sobre tu cuerpo.

Sólo un clamor
de fuego incierto
para guiarte
mientras te espero.

La fe que yo
aún no encuentro
pero que tú
la llevas dentro.

Déjame ser
lo que yo quiero
sólo una vez
por un momento.

BERNARDO CUEVA GARCIA, MADRID, ESPAÑA


La ausencia


De la mano soledad
rompe en mil silencios y habla
nos sube y vuelve a bajar
se duerme vieja y cansada.

Vive el paso del tiempo
escribiendo la añoranza
que nace de nuestro recuerdo
como un huracán fantasma.

Resucita nombres, lugares
cuerpos, corazones y almas
escapa con la primera duda
y se sumerge en las lágrimas.

De la mano soledad
fluyen todas las palabras
se resquebrajan los sueños
heridos de muerte y calma.

No tiene principio ni fin
hasta el amor se desgarra
en un latido postrero
que nuestro corazón declama.

Es una amiga fiel
de quien espera y extraña
un pasado que se fue
que no nos devolverá el mañana.

Demián / Baradero, Buenos Aires, Argentina

"Llegó"


Llego al mismo tiempo
que las olas,
Al naufragio inevitable
de las costas,
Porque comienzo a pescar
cosas en la espuma,
navíos rotos,

Voces de metal que me hablan
en la superficie.
Llego al mismo tiempo de la ola,
Porque hay un dictado en el agua
Un mensaje hermoso para descifrar
Letras de mar que traen consigo

La pregunta principal
O una encrucijada.

Es mi hora de pescar,
A la heroica solitaria,
O al intimo navegante,
Que espera allí, en la orilla

El secreto del mar.
Y salgo también,
al encuentro de la ola,
A escucharme,
A conversar conmigo,
A piel y a agua
A sal y arena

Buscando una pequeña entrelínea
Que me hable
De entrañables ausentes
O desentierre para mi...

Este corazón,
de la arena ,
sumergido.

Norma Padra, Buenos Aires, Argentina

ERROR

En la soledad de los pasillos
por las noches las puertas
se abren y cierran silenciosas.
Pasa el dolor, el desamor,
los furtivos soldados de la muerte
olvidados avanzan
por las fronteras,
acechando una y otra vez
saboreando
el desquite
silencioso
de otras vidas.

RICARDO PABLO FRANCO / SAN MARTIN, BUENOS AIRES, ARGENTINA

Señal de amante

Toca espaciosamente tres veces el portero
no subas por el ascensor esta viejo
y hace mucho ruido, te delata
prefiero escuchar tus pasos en la escalera
los he memorizado
porque no son cotidianos
son los pasos de un amante
que me acurruca en la espera eterna
agazapado detras de la almohada
desnudo con mi infierno
sobre una cama mojada
de tantas lagrimas de silencio

Las llaves estan debajo de la alfombra
no te limpies el barro de tus pisadas
ademas podes despertar a las plantas
de mi jardin interno
apaga la luz de la espera
no te bañes
quiero innundarme de vos
sofocarme entre tus brazos
para despertarme vacio
como si hubiera sido un sueño.

Es la realidad de ser el otro
la urtadilla de tu aventura
de pirata sobre mi barco
que cada noche que no vienes
se hunde en un mar quieto.

Ese perfume tuyo
me queda colgado en mi
hasta tu proximo regreso.

Trata de no hacer tanto ruido,
cuando te vayas, por favor



Nésthor Olalla / España

"LA PETITE MORT"

no sé si toqué a Dios
o al orco oscuro

pero fue que ardía en tu entraña
un gemido de miel incandescente
un borboteo de lumbre
donde mueren calcinadas las razones
y el magma desbocada de los astros

arde sin llama en ti el agua primigenia
y se escucha el grito ciego de los pulsos
de dos cuerpos encallados
en un páramo transido de eterna brevedad
desangrándose a gemidos
como llanto palpitante
de lágrimas de plomo

allí, el dolor, sólo es una veracidad
que se abre entre paréntesis
como fauces de sierpes lujuriosas
combatiendo entre pétalos y abismos
donde el vértigo vierte sobre túnicas carnales
un espasmo que galopa enfurecido
anegando un cuerpo indefenso
implorando el exterminio
en agónica expiación varada en un remanso
de una vida que yace
de muerte jubilosa

no sé si toqué a Dios
o al orco oscuro

RAMON CARBALLAL DURAN/ LA CORUÑA, ESPAÑA

Mi anhelo nocturno



Arriba, en el neón, sangra un nombre.

Volvamos a las paradas de los taxis,
al viento que elimina una franja y trenza hilos
entre los dígitos del azar.

Rutas como cajitas de cartón,
yo pienso en bocas que aman orugas y
me siento cómodo prendido al horizonte
de quien viaja en sueños.

Pasan las estaciones del metro,
el ritmo de una caracola,
la afilada percusión de un anuncio,
sitúan mi órgano
entre esqueletos de plástico.

La urbe aprisiona como cilicio
la oscura filigrana
de los balcones desnudos,
estoy en el corazón de una ciudad que amo
y no hay nada,
ni un recuerdo,
ni una orilla,
ni un espejo
que pueda decapitar mi anhelo de ser esta noche
pájaro.


José Cercas Domínguez, España

ME VOY

Por las calles vacías de tu vida y la mía,
por los ojos sin miradas y sin llantos,
por la calma tuya y mi ardorosa espera, me voy.
Me voy de las azucenas, de las salivas en trance,
de los días que nacen bajo tus ojos;
de ti me voy, mis letras huyen, se desploman,
buscan la perpetuidad del verso y se alejan;
de tu figura dormida en un retrato,
de tus miradas de antaño,
de las h y las comas que me pusiste
en el cajón de mi ropa desnuda.
De todo lo que fue un gesto en el crepúsculo,
una palabra boca a boca,
una lengua que parte hacia otra lengua, de todo me voy;
por el silencio abierto en longitudes,
por las veredas solitarias de un beso
y por la memoria que en su derrota
cae buscando el olvido.
Me voy, me voy, me voy.

MÓNICA LÓPEZ BORDÓN – Las Palmas de Gran Canaria - ESPAÑA

CÓNCAVO Y DORMIDO


Mire desde donde mire
veo en el alma lo impar
sumergida debajo de la piel.
Condensada en humo
ayuno de la mudez
de tu silencio inexplicable
que distancia, que aleja.
No entiendo la oscuridad de tu verbo
ni la misericordia que proclamas.
Juego una partida de dominó
cuando el abrazo del viento
retumba en este día cóncavo y dormido.
En el hoyo de la pupila
no encuentro el paraíso azul
ni gusano de seda meciéndose en la noche.
El vértigo, no tiene color.

MÓNICA LÓPEZ BORDÓN – Las Palmas de Gran Canaria - ESPAÑA

LÁGRIMAS DE ABRIL
Retrato en abril el color rojo
cayéndose verso a verso.
Condenada quedo detenida
en el aire de la noche
que corre en la niebla
sin horizonte y desgrana mi piel.
De mi alma queda un hálito
que desaparece en lo gris.
Alguien fuma en silencio.

Pasa el tiempo.
Suspira el caminar torcido
de rayas inexistentes,
límites inventados de leyes
que, con lento despertar,
se imponen sobre las piedras.
Un clamor entrecortado
atraviesa mis ojos.

El tiempo pasa
mojado sobre el asfalto.

MÓNICA LÓPEZ BORDÓN – Las Palmas de Gran Canaria - ESPAÑA

ALMOHADA DE PLUMAS

Cuando me quedo sola
apoyo el destino en los hombros de la luna
y le invento un viaje.
Fábula de la vida.
Lloren mis violetas
con lágrimas de piedras rojas
con perlas encadenadas a la lluvia
para recordar la añoranza.
Hoy digo a todo que no,
a tu mirada rota,
a tus ojos tristes
a tu falta de valor
a tu miedo.
Entonces tiemblo y caigo
y río y lloro y camino
por la espesura de nuestros pasos
sin divisar señales de salvación
y sigo escribiendo.
Esta noche es el paso del tiempo
en el vacío.
Todo está blanco
nada es verdadero.
Me pongo la ilusión para dormir este dolor
para engañar al alma.
Cuando estoy sola recuerdo cómo
entregabas el amor que no tenías
y que inventabas para mí.
Madrugada infame
de pluma roja
de sangre
sacude esta pena
y llora mis violetas.

NILDA PIGAZZINI – Buenos Aires, Argentina

El y ella
El la busca
Ella no acusa,
Viene de otro mundo
De otra fantasía
Solo se alimenta
De algunas nostalgias
Excusas y calla...

El no se conforma
No se contradice
Ella escribe, escribe
El la descoloca
Inventa lugares
algunos poemas ...
Le hace ver el mundo
Con otros matices
Ella no razona
Solo siente y calla...

Lo comprende todo
Pero tiene miedo
Es solo otro eco
De otras ilusiones
Ella sigue muda...
El silencio habla
Un silencio oscuro
Proclive al engaño

Ella desconfía
Sonríe y procrea
Escribe ,escribe ...
El sigue en la noche
Buscando poemas
Ella lo desvela ...
El calla...sospecha
Ella se dispersa
Es solo otro juego
Frágil bien jugado
No se desespera ...

Solo busca amparo
El duende la noche
La luna...

Ella queda sola...
La plaza el silencio
Confundida escapa...
Solo la nostalgia
De otra fantasía
Han pasado tantas ...

Una más ...
No es nada ....

Luis Gilberto Caraballo – Venezuela

Son casi las cinco

Son casi las cinco de la mañana
y aún no abrigo la nostalgia,
y espero
por las hadas y duendes- Quizás sean recuerdos de su extinción-
Aún me rondan gnomos
en la espesura de la vigilia.
Aún tengo las páginas de un cuento grabado en el silencio
La niebla pasea,
y dentro
los cuerpos se incendian;
cometas en sus vientres, tienen soldaduras,
etiquetas.
Se desahoga el universo
como simples luces de bengala
Ahí mueren desechos
mostrando un rostro de otro tiempo.
Cómo si fuéramos residuos de un sueño
Quién sabe en qué río
se irá el delirio, junto a los vientos,
a el relámpago a fundirse.
Y en qué horma
se labrará la tinaja de almíbar?
En qué canto despertará el pájaro
que amanece sobre el alambre del muro,
entre dos mundos inciertos.
Cuanto resiste ese árbol balanceándose,
se inclina con
una sílaba grave- cuelga su fruto.
Y por qué no, tiene en su semblante
los nódulos de la ambigüedad, el rostro
de la noche.
Son casi las cinco, es de madrugada,
los pájaros se posan en su memoria
desvisten aquel duelo.

Luis Alberto González Viera, Chile.

Ven por ti

¿Quien le dijo a los árboles que cantaran tu nombre por las noches?
¿quién contrato al viento dispersando tú perfume?
cerradas mis ventanas
te amarras a mis brazos
aun mis propias manos
me niegan a cubrirse de otro olor
maldigo a Dios justificando mis pecados
¡y no responde!
lagrimas de hombre
acido partiendo mis mejillas
imágenes marchitas
se borran calcinadas por el tiempo
y este recuerdo
vuelve a renacer
¿por qué no dejas que te olvide?
te llevas de una vez
las letras de tus versos
el humo del cigarro y el vaso con licor
descuelgas las camisas
que cubrieron tu inocencia
y me entregas la paciencia
de saber que no vendrás
a saciarte del sudor
que evoca tu mirada
consumido
ahogado en el olvido
te volviste poderosa
todo gira a favor del beso de tus manos
no contengo la locura
y me ahogas
¿por qué no vienes?
y te llevas tus latidos
construye un lecho donde puedas descansar
lejos del viento
de mis sueños
de estas letras que solo hablan de ti
y no entienden que te has ido
no eres como ayer
eres otra
y soy yo
el que no lo quiere ver.

Roberto Javier Rodríguez / Puerto Rico

Poema difícil

Si alguna tarea
al poeta marea, no es la de apóstol en el pórtico del sol, ni la de perfumador del celeste esplendor, ni de buen métrico en verso doméstico... la tarea, poeta humano, mi poeta hermano, es el fondo, silencio redondo del golpe de la vida en agitada nada

Carlos Adalberto Fernández - Buenos Aires, Argentina

Un poema en marcha

Un poema que arde purifica.
Devora, quema y limpia
con lengua como hoguera,
palabras como espada
de fuego, de pureza.

Un poema que llora llueve al alma
y hace de raíz y bulbo, tallo.
El dolor se florece, la pena brota en fruto
La pérdida llorada es nueva sombra
de sueños, esperanzas, amores en bandada.

Un poema enojado es exterminio.
Destruye, muele, aplasta
con palabras de trueno
jucios disparando en rayos
sentencias sin perdòn.

Un poema mira.
Dice Yo miro:
Y dice lo que mira,
Y el hombre se mira.

Un poema en marcha
es savia, fuego, agua, soplo
es vida, muerte, es destierro y regreso
es pasión, es alma ante las almas.

JUAN SAGARDIA / BUENOS AIRES, ARGENTINA




Telones, cortinas
Mi piel de bronce
se cubrió de dolor
con tu lejanía.

Excitado y sin ti
Se me secaron
hasta los huesos.

Agitaste fuerte
tus profundidades
y mis sueños
los derribaste completos.

Con idénticas mentiras
llenaste de intervalos
a este amor
que moría por ti.

Patricia Díaz Bialet, Buenos Aires, Argentina

ÁBRETE SÉSAMO

Ábrete sésamo tus piernas nutrias escondidas.

Ábrete sésamo tu dedal de escándalo plegado.
Ábrete sésamo tu rubia cintura mítica de siesta.
Ábrete sésamo tu claridad injusta en mi noche estática.

Ábrete por fin de este a oeste
fijando el foco cenital donde ya sabes.

Y mírame ahora en este mismo instante en que me abro yo
igual a un cabo de agua bendita sobre el náufrago.

[de El amor es una pluma de mercurio]

Ana María Manceda - San Martín De Los Andes. Patagonia Argentina

SI ME PINTAS


Si me pintas la cara
píntame una sonrisa, grande muy grande
tan grande que le de sombras
al dolor que sube por mi garganta
que viene desde el estómago, ahí
donde se estrelló mi alma.
Y a mi mirada ¡ ah! Solo píntale
un poco de rojo y un asomo
de lágrimas.

Patricia Díaz Bialet, Buenos Aires, Argentina

FETICHE

sólo si así alguien me penetra
yo florezco en cada espacio de polvo que me sobrevuela
sólo si así me dicen me contraen me retuercen con mano de estigma

si así me aplastan me lamen me aprisionan
aunque haya este vidrio esta pena
estos huecos exagerados en mi memoria

[de El amor es una pluma de mercurio]

ANA MARÍA MANCEDA. San Martín De Los Andes. Patagonia Argentina.

Creí que estaba en reposo la nostalgia,
pero en algún lugar del universo
aleteó una mariposa.
Como un río viajando por su cauce,
la mente esculpida a cada instante
timonea emociones en la rutina.
El caos acecha transparente,
lo simple se vuelve complejo
lo equilibrado comienza el desorden ,
lo invisible se presenta inexorable.

Porque la nostalgia es perversa , parásita, seductora.
Omnipresente, se mezcla con el flujo de la sangre,
con el aire que inspiramos.
El bello paisaje se cubre de neblina,
la música escuchada proviene desde las sombras
y pinta las caras extrañas que deambulan por las calles.
entonces...
El poema es incipiente y el temido llanto asoma.

Creí que estaba en reposo la nostalgia,
pero en algún lugar del universo aleteó una mariposa.

JOSE ANTONIO AZPEITIA / ESPAÑA

Los nombres tienen cuerpo...
Los nombres son palabras,
son materia.
Hay nombres que están huecos
sin esencia.

Palabras que asesinan,
palabras que envenenan,
destruyen la ilusión
de los ilusos
que creen a los hombres
aturdidos.

Parásitos de Casta
sin vergüenza,
son políticos que engañan
a su pueblo.
Banqueros que amontonan
sus dineros,
que cubren sus cohechos
de oropeles.

Nadie me callará en silencios,
... lo prometo.

No me ataran la lengua
ni las manos.

El tiempo que me queda
será prieto
de palabras escritas,
de otros versos,
terciados en sonetos.
en tercetas,
en romances de aldea
o en quintetas.

Que mi verso te llegue
a las entrañas,
que remueva tu fondo
acomodado.

Que el espacio verbiforme
que es tu boca
me envuelva en un
espasmo de vocales.
Hoy lo he visto muy claro,
hay otro mundo.
Hoy te hubiera querido
como nunca…

Me hubiera perdido
en tus ramajes…

Te hubiera pedido
que me amases..

Para entregarte
mi alma…

hecha jirones...

ANANEGRA, BUENOS AIRES, ARGENTINA

LA PROMESA

Caemos.
A ningún lugar
Sujetos.
Condenados
a saber
el desenlace.
Y a negarlo.
Reinventando
libres
lo que sigue.
El capítulo
perdido
tras
los puntos
suspensivos
me sugiere
habitarte.
Y huir.
Y quedarme
huyendo
siempre.
No quieras
sostenerme
en el aire.
No quieras
despertar
aunque te llame
dormida.
Dame tiempo.
Queda poco.

Rubén VEDOVALDI, Buenos Aires, Argentina

SI REPOSARA SU AMADO OÍDO EN MI COSTADO


tengo la palabra labiosdemiamor en lapuntadelalengua
justo en medio de la boca del idioma y tengo
la puntita de su canción por empezar
vientre estrella se llama dulce ombligo
ronrroneos de ella o algo así

la soledad me ha envuelto en tantas
nunca aprendo a sentir me recorre
estremece y fulmina
lo que no tiene nombre

quedo tumbado
del corazón
a merced de locura maravillosa
tonto y desarmado animal en celo

¿cómo pintar la presa en las paredes
de esta gruta brutal de mis deseos?
¿ cómo escribir tenecesitotanto y que no sea frase vulgar?
¿ cómo decir amor y que no se haya oido
dicho visto palpado vivido nunca?

a lo mejor amor me quema los papeles
o rompe el diccionario de la lengua
dulce rotura o rayo qué se yo

yo no sé si tiene amor la eternidad o
yo no sé qué me han hecho tus ojos
o me hacés tanta falta como alas al ángel

¿ viste esa luna enorme anoche?
yo no pude dormir ni estar despierto
no puedo respirar no nado nada
no me sale vivir me da ocupado

a lo mejor me sobra lo peor me falta lo mejor

ardo con tu nombre de lluvia salpicándome el sueño
y el baile de tu pequeña altura mareándome

ruedo la playa sola de los días
como caparazón al que faltara la tortuga del alma
o la alondra en el drama del alma
tan al filo de la copa del amor
como al borde de su abismo

si reposara su cabeza en mi pecho
si apoyara su amado oido y oyera

( el relicario de mi corazón copia su rostro )

ni mi puño ni mi boca pueden hablarlo ! ! !




Viviana Álvarez / LOMAS DE ZAMORA, BUENOS AIRES, ARGENTINA

AL QUE ESPERA

tardé en llegarte
atravesaron mi senda
rumores ajenos

tardé en reverenciarte
intentaron en vano
difuminar mi ruta

más aquí estoy
serena y complaciente
para abrazar tus despojos

Viviana Álvarez / LOMAS DE ZAMORA, BUENOS AIRES, ARGENTINA

ANTIGUAS DEUDAS (POEMAS A ELLA)
I

reverdece ansiosa
de pesares

ella, que intentara esperanza
busca redención


II

renace fuentes
silentes otrora

ella, olvidada de lunas
conjura sombras


III

le brota entonces
la voz

que antaño fuera
cítara de muertos


IV

canta ritos
cierra iglesias

ella, la descreída
juega en un damero
su vida futura


V

no entiende idiomas santos
sólo sabe de muerte

entonces calla inquietudes
y vuelve a su tumba


VI

cuando se aquietan grises
y es opaco su cielo

ella, la renacida
cancela deudas

LADY LOPEZ CEPEDA / MEXICO

Suspiro

Mujer-agua, suspiro de noche,
viento que galopa como caballo exaltado,
mujer que late como remolino
y la nadie escucha.
Hablas para ti,
y dilatas tu cuerpo todas las mañanas
como cíclope cansado de vagar en la penumbra.
Te tiendes al Sol con la nostalgia de junio,
del camino por las calles largas, del fruto en la mesa,
del calor en tus manos.
Nada se ha dicho y estás aquí -tan pequeña-
con rostro de madera y alas de pino,
y me miras con tus ojos fatigados por la vigilia,
inventas signos, exhalas en mi regazo.
Mujer, te reconozco tras el espejo-agua
porque te traigo dentro,
como lluvia de mi sed.

LADY LOPEZ CEPEDA / MEXICO

Tierra de nadie

Te levantas como torre de marfil ante mis ojos:
inerte y sombrío llegas en la noche.
Rompes el silencio en la exacta soledad
al tocar los nudos de mis miedos.
Con horcajadas de caricias
duermes los minutos en mi pubis.
Te hundes en el fango de la ausencia
de esta tierra de nadie.
- Llueves en los espejos del olvido-.

LADY LOPEZ CEPEDA / MEXICO

Un baile para el mar

Brava, clara, suave
y al filo de la ilusión
ensaya la luna.

Un baile para el mar
al compás de la marea:
una copla, una danza y un virtuoso
oscilan en las horas del reloj.

Una melancolía en la arena,
fragmentos de gotas,
las olas calizas
y un poema al son de las percusiones
abren sus brazos en un juego de sombras.

Los círculos en el diapasón,
las notas de agua
y una sinfonía de vientos,
orquestan el tango.

FERNANDO SABIDO SANCHEZ / ESPAÑA

ME ACERCAS TUS MANOS

Me acercas tus manos arrancadas de la tierra
a través de la noche
del viento y del amor
manchadas por un mundo endurecido y áspero
que derrama vino añejo sobre las abejas
las tomo entre las mías y me moja el sudor frío
que intenta devolver la furia de la sangre
al corazón cien veces malherido
por las amargas impurezas de la miel

Fernando Sabido Sánchez - España

DECIDÍ CREARTE EN MI IMAGINACIÓN

Hoy decidí crearte en mi imaginación
y empecé dibujando un rostro afilado y pálido
con la mirada verde vagamente perdida
pero los ojos te delatan palabra por palabra
que llegas ya cansada de conocer mi mundo
no vas a entenderlo pero quiero hablarte
aunque finjas ser una vieja fotografía
que recuerda el perfil de todas mis amantes
y no deseo ser hospitalario ahora que envejezco
pero créeme que te he inventado por algo

FERNANDO SABIDO SANCHEZ / ESPAÑA

Valeria Duque Dos Santos, Brasil

Fragilidad

La sombra calcina el rescate
de la visión
ahogada en un collar de espumas inciertas
desvanecido en destierro
el perfume de la palabra se calla
entregando luz al viaje invisible
el último capítulo se desprende de nuestras manos
redescubriendo el alma
ante sentidos contradictorios
en su fragilidad de vida
Valeria Duque dos Santos / Brasil

Antonio Urdiales - Talavera de la Reina, Toledo, España

Cuando te habite la duda



Cuando te habite la duda,
en tu dulce pecho amante
y sientas, por un instante,
que alguna lágrima, cruda
perla salina, humedece,
con su lento transitar,
tus mejillas de azahar,
o, que la pena ensombrece
el sol, del amor que habita
tu corazón dulcemente,
o, que, imperiosamente,
tu respiración se agita,
porque, en celos de dolor,
sientes tu alma transida,
y que se te va la vida
por causa del desamor.
Mira mis ojos mujer,
que, en ellos, estoy seguro,
que verás mi amor tan puro,
que ahogará tu padecer.
Mas, si por algún momento,
dudaras de mi mirada,
ábreme tú el pecho, amada,
y verás, que el sentimiento
puro, el del amor primero,
dulce rosa de pasión,
me rebosa el corazón,
de tanto como te quiero.


De la época en que éramos el Juglar y la Princesa, compartiendo alguna que otra copla. Patricia

Beatriz Martinelli, Buenos Aires, Argentina

si fuese cierto el amor
si en alguna de sus visitas
apalabró mis oídos
si tan necia y sorda
dejé caer la sutil caricia
como velo
hoy acércate
a la ventana de mis sueños
dibuja en letra irrevocable
que no las borre
el silencio
ni la terquedad
ni el sosiego
si fuese cierto
lo estaría viendo

Beatriz Martinelli - Buenos Aires, Argentina

amansar el destino
como se amansa el potro pequeño
se lo hace de tu casa y corral
se relaciona cuando te acercas

amansar el destino
para que no patee
cuando distraída haces cierto
lo que sólo intuyes


Carolina González Velásquez - Chile

De desiertos

De hito en hito
la sal
de la tierra al cielo
la arena…

El agua que huye a tus pasos
refleja el recuerdo
del imperio del sol

Azul
siempre azul…
Tampoco hoy
(como hace milenios)
Supo como era la lluvia.

Carolina González Velásquez - Chile

De desiertos

De hito en hito
la sal
de la tierra al cielo
la arena…

El agua que huye a tus pasos
refleja el recuerdo
del imperio del sol

Azul
siempre azul…
Tampoco hoy
(como hace milenios)
Supo como era la lluvia.