Se desangran en mí,
las horas lejos de la vida.
No poseo los rostros idos
para siempre.
Las manitas hambrientas.
El vientre abultado.
Las pestes que acechan.
Esas pequeñas almas vendidas.
Por nada, por nada, por nada.
Sólo han de encontrar.
El suelo sucio de cuna,
el hambre y el miedo de escoltas,
el abrazo incesante del frío.
¡Qué refugio más que una droga
que aplaque el dolor!
La ausencia de un futuro,
la inexistencia del origen.
No hay navidad, no hay cumpleaños.
No hay.
Sólo son constantes.
La falta de rumbo.
El estómago vacío.
Las manos sucias.
La violencia en la próxima esquina.
El abusador.
El sexo asesino.
La ropa desgarrada.
Los zapatos abiertos.
Los signos de los carteles, que no se pueden leer.
Esos centenares de rostros extraños,
que nunca miran,
apresurados,
se hacen los que no miran,
(cuando en verdad no sienten más que vergüenza).
Esos millones de seres vestidos de gris
que comen,
que trabajan y ahorran,
que venden, compran, consumen,
amontonan, despilfarran,
pierden egoístamente,
se auto compadecen,
educan, leen, enferman,
y mueren,
sin mirar, ni recordar,
que esos seres vagabundos,
a medio crecer,
vacíos de todo,
sin sueños,
sin amor de nadie,
con única pertenencia la calle,
la lluvia, la furia.
Aquellos tirados en las estaciones,
con la mano roñosa y abierta,
sin identidad,
sin historia,
sin nada material para robárseles,
eran también
sus propios hijos.
Senén Rodríguez Perini - Uruguay / España
Hace pocos días murió Elisa, la viuda de Zelmar Michelini, mártir de la dictadura uruguaya
-------------------------------------------------------------------------------------
A él siempre lo recordaremos
melena al viento
sonrisa franca
amigo fiel, padre,
compañero
o de ceño serio, brazo en alto
pulgar señalando al cielo
la voz vibrante como látigo
tirando razones
denunciando
desde algún estrado
en cualquier sitio,
militante.
Lo recordaremos joven
- la muerte detiene los relojes -
lo recordaremos vital
estará siempre aqui
él, mártir, Zelmar, hermano.
A ella la recordaremos
según las últimas fotos,
viejita, plena de arrugas
pero sonriente
sabedora del deber cumplido,
con una dulzura inexpugnable
y una fragilidad más dura que el acero
madre de diez hijos,
viuda por bestialidad,
militante siempre,
vencedora del dolor y la injusticia
que llevó todo en sus espaldas
y siempre siguió adelante.
Mujer de un asesinado
permanente acusadora de asesinos
amiga, compañera
Elisa, acabo tu tiempo
y te imagino feliz,
en algún lado,
nuevamente con Zelmar,
abrazados.
------------------------------------------------
Mi profundo respeto.
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A él siempre lo recordaremos
melena al viento
sonrisa franca
amigo fiel, padre,
compañero
o de ceño serio, brazo en alto
pulgar señalando al cielo
la voz vibrante como látigo
tirando razones
denunciando
desde algún estrado
en cualquier sitio,
militante.
Lo recordaremos joven
- la muerte detiene los relojes -
lo recordaremos vital
estará siempre aqui
él, mártir, Zelmar, hermano.
A ella la recordaremos
según las últimas fotos,
viejita, plena de arrugas
pero sonriente
sabedora del deber cumplido,
con una dulzura inexpugnable
y una fragilidad más dura que el acero
madre de diez hijos,
viuda por bestialidad,
militante siempre,
vencedora del dolor y la injusticia
que llevó todo en sus espaldas
y siempre siguió adelante.
Mujer de un asesinado
permanente acusadora de asesinos
amiga, compañera
Elisa, acabo tu tiempo
y te imagino feliz,
en algún lado,
nuevamente con Zelmar,
abrazados.
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Mi profundo respeto.
COMO PLANTA QUE DESPIERTA, Mabel Bellante, Buenos Aires, Argentina
Viajo dormida desde donde no era tanto el brote del desatino
[o sí lo era, pero ya no pesa más que lo que pesa la indiferencia]
En un instante único abrazo la raíz de mis cosas y me miro rotando sin cesar
[sin poder devolver
a la vida]
el ángulo de una agotada caliptra.
Aún falto en mis ojos por momentos.
Pero, mientras miro parte de los pétalos caídos al costado de mi sombra,
cuando
lucho por salir de este estado de vigilia sin conciencia, una brisa
me aleja del perfume del xilema ferozmente arrancado
[por el supuesto desatino, el tino, o el
destino]
y plasma esencia entre el misterio
de lo que hace tan poco ha nacido
aquí mismo
entre la sabia y mis labios.
Y con ésto me despierto.
[o sí lo era, pero ya no pesa más que lo que pesa la indiferencia]
En un instante único abrazo la raíz de mis cosas y me miro rotando sin cesar
[sin poder devolver
a la vida]
el ángulo de una agotada caliptra.
Aún falto en mis ojos por momentos.
Pero, mientras miro parte de los pétalos caídos al costado de mi sombra,
cuando
lucho por salir de este estado de vigilia sin conciencia, una brisa
me aleja del perfume del xilema ferozmente arrancado
[por el supuesto desatino, el tino, o el
destino]
y plasma esencia entre el misterio
de lo que hace tan poco ha nacido
aquí mismo
entre la sabia y mis labios.
Y con ésto me despierto.
LAS CALLES SON TESTIGOS, Gregorio Riveros, PAMPANITO. ESTADO TRUJILLO. VENEZUELA
Las calles de Pampanito vieron mis sombras
caminar por las noches
como putas desterradas.
Con lagrimas
que solo pertenecen a la tristeza de los perros.
Las calles son testigos
de mis andanzas
por querer morder mi propia sombra.
Son testigos de mi llanto
porque la luna
no quizo escuchar mis secretos de amor.
Son testigos de las ausencias de mi amada
que un día amaneció de arrebato
y abandonó su privilegio de Reina
para que las damas del bar “La Casa de las Muñecas” de Cúcuta
se encargaran de gerenciar su trono.
Son testigos de mi cobardía
porque el llanto se escondió en la profundidad de mis ojos
y siempre las niego
porque también hicieron ejercicios de muerte.
Las calles son testigos de mis vuelos
fantásticos
sin brújulas
que me han llevado en secreto
a la costumbre
de convivir con los muertos.
País - Gabriel Impaglione, Argentina / Italia
Tal vez una tierra
donde jugaba el sol a tejer glicinas
sobre las reuniones
o decisiva
la quilla de una hora
fugaba hacia los descubrimientos.
No sé si acaso fue
o marcha
tan lento
el siglo en su certeza
pero de todos modos
aquellos que fuí y que hemos sido
los todos nosotros
con nuestro
y con hermano
falta todavía.
donde jugaba el sol a tejer glicinas
sobre las reuniones
o decisiva
la quilla de una hora
fugaba hacia los descubrimientos.
No sé si acaso fue
o marcha
tan lento
el siglo en su certeza
pero de todos modos
aquellos que fuí y que hemos sido
los todos nosotros
con nuestro
y con hermano
falta todavía.
UN SOLO DIA, Víctor Hugo Tissera, Cañada de Gómez, Santa Fé, Argentina
Yo vi pasar bajo mis ojos
la lentitud del tiempo y su arrebato,
y vi crecer desde su hueco
un incendio de luz en la alborada.
Quise callar el silbo de las horas
cuando se siente del dolor
su ardor adentro
porque tenía yo, para vivir de nuevo
el resplandor de días inocentes
con el remanso urente de la sangre.
Después, creí tocar la piel del universo
y sobre mis comienzos tuve miedo.
Entonces supe, que la noche abre,
sus brazos de nieblas y de silencios
para incitar los signos de las sombras.
Cerré los ojos, como si quisiera,
sorber la claridad de esa oscuridad entera,
y comprendí que me quedaba
en el temblor deshabitado de mis lluvias,
la eternidad de un solo día.
la lentitud del tiempo y su arrebato,
y vi crecer desde su hueco
un incendio de luz en la alborada.
Quise callar el silbo de las horas
cuando se siente del dolor
su ardor adentro
porque tenía yo, para vivir de nuevo
el resplandor de días inocentes
con el remanso urente de la sangre.
Después, creí tocar la piel del universo
y sobre mis comienzos tuve miedo.
Entonces supe, que la noche abre,
sus brazos de nieblas y de silencios
para incitar los signos de las sombras.
Cerré los ojos, como si quisiera,
sorber la claridad de esa oscuridad entera,
y comprendí que me quedaba
en el temblor deshabitado de mis lluvias,
la eternidad de un solo día.
Jeroh Juan Montilla, San Juan de los Morros, Guárico, Venezuela
Hay que ir a lo hondo de la letra
y darle cuerda al ojo de la espera,
resignarse a los desmanes de la luna
en los pastizales del deseo
¿Si una mosca merodea
en la dulzura del café
quien puede eludir
las mentiras del profeta?
He abierto mis ventanas
al mar de leva,
a los antiguos titubeos del paraíso.
Ante la pulpa de la sed
un grano de brasa
es la única moneda.
http://historiografias.blogspot.com/2008/08/dos-poemas.html
y darle cuerda al ojo de la espera,
resignarse a los desmanes de la luna
en los pastizales del deseo
¿Si una mosca merodea
en la dulzura del café
quien puede eludir
las mentiras del profeta?
He abierto mis ventanas
al mar de leva,
a los antiguos titubeos del paraíso.
Ante la pulpa de la sed
un grano de brasa
es la única moneda.
http://historiografias.blogspot.com/2008/08/dos-poemas.html
Santiago Acosta, EEUU / Venezuela
Siempre que atravieso tus pasillos
me alcanza
un puñado de ventanas nerviosas
Al fondo vigila una lámpara
negra como una garza de tinta
que se eleva entre sillas
y santos
Sentarse ahí es el asma hundida
bajo un techo que finge crecer.
http://detrasdeloserizos.blogspot.com/
me alcanza
un puñado de ventanas nerviosas
Al fondo vigila una lámpara
negra como una garza de tinta
que se eleva entre sillas
y santos
Sentarse ahí es el asma hundida
bajo un techo que finge crecer.
http://detrasdeloserizos.blogspot.com/
Preludio del adentro- Eva Ruiz, Buenos Aires, Argentina
I
Todo va tomando la forma de su adentro.
Caen las hojas del otoño
hechas de fuego
y el resplandor es abril...
Y abril es el silencio.
El silencio es un lenguaje,
un paso que separa el otro lado de éste.
Como todo vocablo tiene un origen
y sus bifurcaciones infinitas
donde echan raíces los adentros.
II
Siempre hay una puerta,
que no es por la que entramos
y salimos diariamente.
Hay una puerta siempre
que no vemos,
sólo se siente el aire que llega forastero
y que calma al otro que está adentro
y también que no lo calma
porque le deja el aire
y sigue andando... hacia dónde,
eternamente
III
Si uno pudiera verse
a través de un vidrio
cuando alguien piensa en uno
y nos lleva extranjero,
con los pies colgando
desaliñado
mudo.
Y seguir caminando
como si nada, como entero.
http://evaruizbarrios.com.ar/
Todo va tomando la forma de su adentro.
Caen las hojas del otoño
hechas de fuego
y el resplandor es abril...
Y abril es el silencio.
El silencio es un lenguaje,
un paso que separa el otro lado de éste.
Como todo vocablo tiene un origen
y sus bifurcaciones infinitas
donde echan raíces los adentros.
II
Siempre hay una puerta,
que no es por la que entramos
y salimos diariamente.
Hay una puerta siempre
que no vemos,
sólo se siente el aire que llega forastero
y que calma al otro que está adentro
y también que no lo calma
porque le deja el aire
y sigue andando... hacia dónde,
eternamente
III
Si uno pudiera verse
a través de un vidrio
cuando alguien piensa en uno
y nos lleva extranjero,
con los pies colgando
desaliñado
mudo.
Y seguir caminando
como si nada, como entero.
http://evaruizbarrios.com.ar/
Mutismo - Marlene Pasini, Toluca, México
Para Alfonsina Storni
In memoriam
La boca silenciada
mutila palabras que agonizan
en la punta de la lengua.
Látigo de relámpagos:
el oculto dolor.
El cuerpo gotea su desmesura
en su fondo de pozo,
por debajo de sí
capa tras capa se desflora
hasta su centro ínfimo.
El grito desolado irrumpe
en los muelles de la calma.
Vorágine de lunas afiladas,
máscara ante una puerta de sombras,
desde el limbo
rostros de arcángeles
se desploman como guijarros de cristal.
(de El silencio es otra noche).
Doble o nada - Joaquín Sabina
Doble o nada a la carta más urgente
sin código, ni tribu, ni proyecto,
mi futuro es pretérito imperfecto,
mi pasado nostalgia del presente.
No tengo más verdad que la que arrasa
corrigiendo las lindes de mis venas.
Por diseñar castillos sin almenas
perdí, otra vez, las llaves de mi casa.
Veranos de buen vino y mala sombra,
de confundir enanos con molinos,
de viajar al abismo con alfombra.
Es hora de volver a la autopista
por donde van, burlando sus destinos,
el zángano, el adúltero, el ciclista.
sin código, ni tribu, ni proyecto,
mi futuro es pretérito imperfecto,
mi pasado nostalgia del presente.
No tengo más verdad que la que arrasa
corrigiendo las lindes de mis venas.
Por diseñar castillos sin almenas
perdí, otra vez, las llaves de mi casa.
Veranos de buen vino y mala sombra,
de confundir enanos con molinos,
de viajar al abismo con alfombra.
Es hora de volver a la autopista
por donde van, burlando sus destinos,
el zángano, el adúltero, el ciclista.
Poema del amor secreto - José Angel Buesa
Puedo tocar tu mano sin que tiemble la mía,
y no volver el rostro para verte pasar.
Puedo apretar mis labios un día y otro día...
y no puedo olvidar.
Puedo mirar tus ojos y hablar frívolamente,
casi aburridamente, sobre un tema vulgar,
puedo decir tu nombre con voz indiferente...
y no puedo olvidar.
Puedo estar a tu lado como si no estuviera,
y encontrarte cien veces, asi como al azar...
puedo verte con otro, sin suspirar siquiera,
y no puedo olvidar.
Ya vez: Tu no sospechas este secreto amargo,
mas amargo y profundo que el secreto del mar...
porque puedo dejarte de amar, y sin embargo...
no te puedo olvidar!
y no volver el rostro para verte pasar.
Puedo apretar mis labios un día y otro día...
y no puedo olvidar.
Puedo mirar tus ojos y hablar frívolamente,
casi aburridamente, sobre un tema vulgar,
puedo decir tu nombre con voz indiferente...
y no puedo olvidar.
Puedo estar a tu lado como si no estuviera,
y encontrarte cien veces, asi como al azar...
puedo verte con otro, sin suspirar siquiera,
y no puedo olvidar.
Ya vez: Tu no sospechas este secreto amargo,
mas amargo y profundo que el secreto del mar...
porque puedo dejarte de amar, y sin embargo...
no te puedo olvidar!
Carlos Alberto Roldán, Buenos Aires, Argentina
ser el sol de esta rosa
combarse en el lujo artesano de su pétalo
recorrer ávido y lujurioso su límite
de línea y regocijo
seguir su laberinto centrípeto y perderse
oh su corazón callado oculto
secreto corazón de terciopelo
íntimo y páramo
sosiego de una sed que puso el día
para que sol y rosa consistieran
ser el sol de esta rosa
-ninguna hay en el valle
suyo tal esplendor
tal la fragancia de su vivir y promesa-
sé para mí
sostén el cielo
que ponga yo tu luz en esta noche
gigante
de silencio y pesadilla
combarse en el lujo artesano de su pétalo
recorrer ávido y lujurioso su límite
de línea y regocijo
seguir su laberinto centrípeto y perderse
oh su corazón callado oculto
secreto corazón de terciopelo
íntimo y páramo
sosiego de una sed que puso el día
para que sol y rosa consistieran
ser el sol de esta rosa
-ninguna hay en el valle
suyo tal esplendor
tal la fragancia de su vivir y promesa-
sé para mí
sostén el cielo
que ponga yo tu luz en esta noche
gigante
de silencio y pesadilla
Una luz - Marcelo Luna - Buenos Aires, Argentina
La luz que mece al cuarto
no es ilusiòn
ni paranoia,
es el dìa que deshonra
sueña
vence,
la salmodia
del tiempo.
Gitana suerte excitas
al petrel
con sobras de grasa
que virtiò
el ballenero,
y la marea revuelve
salada entre pilotes,
remolinos de una pesadilla.
Angosto sendero es la esperanza
camino al muelle,
alguien dejò unas botas
junto al mèdano.
Oteas como hace el faro
a siniestra
del horizonte frìo,
buscas al pescador de almas.
no es ilusiòn
ni paranoia,
es el dìa que deshonra
sueña
vence,
la salmodia
del tiempo.
Gitana suerte excitas
al petrel
con sobras de grasa
que virtiò
el ballenero,
y la marea revuelve
salada entre pilotes,
remolinos de una pesadilla.
Angosto sendero es la esperanza
camino al muelle,
alguien dejò unas botas
junto al mèdano.
Oteas como hace el faro
a siniestra
del horizonte frìo,
buscas al pescador de almas.
Humanidad - Jorge Enrique Aguayo "Tedel", Lima, Perú
Cada sombra es el producto de una luz
producida por dos sombras encontradas.
Cada beso es un desprecio que a esa voz
nunca encuentra las palabras adecuadas.
Cada gesto es la traición del corazón
a lo que el alma lleva en fondo grabada.
Cada mirada es una contradicción,
el discurso callado del alma prendada.
Cada sombra es el producto de una luz
producida por dos sombras encontradas.
producida por dos sombras encontradas.
Cada beso es un desprecio que a esa voz
nunca encuentra las palabras adecuadas.
Cada gesto es la traición del corazón
a lo que el alma lleva en fondo grabada.
Cada mirada es una contradicción,
el discurso callado del alma prendada.
Cada sombra es el producto de una luz
producida por dos sombras encontradas.
Hugo Patuto, Pergamino, Buenos Aires, Argentina
Una visión semejante a lo propuesto por Escher
comienza y declina entre tus manos
late con el incendio que sube
llevando cada vértice a otra luz enamorada.
El discurso del viento renace
para nombrarnos (veta misteriosa
donde no hay límite ni duda)
con el galope más profundo.
Líneas que devuelven una trampa
hecha de mineral o espuma
lúdica victoria en los ojos
fuga, piel, estrella.
(Escrito el 19-07-08)
comienza y declina entre tus manos
late con el incendio que sube
llevando cada vértice a otra luz enamorada.
El discurso del viento renace
para nombrarnos (veta misteriosa
donde no hay límite ni duda)
con el galope más profundo.
Líneas que devuelven una trampa
hecha de mineral o espuma
lúdica victoria en los ojos
fuga, piel, estrella.
(Escrito el 19-07-08)
Quiero pecar- Juan José Mestre, Buenos Aires, Argentina
Quiero pecar. De loco. De iluso. De todo aquello que se parezca a tener sueños, delirio, esperanza. Quiero ser el pecador unívoco del azul que todavía existe en la utopía. Quiero pecar de soberbio por creer que hay muchos como yo, que dan la mano doliente y desarmada para que –quizá- le corten el vuelo de un tirón con la cordial guadaña de la indolencia. Quiero pecar de estúpido si esa estupidez me lleva a los ojos alegres de un ser humano que esté viviendo sus últimos minutos. Quiera Dios, el diablo, el bien o el mal o lo que fuere, que el arrancar una risa cristalina sea el peor de los pecados. Hay tantos santos de biblioteca, inoperantes en su limbo de auras blancas, que yo prefiero calcinarme en el fuego malsano de la vida, siempre imponente cuando se lo mira con los ojos húmedos.
Empeños - Luis Adrián "Ealos"
Definitivamente empeñaré mi alma,
Esperaré que con ella se marchen mis fantasmas,
Que su ausencia queme tus largas faldas,
Que se lleve en un frasco todas las lágrimas secas,
Todas las que tatuaste en mi espalda
Y que después de unos meses,
Termine por morir embargada.
Definitivamente empeñaré mi alma,
Para ver si así puedo dormir en calma,
La cambiare por un par de cobijas simples y sábanas baratas
Que ya no estés conmigo no significa frío en las madrugadas…
Empeñaré mi alma por una cámara fotográfica,
Prefiero recuerdos mudos que voces en mi recámara…
Te cambiaré por la primera que vea mañana…
Háblame como la lluvia II, Elisabet Cincotta, Buenos Aires, Argentina
Háblame como lluvia
vertiente de frases incesantes
que amainen el aguacero
de este corazón doliente
déjame escucharte
entre el murmullo de los árboles
y el trino guarecido del mañana
permíteme recuperar ilusiones
rondar aceras sin paraguas
para que el son impregne
de susurros/gritos esta tierra infértil
y germine la semilla/brote
del amor que todo puede
vertiente de frases incesantes
que amainen el aguacero
de este corazón doliente
déjame escucharte
entre el murmullo de los árboles
y el trino guarecido del mañana
permíteme recuperar ilusiones
rondar aceras sin paraguas
para que el son impregne
de susurros/gritos esta tierra infértil
y germine la semilla/brote
del amor que todo puede
Beatriz Martinelli, Buenos Aires, Argentina
remuéveme los antiguos vuelos
el zumbido de abejas
el color de alas tenues
hagamos de cuenta
que el tiempo
permaneció inactivo
mintámonos
una y mil veces
hasta olvidarnos
que alguna vez
fuimos necesarios
el zumbido de abejas
el color de alas tenues
hagamos de cuenta
que el tiempo
permaneció inactivo
mintámonos
una y mil veces
hasta olvidarnos
que alguna vez
fuimos necesarios
Poética - Gabriel Impaglione, Argentina/Italia
He cavado en las razones del agua
y en la sangre de los manifiestos,
en el óxido de las máquinas
y la cáscara del salitre en las orillas.
He sido taladro empedernido
en el corazón del muro,
topo urgente en la sombra de las horas,
brazo, pulmón herido
en las duras asambleas del mineral recóndito.
Hacia los abismos anduve con mirada de pez
o determinación de ancla.
Todo lo intenté, incluso el vuelo.
Aguila, mosca, gorrión, serpentina
de cada intersticio donde poesía.
Y de nuevo aquí, siempre y siempre,
en el exacto punto de partida
con tantas preguntas que no termino,
todavía.
De: "Explicaciones con mar y otros elementos"
Crecen barrotes - Miguel Segovia Aparicio, España
en el jardín de la vida
que es lindo al nacer
vistoso por lo florido
De niñito
ya comienzas a notar
las flores se despetalan
A brotar comienza la cizaña
de emponzoñadas espinas
las amapolas se ajan
cual amor interesado
A la adultez
ya eres consciente
crecen los barrotes y...
que es lindo al nacer
vistoso por lo florido
De niñito
ya comienzas a notar
las flores se despetalan
A brotar comienza la cizaña
de emponzoñadas espinas
las amapolas se ajan
cual amor interesado
A la adultez
ya eres consciente
crecen los barrotes y...
sabes morirás enjaulado
El mundo se derrama sin ninguna solución - Juan Cruz Bordoy, San Pedro, Buenos Aires, Argentina
Aquel muro blanco como esa luna cae sin valor,
porque esa noche domina su futura esperanza.
Cae, preguntándose algo. Su tiempo:
lo lleva como en el breve viaje que hacen las hojas,
más sin silencio y ruido. El mundo se derrama.
El ciprés nace sobre el hielo, mientras el dicho se cumple.
Como sapo que no salta o como estrella sin cielo,
o lo que es más importante: como bosque sin felicidad.
Daría a esto final. Mas el Perito Moreno cae, encerrándome.
Éstas máquinas me cortan la memoria. Como los tesoros egipcios,
mi imagen, también desapareció. La noche se viene oscura.
Las estrellas amarillas traen la brisa que hace cosquillas, a un futuro ideal.
porque esa noche domina su futura esperanza.
Cae, preguntándose algo. Su tiempo:
lo lleva como en el breve viaje que hacen las hojas,
más sin silencio y ruido. El mundo se derrama.
El ciprés nace sobre el hielo, mientras el dicho se cumple.
Como sapo que no salta o como estrella sin cielo,
o lo que es más importante: como bosque sin felicidad.
Daría a esto final. Mas el Perito Moreno cae, encerrándome.
Éstas máquinas me cortan la memoria. Como los tesoros egipcios,
mi imagen, también desapareció. La noche se viene oscura.
Las estrellas amarillas traen la brisa que hace cosquillas, a un futuro ideal.
Nostalgia - José Santos Chocano, Lima, Perú
Hace ya diez años
que recorro el mundo.
¡He vivido poco!
¡Me he cansado mucho!
Quien vive de prisa no vive de veras:
quien no hecha raíces no puede dar frutos.
Ser río que corre, ser nube que pasa,
sin dejar recuerdos ni rastro ninguno,
es triste, y más triste para el que se siente
nube en lo levado, río en lo profundo.
Quisiera ser árbol, mejor que ser ave,
quisiera ser leño, mejor que ser humo,
y al viaje que cansa
prefiero el terruño:
la ciudad nativa con sus campanarios,
arcaicos balcones, portales vetustos
y calles estrechas, como si las casas
tampoco quisiesen separarse mucho...
Estoy en la orilla
de un sendero abrupto.
Miro la serpiente de la carretera
que en cada montaña da vueltas a un nudo;
y entonces comprendo que el camino es largo,
que el terreno es brusco,
que la cuesta es ardua,
que el paisaje mustio...
¡Señor!, ya me canso de viajar, ya siento
nostalgia, ya ansío descansar muy junto
de los míos... Todos rodearán mi asiento
para que les diga mis penas y triunfos;
y yo, a la manera del que recorriera
un álbum de cromos, contaré con gusto
las mil y una noches de mis aventuras
y acabaré con esta frase de infortunio:
-¡He vivido poco!
¡Me he cansado mucho.
que recorro el mundo.
¡He vivido poco!
¡Me he cansado mucho!
Quien vive de prisa no vive de veras:
quien no hecha raíces no puede dar frutos.
Ser río que corre, ser nube que pasa,
sin dejar recuerdos ni rastro ninguno,
es triste, y más triste para el que se siente
nube en lo levado, río en lo profundo.
Quisiera ser árbol, mejor que ser ave,
quisiera ser leño, mejor que ser humo,
y al viaje que cansa
prefiero el terruño:
la ciudad nativa con sus campanarios,
arcaicos balcones, portales vetustos
y calles estrechas, como si las casas
tampoco quisiesen separarse mucho...
Estoy en la orilla
de un sendero abrupto.
Miro la serpiente de la carretera
que en cada montaña da vueltas a un nudo;
y entonces comprendo que el camino es largo,
que el terreno es brusco,
que la cuesta es ardua,
que el paisaje mustio...
¡Señor!, ya me canso de viajar, ya siento
nostalgia, ya ansío descansar muy junto
de los míos... Todos rodearán mi asiento
para que les diga mis penas y triunfos;
y yo, a la manera del que recorriera
un álbum de cromos, contaré con gusto
las mil y una noches de mis aventuras
y acabaré con esta frase de infortunio:
-¡He vivido poco!
¡Me he cansado mucho.
BREVEDAD - Gregorio Riveros - Pampanito. Estado Trujillo-Venezuela
La vida picotea los dias del mañana
y el poema se viste de breve.
Se asutan los pájaros
con la brisa del viento.
Los perros con sus llantos
aterraran al vecindario.
Todos los ausentes nos espantamos.
Y el gallo de la casa muerde su impotencia.
ante la miradas de los poetas
que no se cansan de morder las locuras de la luna.
y el poema se viste de breve.
Se asutan los pájaros
con la brisa del viento.
Los perros con sus llantos
aterraran al vecindario.
Todos los ausentes nos espantamos.
Y el gallo de la casa muerde su impotencia.
ante la miradas de los poetas
que no se cansan de morder las locuras de la luna.
Isabella Marquina, Venezuela
....en las esquinas
en las oscuras esquinas de esta casa que ahora es mia
merodea el alma de vidas pasadas y ajenas
en los escondrijos y en los rincones
se esconden gemidos gritos y golpes
en las paredes estan las heridas
y ahora son mios para curar
merodea el recuerdo de la tortura
y silba el viento herido en las ventanas
no duermo escuchando el llanto del niño
no respiro cuando la madre sufre en silencio
no amo cuando el castigador se acerca
como vencer el pasado que se come esta casa que ahora es mia
como dar a luz a este futuro
que se arraiga a mis entrañas sin poder salir
como ser fuerte escudo para el presente
si la espada de mis sonrisas
y el sudor de mis iluciones
se mueren ante la sangre
aqui derramada
y desde mi almohada
y en el hombre al pie de la cama
esta el infante de brazos rotos
que me suplica que le proteja
....
viene, lo siento
... el castigador esta de vuelta...
en las oscuras esquinas de esta casa que ahora es mia
merodea el alma de vidas pasadas y ajenas
en los escondrijos y en los rincones
se esconden gemidos gritos y golpes
en las paredes estan las heridas
y ahora son mios para curar
merodea el recuerdo de la tortura
y silba el viento herido en las ventanas
no duermo escuchando el llanto del niño
no respiro cuando la madre sufre en silencio
no amo cuando el castigador se acerca
como vencer el pasado que se come esta casa que ahora es mia
como dar a luz a este futuro
que se arraiga a mis entrañas sin poder salir
como ser fuerte escudo para el presente
si la espada de mis sonrisas
y el sudor de mis iluciones
se mueren ante la sangre
aqui derramada
y desde mi almohada
y en el hombre al pie de la cama
esta el infante de brazos rotos
que me suplica que le proteja
....
viene, lo siento
... el castigador esta de vuelta...
SOY / Fernán Banda, Santiago, Chile
Soy el dragón de tus ardientes pesadillas,
la sierpe austera que te muerde y te hiere
nocturna, sigilosa, lasciva, húmeda en ti
El penetrante, el demonio que te habita
Soy el ángel desolado de tus deseos
El jinete oscuro que cabalga en tus noches
dueño del fuego y de la fiebre
el que convierte en arena tus sabanas
el que en la penumbra te susurra
incendiando tus insomnios
Soy el ungido por tus deseos
El imaginario, el dueño y señor
de tus territorios inexplorados
de las cavernas de tu memoria
de tus perversiones secretas
Soy el profeta de las revelaciones
de la carne palpitante
de los fluidos tibios
de las ansias inconsumadas
Soy tu espejo, el innombrable
Soy el Dragón que acecha la Rosa.
desde el centro de su propio laberinto.
la sierpe austera que te muerde y te hiere
nocturna, sigilosa, lasciva, húmeda en ti
El penetrante, el demonio que te habita
Soy el ángel desolado de tus deseos
El jinete oscuro que cabalga en tus noches
dueño del fuego y de la fiebre
el que convierte en arena tus sabanas
el que en la penumbra te susurra
incendiando tus insomnios
Soy el ungido por tus deseos
El imaginario, el dueño y señor
de tus territorios inexplorados
de las cavernas de tu memoria
de tus perversiones secretas
Soy el profeta de las revelaciones
de la carne palpitante
de los fluidos tibios
de las ansias inconsumadas
Soy tu espejo, el innombrable
Soy el Dragón que acecha la Rosa.
desde el centro de su propio laberinto.
DESIRE ECHANGE - Rubén Vedovaldi, Buenos Aires, Argentina
cambio gran
cabaña redonda huesos mamut por
tren de cristal Estación del Buensueño cambio
ciudadela fortificada ocho
mil años antiguedad buen estado por aquel
beso que no puedo
olvidar porque no se dio cambio
figura terracota Hipogeo de Hal Saflieni, Malta, por
la sonrisa del niño que seré
cuando vuelva del infierno actual cambio
tablillas antiguas escritura cuneiforme
epopeya completa Gilgamesh
amasabarro ediciones sociedad
anónima por ser
un pájaro un pequeño
colibrí primavera de la luz cambio
galería de la muerte en Ur santuario solar de Abusir
2.500 años antes de Cristo es
decir 4.500 años bien llevados por una
siesta una sola
en el cuarto de aquella
niña mujer de quince tiernos años que
llora por amor se está por suicidar llegar ahí
oler rozar lamer morder arre-
meter inexorablemente yo quiero,
vale,
ser una casa
de cambio de todas
las cosas etcétera
cabaña redonda huesos mamut por
tren de cristal Estación del Buensueño cambio
ciudadela fortificada ocho
mil años antiguedad buen estado por aquel
beso que no puedo
olvidar porque no se dio cambio
figura terracota Hipogeo de Hal Saflieni, Malta, por
la sonrisa del niño que seré
cuando vuelva del infierno actual cambio
tablillas antiguas escritura cuneiforme
epopeya completa Gilgamesh
amasabarro ediciones sociedad
anónima por ser
un pájaro un pequeño
colibrí primavera de la luz cambio
galería de la muerte en Ur santuario solar de Abusir
2.500 años antes de Cristo es
decir 4.500 años bien llevados por una
siesta una sola
en el cuarto de aquella
niña mujer de quince tiernos años que
llora por amor se está por suicidar llegar ahí
oler rozar lamer morder arre-
meter inexorablemente yo quiero,
vale,
ser una casa
de cambio de todas
las cosas etcétera
Mata Rapa Nui (Ojos Rapa Nui) - Raquel Fernández, Avellaneda, Buenos Aires, Argentina
“A la Isla de Pascua y las presencias
salgo, saciado de puertas y calles,
a buscar algo que allí no perdí.”
Pablo Neruda
Llegué a la isla buscando
como tantos
la toma fotográfica perfecta,
la explicación razonable del enigma,
la llave del misterio.
No esperaba encontrarme con mi piel
extraviada hace siglos;
no supe qué hacer con mi desnudez,
no supe qué hacer con tus ojos.
Insurgente fue trepando por mis piernas
la negra mariposa del deseo
que pretendí inmóvil para siempre
atravesada por el púdico alfiler de la rutina.
La isla me sedujo
con sus semblantes tallados en la piedra,
sus soles ciclotímicos,
sus lluvias diminutas,
sus portentosos cráteres dormidos,
pero elegí llevarme tu mirada
entre tantas memorias,
para que existas, secreto, sin saberlo,
de este lado del mundo,
-las pupilas morenas buceando en el Atlántico-;
para que tus ojos lúcidos me recuerden qué hacer
con esta piel recién recuperada.
salgo, saciado de puertas y calles,
a buscar algo que allí no perdí.”
Pablo Neruda
Llegué a la isla buscando
como tantos
la toma fotográfica perfecta,
la explicación razonable del enigma,
la llave del misterio.
No esperaba encontrarme con mi piel
extraviada hace siglos;
no supe qué hacer con mi desnudez,
no supe qué hacer con tus ojos.
Insurgente fue trepando por mis piernas
la negra mariposa del deseo
que pretendí inmóvil para siempre
atravesada por el púdico alfiler de la rutina.
La isla me sedujo
con sus semblantes tallados en la piedra,
sus soles ciclotímicos,
sus lluvias diminutas,
sus portentosos cráteres dormidos,
pero elegí llevarme tu mirada
entre tantas memorias,
para que existas, secreto, sin saberlo,
de este lado del mundo,
-las pupilas morenas buceando en el Atlántico-;
para que tus ojos lúcidos me recuerden qué hacer
con esta piel recién recuperada.
Las manos de mi abuela - Stella Maris Taboro, San Jorge, Santa Fé, Argentina
Son lentos los surcos profundos,
campos desértico del anochecer,
fríos y ásperos surcos,
bordeando las acequias,
de rumbos andados
en suaves y frescos
despuntares del alba
en errantes senderos
de emblemas inciertos .
Frondoso el viento
prendió en tu arena atardecida
marcando cauces secos
de un río antiguo.
Enormes como astros encendidos,
estelas de luz intensa,
la belleza que relata tus andares
desde los profundos y áridos surcos
que con fuerza han prendido .
campos desértico del anochecer,
fríos y ásperos surcos,
bordeando las acequias,
de rumbos andados
en suaves y frescos
despuntares del alba
en errantes senderos
de emblemas inciertos .
Frondoso el viento
prendió en tu arena atardecida
marcando cauces secos
de un río antiguo.
Enormes como astros encendidos,
estelas de luz intensa,
la belleza que relata tus andares
desde los profundos y áridos surcos
que con fuerza han prendido .
A la orilla del río, Lady López Cepeda, México
Hay poetas que tocan al mundo con su pluma,
descansan en los dedos de Dios
cuando el vendaval es un suave sollozo.
Van a la orilla del río a recogerse del caos
y su grito en las tinieblas abre la cicatriz de la noche.
La palabra suena a rictus en el silencio:
una oda y un laurel conjuran su eterna agonía.
A la hora de su muerte,
una paloma vuela sobre la línea del fuego.
descansan en los dedos de Dios
cuando el vendaval es un suave sollozo.
Van a la orilla del río a recogerse del caos
y su grito en las tinieblas abre la cicatriz de la noche.
La palabra suena a rictus en el silencio:
una oda y un laurel conjuran su eterna agonía.
A la hora de su muerte,
una paloma vuela sobre la línea del fuego.
Una pasión insólita - Fernando Sabido Sánchez, España
No debes ahora recordar
el pasado que compartimos
a destiempo
has conocido a otro hombre
y me dices te posee
una pasión insólita
que no te reconoces
escúchame
no puedes apagar el sol
además
es mediodía
http://fernando-sabido.blogspot.com/
el pasado que compartimos
a destiempo
has conocido a otro hombre
y me dices te posee
una pasión insólita
que no te reconoces
escúchame
no puedes apagar el sol
además
es mediodía
http://fernando-sabido.blogspot.com/
Gustavo Tisocco, Corrientes, Argentina
exiges mi cabeza muerta
los ojos desorbitados
la voz, muda,
el reposo del duende,
la ausencia del olimpo.
Aullido de lobo
salgo de mí y te extravío,
de puerta en puerta lloro tu nombre...
muriendo de sed.
los ojos desorbitados
la voz, muda,
el reposo del duende,
la ausencia del olimpo.
Aullido de lobo
salgo de mí y te extravío,
de puerta en puerta lloro tu nombre...
muriendo de sed.
POEMA A BATOPILAS - Román Corral, Ciudad Juárez, Chihuahua, México
¡Barranca de Batopilas,
paraíso chihuahuense,
tierra de tarahumaras,
una historia que estremece!
¡Mil novecientos setenta,
fecha que tengo presente,
arribé en avioneta,
conocí tu noble gente!
¡Paisaje de intenso verdor,
en tus altas serranías,
anidan amistad, amor,
como bellas melodías!
¡Pájaros multicolores,
concierto de bellos trinos,
fiesta de amaneceres,
música de los caminos!
¡Estos versos que compongo,
yendo por el camino real,
de inspiración yo dispongo,
pues soy maestro rural!
¡Papayas, pitahayas,
los verdes limoneros,
las bellas bugambilias,
estarán en mis recuerdos!
paraíso chihuahuense,
tierra de tarahumaras,
una historia que estremece!
¡Mil novecientos setenta,
fecha que tengo presente,
arribé en avioneta,
conocí tu noble gente!
¡Paisaje de intenso verdor,
en tus altas serranías,
anidan amistad, amor,
como bellas melodías!
¡Pájaros multicolores,
concierto de bellos trinos,
fiesta de amaneceres,
música de los caminos!
¡Estos versos que compongo,
yendo por el camino real,
de inspiración yo dispongo,
pues soy maestro rural!
¡Papayas, pitahayas,
los verdes limoneros,
las bellas bugambilias,
estarán en mis recuerdos!
Regreso - Morus Gómez, México
Hoy no me siento poeta
invadida de soledad,
solo escribo…para bañar mi alma
llenar este vacío que me atormenta.
Pasada la media noche…
salgo a caminar
cielo negro, aire frió,
mi corazón latiendo sin cesar
Desgarrando mis sentimientos.
Mis pensamientos…
me toman de la mano,
que arrastra al pasado.
Alma penitente
Escucho mis silencios…
Se apagan una a una
las estrellas de mi cielo.
Embargada por las tristezas
por mis recuerdos,
avanza la noche…
el viento vació acaricia mi cabello.
Regreso los mis pasos…
de vuelta al pasado,
al regazo consolador de mi madre,
a los brazos protectores de mi padre
al barullo de mis hermanos…
Siempre que no me encuentro
regreso…regreso al mirada,
pidiendo un abrazo…
una caricia al viento.
Por que ahí…
donde se anida el amor
donde se forjaron mis sueños
siempre me encuentro…
invadida de soledad,
solo escribo…para bañar mi alma
llenar este vacío que me atormenta.
Pasada la media noche…
salgo a caminar
cielo negro, aire frió,
mi corazón latiendo sin cesar
Desgarrando mis sentimientos.
Mis pensamientos…
me toman de la mano,
que arrastra al pasado.
Alma penitente
Escucho mis silencios…
Se apagan una a una
las estrellas de mi cielo.
Embargada por las tristezas
por mis recuerdos,
avanza la noche…
el viento vació acaricia mi cabello.
Regreso los mis pasos…
de vuelta al pasado,
al regazo consolador de mi madre,
a los brazos protectores de mi padre
al barullo de mis hermanos…
Siempre que no me encuentro
regreso…regreso al mirada,
pidiendo un abrazo…
una caricia al viento.
Por que ahí…
donde se anida el amor
donde se forjaron mis sueños
siempre me encuentro…
Breves encuentros andaluces-El Gitano de la luna-España
A la vera vera
allí está la madre
allí está la niña
menuda y con prisa.
Pasó por mi lado
no quiso mirarme
cantaba una copla
dormía la tarde.
Y suenan las palmas
ya por seguiriyas
ya por soleares
a ritmo de plaza.
Castillo del moro
de la Andalucía
se esconde la pena
baila la alegría.
Y era en Granada
y era de noche
la luna dormía
de plata y de bronce.
Que no toque la campana
que no cante el ruiseñor
que no diga la tarara
su vieja canción de amor.
La tarara sí
la tarara no.
Ay Tarara mía
de mi corazón.
allí está la madre
allí está la niña
menuda y con prisa.
Pasó por mi lado
no quiso mirarme
cantaba una copla
dormía la tarde.
Y suenan las palmas
ya por seguiriyas
ya por soleares
a ritmo de plaza.
Castillo del moro
de la Andalucía
se esconde la pena
baila la alegría.
Y era en Granada
y era de noche
la luna dormía
de plata y de bronce.
Que no toque la campana
que no cante el ruiseñor
que no diga la tarara
su vieja canción de amor.
La tarara sí
la tarara no.
Ay Tarara mía
de mi corazón.
POEMA X - Hugo Alberto Patuto, Pergamino, Buenos Aires, Argentina
Jugar abeja
en tu rastro silencioso.
Enumerar labios
fuera del diálogo
triste que reparte el mundo.
Llover memoria
y no regresar…
en tu rastro silencioso.
Enumerar labios
fuera del diálogo
triste que reparte el mundo.
Llover memoria
y no regresar…
Noche de suerte - ananegra, Mendoza, Argentina
Soy un mártir.
Dijo el viejo de la bolsa.
Sugerí algo
que ni amagó
ser respuesta
a tan lapidaria
frase.
Y lloré
tragando el aire.
Doblegada
por los astros.
Como puñales.
Ojos que no ven.
Son ciegos.
Y tiene hambre.
15 años.
Amontonados
minuto a minuto.
Condenados.
Besos.
Salvajes.
Sahumerios
de aroma a látex.
La tos siniestra
del sátiro
del liquid paper
no amerita recetas
ni tratamientos
prolongados.
Rechinar de dientes.
De botellas rotas.
Cristales sordos
Humedad y frío.
El viejo
sacó una frazada
de su bolsa.
Entonces
los dos
sonreímos.
Y cada uno
Sin más.
Siguió
su camino.
Dijo el viejo de la bolsa.
Sugerí algo
que ni amagó
ser respuesta
a tan lapidaria
frase.
Y lloré
tragando el aire.
Doblegada
por los astros.
Como puñales.
Ojos que no ven.
Son ciegos.
Y tiene hambre.
15 años.
Amontonados
minuto a minuto.
Condenados.
Besos.
Salvajes.
Sahumerios
de aroma a látex.
La tos siniestra
del sátiro
del liquid paper
no amerita recetas
ni tratamientos
prolongados.
Rechinar de dientes.
De botellas rotas.
Cristales sordos
Humedad y frío.
El viejo
sacó una frazada
de su bolsa.
Entonces
los dos
sonreímos.
Y cada uno
Sin más.
Siguió
su camino.
GRIS - María Isabel Cané - Buenos Aires, Argentina
Llegó hasta mí
el olor ácido
y penetrante. Gris.
Llegó como aquello
que se espera,
se intuye,
se palpita .
Ácido penetrante. Gris.
¿Por qué?
Será nebulosa
del tiempo
por la que se nos niega
el fulgor del sol
y se nos propone la oscuridad.
Gris es el color
de los que
nunca vieron el arco iris
o, si lo vieron
quedaron cegados por su fuerza
y no lo pudieron
comprender ni desafiar.
Gris es aquel
falto de toda tonalidad,
gris es aquel
que no diferencia los colores, los niega, consciente
o inconscientemente,
no los soporta,
le hiere los ojos
lo saca de ese gris patético,
enfermizo, ultrajante
de su mente gris,
neutro, difuminado,
anodino, no comprometido, siempre seguro
y asegurado por el miedo
al color
agresivo, intenso, desafiante
pero COLOR.
el olor ácido
y penetrante. Gris.
Llegó como aquello
que se espera,
se intuye,
se palpita .
Ácido penetrante. Gris.
¿Por qué?
Será nebulosa
del tiempo
por la que se nos niega
el fulgor del sol
y se nos propone la oscuridad.
Gris es el color
de los que
nunca vieron el arco iris
o, si lo vieron
quedaron cegados por su fuerza
y no lo pudieron
comprender ni desafiar.
Gris es aquel
falto de toda tonalidad,
gris es aquel
que no diferencia los colores, los niega, consciente
o inconscientemente,
no los soporta,
le hiere los ojos
lo saca de ese gris patético,
enfermizo, ultrajante
de su mente gris,
neutro, difuminado,
anodino, no comprometido, siempre seguro
y asegurado por el miedo
al color
agresivo, intenso, desafiante
pero COLOR.
FRAGANCIAS - Norma Padra, Buenos Aires, Argentina
Mariposa de alas blancas
-memoria-
serenos vuelos rasantes
el néctar secreto
bebe.
Retorna puntual
en el ardiente atardecer
descifrando la
noche
para construir
eternidades
-memoria-
serenos vuelos rasantes
el néctar secreto
bebe.
Retorna puntual
en el ardiente atardecer
descifrando la
noche
para construir
eternidades
Mediodía - Vilma Vargas Robles, Costa Rica
Duele el poema.
Hay una paloma abriendo el pecho.
El sol salta como una llama
hasta quedar en el pavimento.
No hay regreso. Prisa es la mañana.
El perro siguió la cadena de su amo.
Hecho polvo un hueso.
Se fue la paloma desnuda
sin ser mirada.
El calor se deshace en un charco de imágenes.
El papel va sudando.
Hay una paloma abriendo el pecho.
El sol salta como una llama
hasta quedar en el pavimento.
No hay regreso. Prisa es la mañana.
El perro siguió la cadena de su amo.
Hecho polvo un hueso.
Se fue la paloma desnuda
sin ser mirada.
El calor se deshace en un charco de imágenes.
El papel va sudando.
Poema XV - Pablo Neruda
Poema 15. Pablo Neruda
Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.
Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.
Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
Déjame que me calle con el silencio tuyo.
Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.
Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.
Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
Déjame que me calle con el silencio tuyo.
Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.
Mi tierra, el perú - María Fischinger, Eslovenia /EEUU
La costa, el desierto,
arenas interminables,
ligar en las alas del viento.
Serpientes de oro que corren hacia el Pacifico.
Las papayas, las paltas, las chirimoyas,
el turrón de doña Pepa,
la mazamorra morada,
el cebiche, los anticuchos y buñuelos.
El vals, la marinera, y el landó.
La sierra, los andes,
montañas,
montañas de picos nevados,
La mamapacha, el quechua y el aymará.
Andenes, fortalezas y chulpas.
La papa, la quinua, la oca.
La vicuña, la alpaca, la llama y el guanaco.
El charqui, el chuño y el cañiwuaco
El capulí y el zancayo.
El huayno, los Sicuris, la Kullaguada y Etc.
La madre selva,
celosa cuidante de sus criaturas.
Árboles abuelos,
pulmones del mundo.
Costumbres de antaño
que se viven hoy.
Generación moderna,
Automóviles, aviones,
teléfonos, computadoras.
¡Oh mi amado Perú,
que Santa Rosa y San Martín de Porras
intervengan por tí!
!Oh, Señor de los Milagros,
protege tus hijos peruanos!
arenas interminables,
ligar en las alas del viento.
Serpientes de oro que corren hacia el Pacifico.
Las papayas, las paltas, las chirimoyas,
el turrón de doña Pepa,
la mazamorra morada,
el cebiche, los anticuchos y buñuelos.
El vals, la marinera, y el landó.
La sierra, los andes,
montañas,
montañas de picos nevados,
La mamapacha, el quechua y el aymará.
Andenes, fortalezas y chulpas.
La papa, la quinua, la oca.
La vicuña, la alpaca, la llama y el guanaco.
El charqui, el chuño y el cañiwuaco
El capulí y el zancayo.
El huayno, los Sicuris, la Kullaguada y Etc.
La madre selva,
celosa cuidante de sus criaturas.
Árboles abuelos,
pulmones del mundo.
Costumbres de antaño
que se viven hoy.
Generación moderna,
Automóviles, aviones,
teléfonos, computadoras.
¡Oh mi amado Perú,
que Santa Rosa y San Martín de Porras
intervengan por tí!
!Oh, Señor de los Milagros,
protege tus hijos peruanos!
El escritor ya no escribe - Luis Adrián Esparza, Guadalajara, México
El escritor ya no escribe
Ya se le acabaron las canciones,
ya no hay versos para alumbrar sus días,
ya no quedan noche con estrellas,
solo ve tardes y apatía…
Ya se le han terminado los versos,
los cuentos sobre verdes sonrisas,
las prosas rojas y azules
y las historias rojas y amarillas…
Siente a la monotonía
como jaula de sus añoranzas,
ella encierra en la costumbre
la magia de la vida cotidiana…
El escritor ya no escribe,
se ha quedando esperando,
dejando pasar sus minutos
y contra sus sentimientos luchando…
Busca alas el artista,
para ganar su batalla,
para acabar con la lucha
entre soledad y esperanza.
Busca alas el artista
para dejar sus penas de lado,
pero ve en sus pies y manos
ataduras de un metal pesado.
Atado por un lado del miedo
al “que dirán” y al rechazo
y por el otro penas, hastío, despecho
junto unos candados reforzados,
Libertad es su grito de batalla,
la esperanza su mejor arma,
alegría su objetivo
y la voluntad su única aliada.
Vive luchando en su mundo
contra las cadenas que lo atan
vive esperando el momento
en el que puedan volar sin alas.
Por eso busca alas el artista,
para terminar su gran batalla,
sabiendo que si Dios no nos enseño a volar,
es para que nosotros mismos consigamos alas…
Por eso el escritor ya no escribe,
ha decidido usar su pluma como arma,
desafiando a la monotonía,
a la sociedad y a su jaula…
Ya se le acabaron las canciones,
ya no hay versos para alumbrar sus días,
ya no quedan noche con estrellas,
solo ve tardes y apatía…
Ya se le han terminado los versos,
los cuentos sobre verdes sonrisas,
las prosas rojas y azules
y las historias rojas y amarillas…
Siente a la monotonía
como jaula de sus añoranzas,
ella encierra en la costumbre
la magia de la vida cotidiana…
El escritor ya no escribe,
se ha quedando esperando,
dejando pasar sus minutos
y contra sus sentimientos luchando…
Busca alas el artista,
para ganar su batalla,
para acabar con la lucha
entre soledad y esperanza.
Busca alas el artista
para dejar sus penas de lado,
pero ve en sus pies y manos
ataduras de un metal pesado.
Atado por un lado del miedo
al “que dirán” y al rechazo
y por el otro penas, hastío, despecho
junto unos candados reforzados,
Libertad es su grito de batalla,
la esperanza su mejor arma,
alegría su objetivo
y la voluntad su única aliada.
Vive luchando en su mundo
contra las cadenas que lo atan
vive esperando el momento
en el que puedan volar sin alas.
Por eso busca alas el artista,
para terminar su gran batalla,
sabiendo que si Dios no nos enseño a volar,
es para que nosotros mismos consigamos alas…
Por eso el escritor ya no escribe,
ha decidido usar su pluma como arma,
desafiando a la monotonía,
a la sociedad y a su jaula…
Basurita - Tedel, Perú
Hoy me lanzan al suelo
la obligación cotidiana,
la preocupación por el sexo,
el hambre,
el confesionario,
los rumores,
las presiones,
los relojes barométricos.
Yo me pregunto qué he de hacer con esto.
Me lanzan noticias,
la visita al gimnasio,
el estrés y los viajes,
la soledad,
las caricias,
los niños, las tías,
la polución y el espacio.
Yo me pregunto qué he de hacer con esto.
Me lanzan palabras
y sonidos abyectos,
argumentos,
investigaciones,
cifras y profanaciones.
Me destruyen la honra
por simples afirmaciones.
Yo me pregunto qué he de hacer con esto,
si no es más que basurita.
la obligación cotidiana,
la preocupación por el sexo,
el hambre,
el confesionario,
los rumores,
las presiones,
los relojes barométricos.
Yo me pregunto qué he de hacer con esto.
Me lanzan noticias,
la visita al gimnasio,
el estrés y los viajes,
la soledad,
las caricias,
los niños, las tías,
la polución y el espacio.
Yo me pregunto qué he de hacer con esto.
Me lanzan palabras
y sonidos abyectos,
argumentos,
investigaciones,
cifras y profanaciones.
Me destruyen la honra
por simples afirmaciones.
Yo me pregunto qué he de hacer con esto,
si no es más que basurita.
Todos los sentidos - Erika Martínez Rodríguez, España
Y ahora sale el sol, deseo con todas mis fuerzas que esto sea verdad. Es un placer pensar que estás aquí, aunque luego la realidad me devuelva a la rutina y mis anhelos se esfumen como el humo.
Te espero, te sueño, te ansío. Quiero que la vida me de la oportunidad de tenerte cerca, abrazarte y besarte. Después de todo, es lo único que nos mantiene firmes en nuestro propósito de seguir la vida. Nos hemos empeñado en vivir sin mirar atrás, sin mirar lo que nos rodea.
Y caminamos dejando la estela, no nos importa si otros nos siguen o nos copian, porque es ley de vida, es el nudo que mantiene unida la cuerda hacia todos los sentidos, hacia todos los rincones.
Te espero, te sueño, te ansío. Quiero que la vida me de la oportunidad de tenerte cerca, abrazarte y besarte. Después de todo, es lo único que nos mantiene firmes en nuestro propósito de seguir la vida. Nos hemos empeñado en vivir sin mirar atrás, sin mirar lo que nos rodea.
Y caminamos dejando la estela, no nos importa si otros nos siguen o nos copian, porque es ley de vida, es el nudo que mantiene unida la cuerda hacia todos los sentidos, hacia todos los rincones.
In Vitro - Elías Gutiérrez, Santiago, Chile
madre te hablo desde el otro lado de la noche
donde el vuelo del viento es tímido y melancólico
donde el frío se alimenta de la carroña
disfrazado de creyente
bajo el juramento que nos une
procure no arriesgar tu vida
me alimento hace días
de los restos de mi hermano
ya que aquí solo se respira tolueno
y me estoy sofocando
siluetas de muertos
solo me llevan a pasillos sin fondo
donde niñas juegan con su virginidad
seres transparentes se desdoblan
entre mis pensamientos
mientras un río corre con cabezas de cordero
ya han pasado varios siglos desde aquel aullido
y como un eco difonico
se arrastra en las caderas de mi voz...
donde el vuelo del viento es tímido y melancólico
donde el frío se alimenta de la carroña
disfrazado de creyente
bajo el juramento que nos une
procure no arriesgar tu vida
me alimento hace días
de los restos de mi hermano
ya que aquí solo se respira tolueno
y me estoy sofocando
siluetas de muertos
solo me llevan a pasillos sin fondo
donde niñas juegan con su virginidad
seres transparentes se desdoblan
entre mis pensamientos
mientras un río corre con cabezas de cordero
ya han pasado varios siglos desde aquel aullido
y como un eco difonico
se arrastra en las caderas de mi voz...
Las olas se van - Andrew Arcipestre Díaz, Florida, Uruguay
Las olas se van,
las olas se van paciendo
y pacificando como dos niños,
cuyas brillantes cabecitas
se pierden entre el croar de las ranas.
De la bella musa, embridada
con el mecimiento del trigal.
Lejanamente dos pastores se lamentan.
Las olas se le van, vuelven,
alguien declara su amor en la costa.
Dos pupilas se dilatan
impactadas por tanta belleza.
Una égloga se nostalgiza
y se adorna con un rocío salado.
Las olas cantan, se mecen también los oídos
de la luna aguaturma, enamorante,
parvoladamente blanquecina…
Se eleva la marea al suspirarle con ternura:
“vuelve a arrullarme como antes”
Las olas van y vuelven… como el amor.
Vuelven a destilarse contra los riscos
y a entramarse en la hojarasca crepuscular.
¿De dónde venimos sino del mar?
¿De dónde?...
¿Volveremos?...
las olas se van paciendo
y pacificando como dos niños,
cuyas brillantes cabecitas
se pierden entre el croar de las ranas.
De la bella musa, embridada
con el mecimiento del trigal.
Lejanamente dos pastores se lamentan.
Las olas se le van, vuelven,
alguien declara su amor en la costa.
Dos pupilas se dilatan
impactadas por tanta belleza.
Una égloga se nostalgiza
y se adorna con un rocío salado.
Las olas cantan, se mecen también los oídos
de la luna aguaturma, enamorante,
parvoladamente blanquecina…
Se eleva la marea al suspirarle con ternura:
“vuelve a arrullarme como antes”
Las olas van y vuelven… como el amor.
Vuelven a destilarse contra los riscos
y a entramarse en la hojarasca crepuscular.
¿De dónde venimos sino del mar?
¿De dónde?...
¿Volveremos?...
De Alicia en el país - Alejandro Drewes, Buenos Aires, Argentina
Pero qué secreto
callan los labios,
qué oscuro latido
súbito raya el cristal
de ese mundo de pronto.
Atávico gesto de pausa
entre dos tazas de té
falda abajo, falda
arriba. Y luego
esa rara seducción
de ingrávida luna,
en la niebla el paso
tuyo que cruza
ese último espejo.
Pues ella y tú saben ya
de aquel otro país
que fulge al centro
de altísima noche.
Del viento que sopla
su cuerno y del tiempo
que vuelve dos sombras una.
callan los labios,
qué oscuro latido
súbito raya el cristal
de ese mundo de pronto.
Atávico gesto de pausa
entre dos tazas de té
falda abajo, falda
arriba. Y luego
esa rara seducción
de ingrávida luna,
en la niebla el paso
tuyo que cruza
ese último espejo.
Pues ella y tú saben ya
de aquel otro país
que fulge al centro
de altísima noche.
Del viento que sopla
su cuerno y del tiempo
que vuelve dos sombras una.
Tus manos - Luis Felipe Belloso, España
Fueron tus manos...
Aquellas que apretaban
mi cabeza contra tu pecho,
cuando por ella volaban
pájaros de mal agüero.
Fueron tus manos...
Las que me tendiste
para salir de aquel pozo
donde me encontraba y me diste
momentos de alegría y gozo.
Me enamoré de tus labios,
tus ojos, tu sonrisa, tu cuerpo,
pero fueron tus manos
por las que quise que parase el tiempo...
Fueron tus manos...
Las que repartieron
caricias desconocidas,
mimos que consiguieron
recuperar mi alma perdida.
Fueron tus manos...
Atrevidas y mimosas,
valientes y vergonzosas,
suaves y revoltosas,
pequeñas y hermosas.
Me enamoré de tus actos
de tu dulzura, de tu valor.
Pero fueron tus manos
las que me llegaron a tu corazón.
Aquellas que apretaban
mi cabeza contra tu pecho,
cuando por ella volaban
pájaros de mal agüero.
Fueron tus manos...
Las que me tendiste
para salir de aquel pozo
donde me encontraba y me diste
momentos de alegría y gozo.
Me enamoré de tus labios,
tus ojos, tu sonrisa, tu cuerpo,
pero fueron tus manos
por las que quise que parase el tiempo...
Fueron tus manos...
Las que repartieron
caricias desconocidas,
mimos que consiguieron
recuperar mi alma perdida.
Fueron tus manos...
Atrevidas y mimosas,
valientes y vergonzosas,
suaves y revoltosas,
pequeñas y hermosas.
Me enamoré de tus actos
de tu dulzura, de tu valor.
Pero fueron tus manos
las que me llegaron a tu corazón.
Abecedario - Jean Machuca
Amar sin pedir perdón,
batirnos a duelo
con el destino
Desafío a la muerte
en donde quiera que vallas,
fuera y dentro del cuerpo,
guardando mis lágrimas inertes,
herido por la batalla
Iré cansado por tu camino
juntando las migas que me dejas,
kilo y medio ya tengo.
Las que no pude guardar
me las he comido.
No puedo seguir así
ocultando mi fatiga
porque ya no consigo
que tú me entiendas
Revelaré mis ansias
seguiré mi propio camino
Tormentos, diluvio me espera
Última oportunidad...
Veamos que pasa
Whisky, para empezar
Extraño tu dulzura
Yendo hacia mi oído,
¡Zorro sagaz! me susurras.
http://jeanmachuca.blogspot.com/
batirnos a duelo
con el destino
Desafío a la muerte
en donde quiera que vallas,
fuera y dentro del cuerpo,
guardando mis lágrimas inertes,
herido por la batalla
Iré cansado por tu camino
juntando las migas que me dejas,
kilo y medio ya tengo.
Las que no pude guardar
me las he comido.
No puedo seguir así
ocultando mi fatiga
porque ya no consigo
que tú me entiendas
Revelaré mis ansias
seguiré mi propio camino
Tormentos, diluvio me espera
Última oportunidad...
Veamos que pasa
Whisky, para empezar
Extraño tu dulzura
Yendo hacia mi oído,
¡Zorro sagaz! me susurras.
http://jeanmachuca.blogspot.com/
NO PUEDO ENTENDER - Juan Cruz Bordoy, San Pedro, Buenos Aires, Argentina
No puedo entender la pureza de las estrellas.
Olvidar los cuerpos celestiales de los lirios.
Parar de caminar sobre las letras.
Usar los espejos de ojos sobre el cielo.
Estar sentado en lo imposible.
Donar un mendigo a una rosa.
Otro cuerpo pintar en el mundo.
Escalar la sima de la poesía.
No vivir en la vida ni en la muerte.
Tirar oro, por el cuerpo de Jesús.
Enviar un corazón rosas con brillantina.
Nunca mirar las gotas de miel sobre los higos.
Descubrir un nido de poemas en medio del olvido.
Entrar en un libro sin leerlo.
Robar un alma a punto de ir al cielo.
Fácil o difícil - Tomás Agustín Casaubon - Buenos Aires, Argentina
¿Por qué es tan fácil, para mí, a veces
darme cuenta de que estás sorprendida
y otras tantas se me hace cuesta arriba
llegar a comprender cuánto me quieres?
Voy a intentar responder a ésta, mi intriga.
Cuando estás desconcertada yo diría
que ante mí tengo a alguien que se entrega
aunque por negarlo y renegarlo tú te mueras,
yo sé que por besarme tú darías
la vida y mil vidas que tuvieras.
En cambio, cuánto suspenso en esos días
y cuánta vacilación por algo incierto
cuando prolongas y prolongas tú lo nuestro
por no contradecirme en mi porfía
de estar enamorándome de nuevo.
darme cuenta de que estás sorprendida
y otras tantas se me hace cuesta arriba
llegar a comprender cuánto me quieres?
Voy a intentar responder a ésta, mi intriga.
Cuando estás desconcertada yo diría
que ante mí tengo a alguien que se entrega
aunque por negarlo y renegarlo tú te mueras,
yo sé que por besarme tú darías
la vida y mil vidas que tuvieras.
En cambio, cuánto suspenso en esos días
y cuánta vacilación por algo incierto
cuando prolongas y prolongas tú lo nuestro
por no contradecirme en mi porfía
de estar enamorándome de nuevo.
Graciela Wencelblat, Buenos Aires, Argentina
Barrer la historia
los restos dolorosos
no para vover a empezar
para seguir
hasta el altar
donde los sacrificios
están prohibidos.
Abrir los grifos
donde la energía quedó
estancada
sacar los abrazos retorcidos
de su estado de trapo de piso.
El germen de la confusión
maltrata.
Pero alguien lleva el estandarte
tambalea pero no cae.
los restos dolorosos
no para vover a empezar
para seguir
hasta el altar
donde los sacrificios
están prohibidos.
Abrir los grifos
donde la energía quedó
estancada
sacar los abrazos retorcidos
de su estado de trapo de piso.
El germen de la confusión
maltrata.
Pero alguien lleva el estandarte
tambalea pero no cae.
Sobre mis huesos - Alvaro De León, Florida, Uruguay
Sobre mis huesos
volarán los recuerdos,
polvorientos y repetidos,
se hundirán en las huellas
de las memorias amadas,
sobre mis huesos, el agua hará su danza,
orgiástica y a veces inocente,
sobre ellos, sí...sobre mis huesos,
rondará la luna y el grillo atrevido,
sobre mis huesos olerá a gotas y llanto,
y se sellarán las bocas que tantas veces...
tantas.....fueron veneno para el alma,
sobre mis huesos estarán las manos con luz
y los ojos rabiosos,
sobre ellos se expandirán los espíritus de luz
y los hálitos podridos y fétidos, que tanto odié...
sobre mis huesos llegarán las plegarias de tus labios...
sinceros y de tus mejillas mentirosas e inocentes,
sobre mis huesos caerá el diluvio
y mojará las fibras con restos de amor....
sobre mis huesos dormiré....
en el seno de la tierra...
negra y querida...
volarán los recuerdos,
polvorientos y repetidos,
se hundirán en las huellas
de las memorias amadas,
sobre mis huesos, el agua hará su danza,
orgiástica y a veces inocente,
sobre ellos, sí...sobre mis huesos,
rondará la luna y el grillo atrevido,
sobre mis huesos olerá a gotas y llanto,
y se sellarán las bocas que tantas veces...
tantas.....fueron veneno para el alma,
sobre mis huesos estarán las manos con luz
y los ojos rabiosos,
sobre ellos se expandirán los espíritus de luz
y los hálitos podridos y fétidos, que tanto odié...
sobre mis huesos llegarán las plegarias de tus labios...
sinceros y de tus mejillas mentirosas e inocentes,
sobre mis huesos caerá el diluvio
y mojará las fibras con restos de amor....
sobre mis huesos dormiré....
en el seno de la tierra...
negra y querida...
La última noche en la Tierra - Cinzia Ricciuti, Venezuela
Píntenle alas
a ver si vuela
Márquenle el corazón
en el pecho
a ver si siente
Tóquenle un acordeón
a ver si despierta
Mójenle de sal
a ver si sufre
Ciérrenle los ojos
a ver si ve
Ábranle la tierra
a ver si nace
Cántenle una frase
a ver si piensa
Háblenle de lo real
a ver si asume
Ódienle
a ver si agradece
Ámenle
a ver si se muere
a ver si vuela
Márquenle el corazón
en el pecho
a ver si siente
Tóquenle un acordeón
a ver si despierta
Mójenle de sal
a ver si sufre
Ciérrenle los ojos
a ver si ve
Ábranle la tierra
a ver si nace
Cántenle una frase
a ver si piensa
Háblenle de lo real
a ver si asume
Ódienle
a ver si agradece
Ámenle
a ver si se muere
Las Esferas-Gonzalo Torres/Chile
Aquella mañana
Sol difuso
Las ensaladas bailaban sobre la salsa
Los tenedores llevaban sus cuerpos
A bocas hambrientas
En el reflejo los espejos
Los bastones conversaban
Las corbatas de bellos paños
Se afeitaban
Y una pelota sin bote
Caminaba por una botella de calle sin salida
Y reían los labios de lentes
Mirando las hebillas de mariposa
Que corrían
Tras el viento del jardín
Todo estaba cocido en hilo luz amarilla
Como los trajes de mago luminoso
Y sobre la calle de botella vacía
Como manga de un destapador inútil
Silbaba a la envidia
Quien se libraba de la muerte
Y la traición era una oferta
Donde zapatos mudos
Hacían fila
En un traste de corazón urgente y flácido
Como la mañana sin viento
Donde un boleto de avión
Quedo olvidado
Porque el turista
Saco la oreja de un moais patrimonial de una isla
Y sordo el trabajo milenario
Se aprisionaba sus manos
Con el mar azul
He infinito
Como las esferas redondas
Que se pierden en la transparencia
nota: cena de desagravio por la oreja del moais de la isla de pascua
Sol difuso
Las ensaladas bailaban sobre la salsa
Los tenedores llevaban sus cuerpos
A bocas hambrientas
En el reflejo los espejos
Los bastones conversaban
Las corbatas de bellos paños
Se afeitaban
Y una pelota sin bote
Caminaba por una botella de calle sin salida
Y reían los labios de lentes
Mirando las hebillas de mariposa
Que corrían
Tras el viento del jardín
Todo estaba cocido en hilo luz amarilla
Como los trajes de mago luminoso
Y sobre la calle de botella vacía
Como manga de un destapador inútil
Silbaba a la envidia
Quien se libraba de la muerte
Y la traición era una oferta
Donde zapatos mudos
Hacían fila
En un traste de corazón urgente y flácido
Como la mañana sin viento
Donde un boleto de avión
Quedo olvidado
Porque el turista
Saco la oreja de un moais patrimonial de una isla
Y sordo el trabajo milenario
Se aprisionaba sus manos
Con el mar azul
He infinito
Como las esferas redondas
Que se pierden en la transparencia
nota: cena de desagravio por la oreja del moais de la isla de pascua
Si no puedes verme-Marcial Salaverry/Brasil
Si no puedes verme,
imaginarme podrás...
Puedes usar la imaginación,
para sentirme cerca de tu corazón...
Basta que lo quieras en verdad,
y podrás sentir toda la felicidad
de nuestros besos de amor,
sintiendo así todo el calor
de nuestro cariño...
Si no puedes verme,
llámame, amor mío,
llámame con sentimiento,
llámame con tu pensamiento,
y me sentirás a tu lado,
con mi amor enamorado...
¡Cómo te quiero querida,
con todo el amor de mi vida...
Marcial Salaverry
http://www.notivaga.com.br/
imaginarme podrás...
Puedes usar la imaginación,
para sentirme cerca de tu corazón...
Basta que lo quieras en verdad,
y podrás sentir toda la felicidad
de nuestros besos de amor,
sintiendo así todo el calor
de nuestro cariño...
Si no puedes verme,
llámame, amor mío,
llámame con sentimiento,
llámame con tu pensamiento,
y me sentirás a tu lado,
con mi amor enamorado...
¡Cómo te quiero querida,
con todo el amor de mi vida...
Marcial Salaverry
http://www.notivaga.com.br/
Recordando-Jorge Humberto/Covina-Portugal
Ah, son cada vez mas lindos, mi amor,
los días, que paso a tu lado.
el cuidar de ti, es para mi,
todo ese amor, que, reservado en mi
pecho, cual caballo loco, te entrego en manos,
como el mas sublime, de mi ser.
Y no hay momentos mas importantes
que otros, porque todos son sublimes,
en lo mas alto, de cada uno de nosotros.
Preciosa es tu sonrisa,
dejando en el alma mía,
otra sonrisa, que se abre para la tuya,
en perfecta constancia y armonía.
Y así somos felices, como no hay nadie más
en los percances de este mundo,
tan apresado y resignado.
Flor desabrochada en mi corazón, que
deshojé, hoja a hoja, en el día a nosotros reservado.
los días, que paso a tu lado.
el cuidar de ti, es para mi,
todo ese amor, que, reservado en mi
pecho, cual caballo loco, te entrego en manos,
como el mas sublime, de mi ser.
Y no hay momentos mas importantes
que otros, porque todos son sublimes,
en lo mas alto, de cada uno de nosotros.
Preciosa es tu sonrisa,
dejando en el alma mía,
otra sonrisa, que se abre para la tuya,
en perfecta constancia y armonía.
Y así somos felices, como no hay nadie más
en los percances de este mundo,
tan apresado y resignado.
Flor desabrochada en mi corazón, que
deshojé, hoja a hoja, en el día a nosotros reservado.
Soneto de Amor- Norma Alicia Estuard "Normy" /Argentina
¡¡¡Una noche de Amor,,solo te pido!!!
viajando entre tus brazos enredada
con toda mi ternura acumulada
y amainando de sombras el olvido..
Y en tus ansias vivirá mi anhelo
y en los nudos celestes de tu cielo
quiero morir de Amor y atormentada
por los celos antiguos que poseo..
Si por el mar de tus caricias muero
quiero esta noche que mi ruego valga
aunque dejes mi orilla sin consuelo..
¡¡Una noche de Amor solo te pido!!!
para saber quizas que no hay olvido
aunque viaje en tus brazos...demorada.
viajando entre tus brazos enredada
con toda mi ternura acumulada
y amainando de sombras el olvido..
Y en tus ansias vivirá mi anhelo
y en los nudos celestes de tu cielo
quiero morir de Amor y atormentada
por los celos antiguos que poseo..
Si por el mar de tus caricias muero
quiero esta noche que mi ruego valga
aunque dejes mi orilla sin consuelo..
¡¡Una noche de Amor solo te pido!!!
para saber quizas que no hay olvido
aunque viaje en tus brazos...demorada.
Araya - Luisa Martínez Campos, Venezuela
Azul de mar
entrelazado
con el fulgor rojizo de la montaña
salinas tornasoles
naturaleza retorcida
bajo el peso de la inclemente brisa
arcilla moldeada
con manos sabias de ancianas centenarias
infantes acosando traslúcidos cangrejos
que se ocultan en
oscuras autopistas bajo la arena
alcatraces y tijeretas
compitiendo en danza sincronizada
sobre el mar.
entrelazado
con el fulgor rojizo de la montaña
salinas tornasoles
naturaleza retorcida
bajo el peso de la inclemente brisa
arcilla moldeada
con manos sabias de ancianas centenarias
infantes acosando traslúcidos cangrejos
que se ocultan en
oscuras autopistas bajo la arena
alcatraces y tijeretas
compitiendo en danza sincronizada
sobre el mar.
A las cinco de la tarde - Senén Rodríguez Perini - España
A las cinco de la tarde
nació Sofía, mi primera nieta.
Es una hora común para muchos
pero no para los uruguayos de mi época,
Ruben Castillo llama desde siempre
"a las cinco de la tarde"
releyendo a Federico
"a las cinco de la tarde"
Sofia ha llegado
"a las cinco de la tarde"
coincidencias.
Y quizás duelen menos
las traiciones de los compañeros,
de los camaradas,
la falta de principios,
el dolor de las separaciones,
el olvido de promesas,
el sacrificio para nada.
Todo es mejor ahora
a las cinco de la tarde.
Recuerdo hasta con cariño
aquel 9 de julio militante
a las cinco de la tarde,
cuando la larga noche negra comenzaba.
Allí estuvimos, a las cinco de la tarde.
Jamás olvidaré a Rubén convocándonos
pese a la censura de las bestias,
ni serán olvido esas vivencias,
pero hoy todo parece más suave,
mas lejano, menos triste,
porque en Cataluña,
nació Sofía, mi nieta,
el cuatro de octubre,
a las cinco de la tarde.
nació Sofía, mi primera nieta.
Es una hora común para muchos
pero no para los uruguayos de mi época,
Ruben Castillo llama desde siempre
"a las cinco de la tarde"
releyendo a Federico
"a las cinco de la tarde"
Sofia ha llegado
"a las cinco de la tarde"
coincidencias.
Y quizás duelen menos
las traiciones de los compañeros,
de los camaradas,
la falta de principios,
el dolor de las separaciones,
el olvido de promesas,
el sacrificio para nada.
Todo es mejor ahora
a las cinco de la tarde.
Recuerdo hasta con cariño
aquel 9 de julio militante
a las cinco de la tarde,
cuando la larga noche negra comenzaba.
Allí estuvimos, a las cinco de la tarde.
Jamás olvidaré a Rubén convocándonos
pese a la censura de las bestias,
ni serán olvido esas vivencias,
pero hoy todo parece más suave,
mas lejano, menos triste,
porque en Cataluña,
nació Sofía, mi nieta,
el cuatro de octubre,
a las cinco de la tarde.
Mi equipaje - María Fischinger, EEUU / Eslovenia
Concluido el canto.
Otra realidad comienza.
Debo dejar mi nuevo nido.
Llené mis bolsillos
con montañas y bosques.
Rebosa mi maleta
con lagos y ríos.
En mi cartera metí
el azul del cielo.
Guardé la neblina
en las páginas de un libro.
En la mano cargaré las
gratas experiencias
de mi nueva patria.
Pero mi corazón lo dejé
allá en el bosque.
Otra realidad comienza.
Debo dejar mi nuevo nido.
Llené mis bolsillos
con montañas y bosques.
Rebosa mi maleta
con lagos y ríos.
En mi cartera metí
el azul del cielo.
Guardé la neblina
en las páginas de un libro.
En la mano cargaré las
gratas experiencias
de mi nueva patria.
Pero mi corazón lo dejé
allá en el bosque.
Futuro II - Andrea Naranjo, colombiana residente en EEUU
Partiré a las montañas,
el invierno
detendrá mi vida
y por un instante
seré la cumbre instalada
al final del hielo.
Retornaré con los árboles
de cristal
al final de cada diciembre,
¡nieve el delirio!
de los cantos
que permanecerán,
cuando la noche
sea la única
que defina los caminos.
Lloraré de nuevo
al girasol
olvidado a veces
por el tiempo,
el agua escasa
y la garganta ya seca
y sin palabras.
Olvidaré los versos
escritos,
me habré mudado
por fin
a la dimensión
que me pertenece.
el invierno
detendrá mi vida
y por un instante
seré la cumbre instalada
al final del hielo.
Retornaré con los árboles
de cristal
al final de cada diciembre,
¡nieve el delirio!
de los cantos
que permanecerán,
cuando la noche
sea la única
que defina los caminos.
Lloraré de nuevo
al girasol
olvidado a veces
por el tiempo,
el agua escasa
y la garganta ya seca
y sin palabras.
Olvidaré los versos
escritos,
me habré mudado
por fin
a la dimensión
que me pertenece.
Haberes - Elsa Sanguino, Venezuela
Tengo
piedras de río guardadas en un cofre
Demasiados libros
Ojos en sepia que nunca llegaré
a conocer
El hechizo de un melocotón
en la punta de la lengua
Dos buenos
amigos
Tres kilos sobrantes entre el Ecuador
y el Trópico de Capricornio
Noventa presagios por minuto
Tengo
Sal de todos los mares
Palabras rotas olvidos a granel
Algún amante en permanente retorno
Líneas fronterizas en las manos
Mapas albergados en el cuerpo
campo fértil desarraigándome
Un hijo en constante fuga
Veinte pares de zapatos
Tengo
Una pérdida pocos arrepentimientos
Exilio de fantasma
Un anciano que hace magia
y lee poesía
Mudas de piel a golpes de luna
Una gata
y aquel dios que padece por olvido
piedras de río guardadas en un cofre
Demasiados libros
Ojos en sepia que nunca llegaré
a conocer
El hechizo de un melocotón
en la punta de la lengua
Dos buenos
amigos
Tres kilos sobrantes entre el Ecuador
y el Trópico de Capricornio
Noventa presagios por minuto
Tengo
Sal de todos los mares
Palabras rotas olvidos a granel
Algún amante en permanente retorno
Líneas fronterizas en las manos
Mapas albergados en el cuerpo
campo fértil desarraigándome
Un hijo en constante fuga
Veinte pares de zapatos
Tengo
Una pérdida pocos arrepentimientos
Exilio de fantasma
Un anciano que hace magia
y lee poesía
Mudas de piel a golpes de luna
Una gata
y aquel dios que padece por olvido
Fluir así - Ana Aguilar "Aura Sabina", México
solo dejate fluir
siente la serpiente erguida en tu columna
armonizate con tu centro
alinea tus círculos de energía
nadie te enseñó, pero tu intuición
te lleva por caminos necesarios
siente la tierra debajo de tus pies
y el fuego en tu corazon
toca el aire con tu piel
del agua nútrete,
regresa a tu Ser
siente la serpiente erguida en tu columna
armonizate con tu centro
alinea tus círculos de energía
nadie te enseñó, pero tu intuición
te lleva por caminos necesarios
siente la tierra debajo de tus pies
y el fuego en tu corazon
toca el aire con tu piel
del agua nútrete,
regresa a tu Ser
Devenir - Ana María Caliyuri, oriunda de Ayacucho, residente en Tandil, Buenos Aires, Argentina
Desde la piedra y el bronce
transitamos la libido
el timón, el desgarro
los aires ardientes
lo bueno, lo malo,
la impotencia y la omnisciencia.
Nazco al ocaso.
Atardecido es el aquí,
duermo en irreal fulgor
y me fragmento en juego de azar.
La lumbre prende y apaga
cuan pasión indiferente
para multiplicar lo evidente,
en el punto suspendido
yace lo eterno
de mi propia ilusión
cual saga de papel endurecido
tejiendo con rígidos hilos
mi Ser y el devenir.
Despiértame Señor
cuando el soplo furtivo
me permita transitar
sin límite lo divino.
transitamos la libido
el timón, el desgarro
los aires ardientes
lo bueno, lo malo,
la impotencia y la omnisciencia.
Nazco al ocaso.
Atardecido es el aquí,
duermo en irreal fulgor
y me fragmento en juego de azar.
La lumbre prende y apaga
cuan pasión indiferente
para multiplicar lo evidente,
en el punto suspendido
yace lo eterno
de mi propia ilusión
cual saga de papel endurecido
tejiendo con rígidos hilos
mi Ser y el devenir.
Despiértame Señor
cuando el soplo furtivo
me permita transitar
sin límite lo divino.
Valeria Montilla, San Juan de los Morros, Estado Guárico, Venezuela
El Génesis recomienza en silencio
Dios tiembla
la Eva de Botero es realmente hermosa
sus manos sudan extasiadas
devora aquella mujer con su mirada
mientras espera
el sexto día que nunca llegará.
http://vientodelsureditores.blogspot.com/2008/07/voces-de-tinta-y-sino.html
Dios tiembla
la Eva de Botero es realmente hermosa
sus manos sudan extasiadas
devora aquella mujer con su mirada
mientras espera
el sexto día que nunca llegará.
http://vientodelsureditores.blogspot.com/2008/07/voces-de-tinta-y-sino.html
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