Fin sin fin - Eugenio Montejo, Venezuela

La que se irá al final será la vida,
la misma vida que ha llevado nuestros pasos
sin tregua a la velocidad de su deseo.
Se llevará también todas sus horas
y los relojes que sonaban y el sonido
y lo que en ellos siempre estuvo oculto
sin ser tiempo ni trastiempo...
Cuando haya de partir –se irá la vida,
ella y su música veloz entre mis venas
que me recorre con remotos cánticos,
ella y su melodiosa geometría
que inventa el ajedrez de estas palabras.
Cuando haya de partir –se irá la vida,
ella y su música veloz entre mis venas
que me recorre con remotos cánticos,
ella y su melodiosa geometría
que inventa el ajedrez de estas palabras.
De todo cuanto miro en este instante
será la vida la que parta para siempre o para nunca,
es decir, la que parta sin partir, la que se quede
y con ella mi cuerpo noche y día,
siguiéndolas en sus luces y sus sombras...
Sí, tal vez nadie se aleje de este mundo,
aunque se extinga cada quien en su momento.
-Nos iremos sin irnos,
ninguno va a quedarse ni va a irse,
tal como siempre hemos vivido
a orillas de este sueño indescifrable,
donde uno está y no está y nadie sabe nada.

Que yo hablo solo - Don Ramón de Almagro, Buenos Aires, Argentina

¿Qué yo hablo solo?
No me digan eso.
Es que soy poeta
Y vivo buscando
Que rimen mis versos.

¿Qué yo hablo solo?
Es que soy un viejo
Y los que escuchaban
Se han ido tan lejos
Y los que vinieron
A ocupar sus puestos
Casi ni me hablan,
Hasta me tropiezan,
Andan apurados
Con todas sus cosas
Y yo de tan lerdo,
Siento que molesto.

Que yo hablo solo,
Yo nunca hablo solo.
Hablo con mis viejos,
Con todos los míos,
Con tantos amigos
Que ya se me han ido.
Y ellos me escuchan.
Porque ellos no corren,
Porque ellos me esperan,
Porque están conmigo
Aunque no los vean.

Que yo hablo solo
Será...
Será porque rezo,
Debe ser por eso,
Será porque rezo,
Y al mover los labios
Pensarán que hablo,
Debe ser por eso
Será por mis rezos
Y que soy poeta,
yo vivo buscando
que rimen mis versos.

Como el vino - Magalí Sauceda, Tapachula, Chiapas, México

Como el vino embriágate de mis sentidos,
escucha una y otra vez un te amo en tus oídos,
saborea el bouquet de mis muslos contraídos,
y bebe de mí, hasta extasiar mis latidos…
Como el vino degusta cada parte de mi cuerpo,
olfatea los olores que te seducen por dentro,
cata los sabores que se desprenden de mis adentros;
que te quede el retrogusto de nuestra noche de sexo…
Como el vino tinto que deja el tanino en tu boca,
quiero que me ames hasta volverme loca,
que me llenes de besos y me explores toda;
que me digas te quiero, que soy yo tu copa.

Poema 25 - Susana Stefania Ceruti, Buenos Aires, Argentina

Al tararearte mi copla,
Me olvido que estoy aquí,
De amanecer,de distancias,
Caminos que me perdí,
Y me acompañaste copla
Y el canto broto de allì.

Caminos que me llevaron,
Distancias que recorrì,
Lluvia que mojò mis ansias
Y el canto brotò de allì.

Me acompañò la esperanza,
Silencios que padecì
Por que acallaron los ecos
Y el canto brotò de allì.

Guitarra y cuerda en la noche
Cajas de coplas en mi,
Ecos que guardan las voces
Y el canto brotò de allì.

Caminos que me llevaron,
Distancias que recorrì,
Lluvia que mojò mis ansias
Y el canto que asì sentí.

Cómo hacer una mermelada - Stella Maris Taboro, San Jorge, Santa Fé, Argentina

Cuando sepas
que ellas se llenaron
de lágrimas teñidas de oro,
cuando el frío
ya las azucaró muy bien,
entonces tomarás en tus manos
a esas esferas tan poceadas
como la luna
y enamorada como ella
entregada a la noche,
empezará la metamorfosis.
Una torre de fetas
como peces sumergiéndose muy hondo,
en un mar de azúcar dormirá,
una sola noche, esos sí...
sólo una noche ,
como un amante fugaz.
Y vendrá clareando el día,
con el gallo anunciador,
con el chillido de gorriones,
con la luz intrusa en tu ventana,
y justo en esos momentos
locamente apasionadas
esperarán para entregarse
al fuego del amor ,
hasta que llenar de aromas a la casa
hasta brillar
como un mar dorado y brillante ,
hasta embelezar aún
a aquellos besos robados.

Divino refugio - María Pía Poretti, Mendoza, Argentina

Te veo a Ti, Diosa Madre Tierra, Hermosa Pacha Mama.
Yaces con todo tu Sagrado Cuerpo constituyendo el Espacio de mi cuerpo.
Aquí me encuentro, a Tu Lado, como una hija necesitando Tu Amoroso Afecto.
Me complaces mostrándote como real eres: Tu Sagrado Cuerpo Planetario.
Tu perfecta y exquisita anatomía me deleita y me recuerda mi origen divino…
A imagen y semejanza del Tuyo.
Diosa Madre, permíteme que me regocije reconociendo tu Sabiduría en el equilibrio de las cosas creadas por Ti.
Necesito sentir Tu Divino Aliento rodando por fuera y dentro de mi cuerpo.
Quiero que Tu Sagrado Carácter del Aire toque mi alma y mis células.
Necesito sentir Tu Divino Líquido circulando por mi piel y mis tejidos.
Quiero que Tu Sagrado Carácter del Agua bendiga mi corazón y emociones.
Necesito sentir Tu Divino Calor, entibiando mi cuerpo y mi mente.
Quiero que Tu Sagrado Carácter del Fuego se aloje en mi espíritu y sentimientos.
Necesito sentir Tu Divina Tierra, formando mi estructura externa e interna.
Quiero que Tu Sagrado Carácter del Suelo constituya el sostén de mi vida y mi entorno.
Te veo a Ti, Diosa Madre, tanto por fuera como por dentro de mí.
Tan Perfecta eres que con sólo pensarlo me estremezco.
Despierta en mí la pasión por conocerte, sabiendo que yo soy parte Tuya y Tú eres parte mía.
Investigo Tu Sagrada Existencia en cualquier manifestación de la ciencia. Y en cada rincón se expresa Tu Inteligente Sabiduría.
Madre Diosa, quiero acercarme a Ti, pues estoy falta de Tu Compañía. Tú que todo lo curas.
Entonces…
Permíteme penetrar por Tu Oculta Sagrada Puerta de Tu Sabio Cuerpo.
En Tu Gruta Terrenal, oscura y húmeda, se halla el Profundo Misterio de la Vida….
…¡Y el Profundo Misterio del Placer de la Vida!.
Siento Tu Respiración lenta y acompasada que calma mis angustias.
Tu Sagrado Cuerpo Sanador me aquieta y lentifica mis pensamientos.
Ahora estoy calma.
Tu Fructífero Vientre, origen de Alimentos Divinos, se eleva y se deprime rítmicamente como Mujer que eres.
Rodea mi cuerpo con tus Brazos Naturales, como si fuese tu bebé.
Y si me emociono con Tu Afecto Maternal, que mis lágrimas vuelvan a Tu Piel Planetaria…
Tú nos enseñas que todo es Cíclico.
Aliméntame con Tus Sagrados Pechos, como tu hija predilecta, que se acerca al Altar de Tu Cuerpo.
Quiero la Femenina Comunión Contigo. Necesito de Tu Pan y de Tu Vino.
Necesito de Tu Cuerpo y de Tu Espíritu.
Acaríciame con Tus Amorosas Prácticas Manos.
Toca mi cabeza de pequeña hija meciéndome con el Movimiento del Orden Natural…
….¡Con el excitante Movimiento del Orden Natural!
Quiero cerrar los ojos para percibir con mi ojo intuitivo, toda la Grandeza de Tu Opulento Divino Cuerpo.
Y cerrados veo Tus Profundos Ojos de Sabia Meditativa Mirada Serena.
Percibo, descansando mis ojos, de Tu Silenciosa Armónica Boca, Labios de Graciosos Cariñosos Besos de madre Amorosa.
Necesito y quiero percibir el latido de Tu Cálido Corazón, palpitando desde lo profundo de Tu Cuerpo Terrestre.
Necesito y quiero captar Tu Certera Cíclica Mente de Diosa Madre.
Enséñame a pensar como Tú piensas.
Soy tu hija ávida en armonía contigo, Diosa madre Tierra, abrazada a Ti, lúcida habitante de Tu Planeta Cuerpo.
Permíteme permanecer a Tu Divino Lado.
Acurrúcame en Tu Cuerpo de Divina Mujer.
Protégeme y aliméntame con Tu Sagrada Sabiduría.
Enséñame el Camino hacia Ti, para que pueda volver cada vez que me sienta desahuciada, cansada, agotada en la travesía de la vida.
Dame Tu Sagrada Energía Vital Universal.
Sé siempre mi Compañera de la Ruta de la Vida.
Como Alegre Madre, juega conmigo el Juego de la Vida.
Llévame Contigo, Diosa Madre. Quiero volver a Ti. Quiero curarme con la Sabiduría de Tu Cuerpo Femenino.

ETERNIDAD - Víctor Eligio Giménez, Misiones, Argentina

Yo puedo ser eterno
un segundo,
porque la eternidad
no es más que eso.

Pero no un segundo de reloj
que cierra el banco
o marca con tardanza
la tarjeta,
sino uno de vida
plena y honda
en que la intensidad
devora al tiempo.

Y éste no existe
o al menos no se siente
si se desplaza en horas
o en minutos.

Yo puedo ser eterno
un segundo,
si el alma me responde
en el intento.-

Hiperbreves - Juan Ricardo Sagardía "Santoamor", Buenos Aires, Argentina

MORIR DE AMOR


Nos amábamos...


Mientras moríamos.


Moríamos

de

amor.



EQUIVOCARSE



Tengo miedo de llegar ausente,

¡Tanto son los errores que cometí!





OLVIDO



Olvido todo,

por no actuar

como fuego con memoria



Prefiero bajar mi boca

al punto de besar el piso.



No quiero matar

a quien se lo merece

Réquiem - María Alejandra García Mogollón "Onyx" , Colombia

Sobrevivo sin horizonte,
sin complejas formas de vida
y sin la más tierna postura de mujer.

Sigo siendo ínfima ante el viento
y ante tu enigmática mirada
como el primer día.

Combato al tiempo
con inútiles anhelos de juventud.
Mientras la piel teje
los ramalazos de la soledad,
el alma interpreta
el más profundo Réquiem,
las cuerdas se encargan de
llevar el dulce de la muerte,
los vientos anuncian
el inevitable deceso.

Y aun sin que una voz intervenga
se perciben los más lúgubres lamentos del alma.

Juan Carlos Maidana - Sigue tu camino, Buenos Aires, Argentina

IGUE TU CAMINO

Si sientes que tu cansancio se "fatiga"
Y quiere por momentos desanimarte,
No dejes de apostar por la Vida,
Ésta, vale hasta el último instante.

Si te abandonaron todos los éxitos
Que con tu buen esfuerzo lograste,
No reniegues de esta vida que DIOS
Nos hace disfrutar, sigue adelante.

Si tus equivocadas acciones
Sin querer han logrado lastimarte,
No permitas que tu sufrimiento
Logre su objetivo para derrotarte.

Si alguna inesperada traición
Alcanzó en cierto momento dañarte,
No debes caminar con odio o rencor,
Esto, no sirve para superarte.

Si a las montañas de tus Sueños
Por estas causas desmoronaste,
Debes construir nuevos sueños,
Manera de poder crecer y elevarte.

Si tu buen Trabajo fue ignorado
En el momento que lo realizaste,
Tienes que continuar trabajando
Para volver a revitalizarte.

Si fue ingratitud la remuneración
Que por reconocimiento cobraste,
SIGUE TU CAMINO, por convicción,
Sin desmayar, para no desviarte.

Si te desalentó la incomprensión
Por todo lo que en tu vida anhelaste,
Debes tener VOLUNTAD de continuación
Para hacer realidad lo que SOÑASTE.


Poeta JUAN CARLOS MAIDANA
www.poetamaidana.com.ar
info@poetamaidana.com.ar
ARGENTINA

SOULMATE - Daniel Montoly, EEUU

Supe que era ella el objetivo de mi búsqueda
al ver su sospechosa cabellera
mezclarse con el aura gris
de su hediondo cigarrillo.
Cuando aspiré el perfume
de su piel dorada
por el implacable sol del trópico
o al reflejarse mis dudas
en sus ojos anglosajones.
Supe que era ella
pero siguió de largo,
se subió a un carro.
Jamás supo quién era yo.

Domicilio desconocido, Issa Martínez Llongueras, México

Dovelas unidas con silencio van construyendo almenas azotadas por la ausencia; las fuentes de cantera manan las sombras de la noche y la soledad resbala por las cornisas.
La casa está vacía, vacías las habitaciones: las duelas gimen ecos de pisadas ausentes que la luna alumbra a través de los vanos sin puertas ni ventanas.
La pintura de las paredes descascara caricias sin manos, la chimenea acumula inviernos entre rescoldos extintos, y aún el viento tiene miedo de entrar.
Entre la breña enmohece su tristeza una aldaba, y las fuentes de cantera siguen manando las sombras de la noche.
La calle de la casa, ni siquiera tiene nombre.

Contrastes - Patricia Molina, Córdoba, Argentina

Allá un paisaje constante
se dibuja por la plenitud del día
escalonando montes, marejando mares
o caminos de picada infinita

Y más acá vamos o venimos
desandando las horas que se escurren
destruyendo el tiempo

Desde allá los azules y los verdes
se cuelan por los resquicios de los grises
y no llegan a fundirse unos con otros
como si no quisieran inmiscuirse

Emilio Medina Muñoz - Ciudad Real, España

En locas aventuras virtuales
enchufo el aparato de mi casa,
se rie de este tio con su guasa
mostrando los sonidos anormales..

Mi odio a los inventos infernales
que dejan tal maullido en mis cantares,
que suenan como gato al que se pisa
la parte de sus blandos genitales.

Me escucho y me sonrio con gran gana;
mi esposa se asoma por el ruido,...
¿que te pasa ?, pregunta a su marido,
¡es el chisme enviado por Liliana!.

Poema - Hugo Alberto Patuto, Pergamino, Buenos Aires, Argentina

A veces doy con el sesgo de lo absoluto
y las presunciones adquieren ese vértigo raro
que denota una forma de elegir
como elige, a su modo, el viento.
Aquella luna vuelve para delatarme
entre los caminos apagados
a fuerza de soltar caprichosamente
una telaraña de espuma.
¿A quién preguntar si lo inmutable
lleva consigo el resplandor hecho bestia
para que las palabras acaricien
este simulacro sin latidos?

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La dama de mis sueños - Jorge Humberto, Covina, Portugal

El amor-mayo, tan bello y fascinante
tu piel mansa bien contrastante
con la rudeza de la mía, así cruda
cuando ella se expone, delante de la tuya

Tu sonrisa, tan linda y efusiva
ensombra la mía, siempre distante
que, de las arrugas de la vida, semi-desnuda
hizo pacto pasivo con la blanca luna

Y tu gesto, abnegado y altruista
en la candidez , de tu trazo, perfilado
en nada admira: a todos conquista

Privilegio grande soy aqui, bien dicho
que, sino fueses tu, oh ser amado
en nada aquí : yo quitaría su placer

En esta madrugada - Marcial Salaverry, Brasil



Ni siempre los amantes pueden estar juntos...
Pero pueden "sentirse" juntos aunque lejos...


EN ESTA MADRUGADA


Era media noche
llovía como nunca
y observando esa lluvia,
por la ventana abierta
mis pensamientos viajaban lejos,
muy lejos hasta tu imagen.
Y como tu ausencia siento...
llamo por tu amor,
y lloro porque vos ..
no estás a mi lado.
Te "veo" mirándome...
y me siento cada vez,
más y más enamorado...
Te amo mi vida
más que a mi propia vida.
Pero el triste destino,
nos deja distantes...
mi alma está contigo
y la tuya... conmigo.
Me faltan tus besos...
me falta tu cuerpo abrazado al mío...
y en esta madrugada soñaremos juntos
que mucho nos amamos
aunque lejos...
... ESTEMOS!

YO NO QUIERO UN AMOR - Carlos Adalberto Fernández, Buenos Aires, Argentina

Yo no quiero un amor de áspid o daga.
No te quiero sublimada en lucha aciaga.
Yo no quiero una amada inmaculada
Una virgen eterna, nunca hollada.
No me atrae la gracia permanente,
La liviandad, el gesto pertinente.
No me admira el ornato, los caireles,
Las luces de neón, los cascabeles.

Yo te quiero
Sintiendo tu jadear de hembra en celo
Tus savias, tus sudores, tus humores
Quiero el torrente de la vida en tus entrañas
Quiero el relámpago y el fuego de tus sañas
La magia, el esplendor de tus ensueños
La mirada infinita de la mujer que ama
La sonrisa insondable de quien se sabe amada

Y al fin del día
O del de nuestra vida
La muelle placidez del que ha luchado
Del que amó, sufrió, y no ha escapado
Del desafío que el azar impone.

Y, creo,
Me dirás,
Sigamos juntos.
El horizonte avanza.

Luis Felipe Belloso, España

Dos voces claras acunan mis sueños,
voces mágicas de tierras lejanas
que con la noche una vez por semana
consiguen que yo escuche sus relatos.

Tras las voces, mujeres de bandera
locas por nubes negras sobre blanco,
locas por su tierra que es la del tango,
vuelan desde la pampa a la pradera.

Nos tienen al borde de la palabra
hasta esas horas aquí intempestivas,
leyendo los poemas de quien les abra

el abanico de las alternativas,
van recitando su abracadabra
y de esa forma nos encandilan.

Poema 28 - Susana Stefania Ceruti, Buenos Aires, Argentina

Ay luna, mi luna luna,
Que alumbras su cabellera,
Está descalza en la hierba ?
O está tendida en la arena ?.

Ay luna, mi luna luna,
Dile, que estoy aquí para verla,
Que yo, penando por ella
Y ella tendida en la arena.

Ay luna, mi luna luna,
Que estas junto a las estrellas,
Como pedirle que me ame ?,
Como pedirle que vuelva?.

Si junto las manos … luna
Y ruego … que por mi venga,
Te juro … mi luna luna,
Jamás me separo de ella.
Ay luna, mi luna luna,
Hierve mi sangre en las venas,
Yo, llorando su abandono
Y ella… ella tirada en la arena.

Quimera - Marietta Cuesta Rodríguez, Cuenca, Ecuador

Bienvenida quimera, borrachera
de mi alma,
libertad torturante,
chisporroteante flama que me abraza,
embriagador son de alas,
ventana que se entrega al aire fresco,
triangular aliento
de una rosa roja,
nieve cortada de oro
por el sol,
sonata y carcajada
placidez bautizada
por locas-ninfas-juguetonas
mi QUIMERA...

Línea de fuego - Marietta Cuesta Rodríguez, Cuenca, Ecuador

Amé siempre el vibrante
oleaje de mi sino
amé tu depurada ingenuidad
humana;
amé mi eterno hielo
y tu línea de fuego
la telúrica fuerza
y el golpe del chubasco,
tu vuelo de horizonte
tus pupilas-nostalgias
y tu voz tan lejana.
Te amé
y amé por siempre
tu recuerdo rugiente.

Claudia Ainchil, Buenos Aires, Argentina

¿Cómo es tu mapa?
¿en que kilómetros se encuentran
los territorios lisos
las flores con sus signos
los estanques de agua,
calido cuando el corazón pide
una segunda vuelta
y helado cuando nos equivocamos de nuevo?
¿adonde hallar esas cordilleras
temibles e inolvidables
que nos recuerdan lo humanos que somos?
¿cómo es tu mapa? pregunto
¿cómo es el mío?...



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La luna - Helios Buira - Moreno, Buenos Aires, Argentina

La luna
Nace desde el mar.
En San Bernardo
La vimos
Subir en noches
Inmortales
Roja intensa,
Envueltos
En la arena
Combinados
Apretados
En la playa
Disparando
Estrellas que
Trepaban al cielo

Ahora
Llueve
Ella tampoco
Está.

Parto de tu recuerdo - Manolo Pastrana, México

Parto de tu recuerdo
Parto de tu recuerdo,
me convierto en olvido.
Parto de tu recuerdo,
nacimiento de vivencias perdidas.
Parto de tu recuerdo,
ocaso y génesis de mi vida.
Transmutación que me consume
en el infierno que es tu ausencia,
dolorosa metamorfosis, ceniza gris.
Eres tu, blanca sombra de mi pasado,
quien en mi agonía me atormenta,
en la obscuridad de mi sepulcro
sólo veo tu destello, apego a tu vida.

Un soneto a nuestro amor - Luisa Zanni Díaz, Argentina

En un soplo de tibia primavera
tu amor y el mío yacen embriagados,
de perfumada esencia adormilados
en el bravío torrente de la espera.
En un vital ardor encadenados
para siempre por un destino mejor,
que nos ampare en la magia de este amor
a perpetuar el tiempo enamorados.
Estando en el otoño de esta vida
queremos atrapar su primavera,
en el sueño de amor que complacida
nos espera al final de esta quimera,
dejando en mil arpegios contenida
música que en el cuerpo se acelera.

Al hombre - Luisa Zanni Díaz, Argentina

Siembra tu semilla hermano
veras sus frutos mañana,
y los hijos de tus hijos
de esta tierra amada.
Siembra con cuidado
protegiendo, sin dañar;
poniendo en cada simiente
tu amor y tu verdad.
Abre surcos en tu senda
de alegría y libertad,
desparrama bien los bienes
que trae la honestidad.
Abona con la justicia
de la razón al actuar,
y riega con la esperanza
en cada cosa y lugar.
Escucha el mensaje del alma
cuida el tono de tu palabra,
sé paciente, amoroso,
indulgente, sé tenaz.
Y así un día al despertar
tu propia vida dirá,
vamos hermano, levántate...
¡Es tiempo de cosechar!





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.

Vitrales - María Elena Espinosa M.

Como perpetua sombra fructifico.
Ante el augusto ventanal celebro.
Emplomada en cromáticos cristales
cada mañana es explosión la luz.

Fulgor de llamaradas
atraviesa mi cuerpo en decadencia.

Como herida luciérnaga palpito.
Mi corazón de vidrio se enternece.

De cara al sol
(cascada de brillantes y zafiros)
hago vibrar las alas de los peces.
con un batir de púrpuras y azules.

Entrar a tu silencio - Víctor Hugo Tissera, Cañada de Gómez, Santa Fé, Argentina

Déjame entrar a tu silencio

por la puerta del alma.

No usaré la llave.

No provocaré ruido.

No hablaré.

Sólo respiraré para vivir,

si respirar significa vida.

Tal vez haya un lugar

en tu silencio,

donde pueda sostener mi rebeldía.

No sé si soy, o he sido

la ilusión de un hombre,

sometido a rituales clandestinos.

He clausurado mis votos,

destapado mis estigmas

y exhalado sudores anónimos.

Estoy frente al exilio

de mi propia fortaleza,

por eso necesito entrar

a tu silencio,

para saber si aún existo

en las zonas redimidas

de tus pensamientos.

¿De qué? - Alberto Guzmán, México

¿Qué pretenden los poetas, todos los poetas,
dejandose llevar por locuras igual que Don Quijote?
¿De dónde sacan esa fuerza
en medio del mundo y sus miserias?

¿De qué están hechos los poetas, todos los poetas,
que siguen, siguen, siguen
y sueñan y lo escriben
y luego le dan a la palabra el manto de lo bello?

¿De qué corteza de árbol milenario esta hecha
el alma del poeta?

Guzmán Lavenant

Autorretrato - Fernando Sabido Sánchez - Córdoba, España

Desnudo en los caminos

duermo sobre el polvo

y respiro el olor de la muerte

enredándome en la pegajosa geometría

de las telarañas

espero al relámpago

para beber el semen de los árboles

y escapo del tiempo

hacia ninguna parte

buscando en mi brújula a la luna

no encuentro ciudades

bajo las aguas de un arroyo que no dura

ni el color de las flores

sólo vocablos compasivos

empapados en vinagre



http://fernando-sabido.blogspot.com/


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¿Dónde estás? - Luis Felipe Belloso, España

¿Donde estás ahora amigo mio?
Te necesito a mi lado como siempre,
¿Por que siento hoy este frio?
¿Por que te muestras tan distante?
¿Hice algo que te hirió?
De verdad,no quise dañarte.

¿Recuerdas cuando prometimos,
que nadie jamás se interpondría,
entre nosotros y nuestros sueños?
Hoy maldigo lo que pasó aquel día,
fue cuando empezamos a traicionarnos,
ese mismo día, noté que te engañaría.

Mi sueño se encontraba
con el tuyo frontalmente.
Era tu vida lo que envidiaba
tu vida solamente,
Quizás pensaste te robaba
tu vida, tu amor, tu gente...

Perdona si te lo hice creer
nunca fue esa mi intención,
solo me quise parecer
en lo bueno al mejor.
¡Ven viejo amigo! volvamos a ser
yo tu barco y tú mi timón.

Luciérnagas y melancolía - Daniel Montoly, EEUU

- And sex sells everything-
Joni Mitchell



A oscuras, se desplazan
con bajo perfil de luciérnagas. Apagadas,
adheridas siempre a las esquinas
de una ciudad
que ningún macho ignora.

Rostros duros, miradas
sempiternamente melancólicas,
como melancólicos espíritus
expatriados del averno.

Las ve pelearse la natividad del frío
con ingenuas sonrisas.
Dolorosas mascaradas.
Son amazonas suicidas, legionarias
de una guerra olvidada
en los mapas vespertinos,
trazados con la simetría de dólares gringos.


Humedad - Juan José Moyano, Argentina

Olor a tierra mojada …

Un reloj gira escondido ,

Un marido se ha dormido ,

Tu pollera levantada …


Quién diría eras casada ,

Verde humedad del hastío ,

En la oscuridad del baldío ,

Muslos blancos , luna atada .


El vínculo se ha destruido …

Lágrimas caen del cielo ,

Tu piel que derrite el hielo .

De culpas se ha desprendido .

Correr las horas excusa ,

La lluvia teje su manto ,

Transgredido es el encanto ,

Lo prohibido tiene musa .

En la grieta del olvido ,

Hondo ha calado el recuerdo ,

Mas el tiempo es un remiendo ,

De pasiones que han dolido .

Como de costumbre - Oscar Néstor Galante, La Plata, Buenos Aires, Argentina

Alegre y tierna, como siempre amiga,

llegaste a la tarde, casi anochecía.

Tu risa, tan fresca, fue suave caricia

en mi soledad, que no se acostumbra.



Regando tu amor, por todos mis poros,

dando tu cariño cuando lo pedía.

Un coro de besos arrulló mi cuerpo

ofrendando vida, pues estaba yerto.



Angel de emociones, por Dios enviada,

tu oración de amor bien ejecutada.

Nos sorprendió el reposo sigilosamente,

a tu cuerpo y el mío, juntos dulcemente.

Yo soy - Jorge Humberto, Covina, Portugal

Yo soy el todo y la nada
el principio, el medio y el fin

Yo soy los brazos del pescador
la fímbria de lo que aún no vi

Yo soy la luz de la aurora
el mar y las olas de la playa

Y yo soy la fuerza del Hombre
la palabra, el ruedo de la falda

Y yo soy la mujer que sufre
y el grito de lo desgraciado

Yo soy la criatura que llora
el libro, el verso y el legado

Yo soy la muerte y la vida
las aguas de todos los ríos

Y yo soy el gran exilado
y de la espina los escalafríos

Y yo soy toda la naturaleza
y el animal enjaulado

Yo soy el suspiro de lo viejo
que vive olvidado

Y yo soy el precipicio
el comienzo de una nueva actitud

Yo soy la vela apagada
y la fuerza de toda la juventud

Y también soy aquel que ama
en todo tu esplendor

Porque yo soy lo solo y la raíz
de mi gran amor

Cansancio - Oscar Néstor Galante, La Plata, Buenos Aires, Argentina

Cansancio
ahora sumo
por un camino de tiempo,
hasta tu vergel odiado.
Vale un verano caliente
bajo un enjambre de tilos
con aromas de claveles.
Llevo en mis manos
ruido de mar húmedo
en un caracol recién nacido.

Cansancio

lleno de tiempo que es mío.

Tiempo pleno de arena

Y lleno de claro hastío.

Alba Estrella Gutiérrez - Buenos Aires, Argentina

hay tanta soledad partida al medio
tanto olvido de ausencia en el abismo
si te murieras amor
si me faltaras
de este intacto lugar
del desencuentro
donde mis manos son apenas vulnerables
mar sin orilla ni llegada
si me faltaras amor
si te murieras
qué haría con este rostro
puño cerrado de mi pena
cuando a veces
lo pienso
o a solas lo imagino
en este otoño
de muro que me duele
este implacable y tenaz
verdugo del destiempo
me olvida en la memoria del espejo
y mi infancia es apenas cristal

frente a la muerte

Cuandoaunesombra - Monik Matchornicova, Austria

Y otra vez madrugada y otra vez esas lágrimas
que bajan delgadas mojando el planeta, con nombre
llovizna casi transparente

y otra vez las huellas ,pálidas-eternas
donde canta el ave que olvido sus alas , donde
todos los nombres descansan sin letras

y la noche esaun en medio del alba
... y la sombra es
aun inserta en el aire ;

Y este día nuevo que ayer fue mañana
con tanto silencio que nombra pasado,
con tanto misterio lleno de sueños

Sideral-extraña-mente-extravagante
llovizna-sinónimo del verso sin dueño,
cuandoaunesombra ...


Matchornicova
10.06.2008
Austria

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http://matchornicova.webcindario.com/


http://islainfinita.altervista.org/mio/page7/page7.html


http://www.megaone.com/cantoria/sopranos/matchornicova.htm


http://www.escritores.cl/paginas/monik.htm


http://www.lacoctelera.com/poesiasubterranea/categoria/matchornicova

Les amazones / Las amazonas - Francisca Huppertz, México

LES AMAZONES

« Elles ne pourront jamais… »
Les “apprentis” n’ont jamais fait partie de leur univers.
Aventurières malgré elles,
Amazones des temps modernes.

Aucun cavalier ne peut les suivre,
Leur galop a rompu toutes les tempêtes,
Que certains ont passé une vie entière à traverser;
Mais l’horizon est incertain pour tant de fougue.

Qui pourrait et devrait dompter ces élans?
Personne…
Elles ne savent rien des “apprentis”
Mais devraient, sans les suivre, capter leurs
connaissances.
A part? Non. Avec qui ? Avec personne.
Pourquoi ? Elles ne le savent pas et cela fait peur.
Combien de temps ? Toujours…

Si un besoin d’aide, de soutien ou de silences semble
impératif, n’hésitez pas,
Le soleil sera toujours là,
dans ce pays inconnu.




LAS AMAZONAS

“No podrán nunca…”
Los aprendices nunca fueron parte de su universo.
Aventureras a pesar ellas,
Amazonas de los tiempos modernos.

Ningún caballero puede seguirlas,
Su galope rompió todos los torrentes, algunos pasaron una vida entera para cruzarlos;
Pero el horizonte es incierto para tanto ímpetu.

¿Quién podría y debería domar esos impulsos?
Nadie…
No saben nada de los aprendices
Pero deberían, sin seguirlos, captar sus conocimientos.
¿A parte? No. ¿Con quién? Con nadie
¿Porque? No lo saben y a veces, da miedo.
¿Cuánto tiempo? Siempre….


Si una necesidad de ayuda?, de apoyo? o de silencio parece imperativa, no vacilen
El sol estará ahí
En este país desconocido.

En sueños - Inés de la Puente -Skorpiona-, San Isidro, Lima, Perú

Atrapada de noche en sus brazos,
malicioso me acaricia Morfeo.
En pasajera muerte me abraza,
sobre algodones de nubes deslizo.

De la mano con las estrellas,
libre deambulo por Venus y Marte.
Mi cuerpo desnudo, vestido sin piel,
la luz de la luna lo cubre de blanco.

En carruaje de luces multicolores,
puntual a tu cita llegas en sueños.
Confinados en deleitosa burbuja,
los cuerpos cubiertos de tules,
gozan de celestiales placeres.

Llovizna de éxtasis cae del cielo.
Prohibidos amores de amantes,
que en sueños huyen del mundo
e inventan su propio universo.

Castillo de nubes sobre arco iris.
Dragones alígeros corazones de fuego,
sagrados guardianes en cofre atesoran,
nuestro secreto nido de amor.

©SKORPIONA
Inés de la Puente Spiers
Publicado en mi libro Rebeldía poética
www.skorpiona.com
San Isidro, Lima-Perú

De mentira, verdad - Rolando Revagliatti - Buenos Aires, Argentina

Un chico de verdad
se siente como un
chico de mentira

El único chico de verdad
se siente como uno
de los tantos y tantos
chicos de mentira

Todos los chicos de mentira
son felices

Algo le indica que es mentira su
recién inaugurada felicidad
al chico que sintiéndose de mentira
no logra desquiaciarse al punto
de encarnar en la mentira
-¿desencarnándose?-
su origen de verdad.



http://www.revagliatti.com.ar/

Laureles y Olivos - Elisabet Cincotta, Berazategui, Buenos Aires, Argentina

Sube por las cúspides terrenas
aminora la esencia de tu boca
en mis laberintos
hunde tu pulso en cada apertura
sintetiza el clamor
de tu aliento en un grito

atrápame en silencio
orfandades de afectos y placeres
-lecho vacío-
ocupa cada palma
de mi mano con el calor húmedo
de tu risa

interfiere en mis sollozos y mis ayes
rubricando mis labios con tu marca
-huella de haberme recorrido-
para recordar mañana

asume que tu cuerpo enmudece
cuando altero tus caminos sensitivos
aplaca mi sed en movimiento
-cadencia semi-penumbra-
seamos ritmo-viento-lluvia
amor que funde entre muslos
sabores-lágrimas
en una noche que olerá a laureles y olivos


Poema que da nombre a su libro "De laureles y olivos", presentado este último sábado: 7 de junio de 2008.

La ingenua - Luis Benítez, Buenos Aires, Argentina

Ella creía que la reflejaban los espejos
que era esos dedos que hurgaban en el rostro
las lentas mutaciones
que era su pulóver sus zapatos
lo que recordaba y lo olvidado
que era una guirnalda detrás suyo
que era su cabeza
que era sus amigas sus trabajos
un hombre en una esquina. Una mañana.
Las casas que habitó sus cuatro barrios
que era las que era tras el portón borroso de los sueños
que alcanzaba para ella el gentilicio
y la historia de un país incierto
el hambre la sed
o lo que amaba

Ecos de tiempo - Patricia Molina, desde Córdoba Argentina

Al ayer siempre lo guardo esculpido en mi alma



Envejezco
Y hay una alianza entre el tiempo y mi memoria
a largo plazo
Puedo oler un vestido a cuadros
y sentir que era áspero
O ver manos ajadas trabajando
bajo anteojos de bondad
Y veo a una niña que corre
que bebe vasos de agua
y el agua es cristalina
aunque no siempre
Se acumulan vasos vacíos
y a veces el viento
que se cuela por la ventana
hace que choquen y se resquebrajen
Y aún así
exhalan una fina lluvia
que me empapa

Al final del pasillo - Silvana, Buenos Aires, Argentina



Suspendida del filo
de la noche
a ritmo de tango,
se quiebran las manos
por el sobrepeso del dolor
que tajea hondo,
y hace llorar.

Cuerpo demacrado
por la bebida trasnochada
que se emborrachó
de humo de cigarrillo
y por el picoteo en la cabeza
de ausencias insistentes.
Se derrumba agotado
al final del pasillo
de las penas.

Arturo Álvarez D’Armas, Venezuela

Retorno a la calidez de la comarca
cotúas, garzas, corocoras
yantan en la laguna
fuego y humo
tierra yerma
braman reses
en la sabana desnuda de pasto
la muerte acecha en verano.
Mi árido corazón
necesita la llovizna.

Apartado postal - C.A. Campos, dominicano residente en Nueva York, EEUU.

Asómese y recuerde, no obstante,
que es aquí donde exhibo mi orgullo,
donde a veces me paso de la raya
tratando de llegar al fondo de las cosas.

Asómese, si le atañe, a esta niebla,
a este velo que nos separa
como el vidrio a los vivos de los muertos,
a este vaho que producen los afectos.

Para los dos - Luis Alberto González Viera - Chile

Quiero escribir un poema para ambos

talvez el último

aunque sabes que no puedo prometerlo

un poema

que traduzca los porque y los haga una razón

razón de olvido, de lucha y de perdón

que el tiempo se vuelva favorable

para no vivir rodeados de lamentos

encontrando ambos las caricias necesarias

para ser, sentirnos y saber

que aunque apartamos los caminos

encontramos el refugio que creímos era nuestro

lejos de ti

lejos de mí

Quiero escribir

sin palabras que lastimen

¿de que servirían?

sin frases de dolor

¿a quien le sirve?

sin ganas de vernos lastimados

¿para que?

si el amor estuvo entre nosotros

volverlo un reproche lo arrastra hasta el olvido

¿crees tú que lo merezca?

si cuando nos tuvimos fuimos todo

para que dejarlo con heridas en el suelo

pisoteado

sin imágenes

esas que duran aunque tratemos de borrarlas

por que son

de aquellas que se anhelan recobrar

darles vida en un minuto

gozando haber amado

con esa intensidad que solo trae un amor cuando es real

aunque quieras darle olvido negando que te ame

como lo hice

como solo yo lo se

de la misma forma que me amaste

sin saber yo, cuanto queda entre tus manos

Un poema para ambos

cerrando las heridas con el sonido de tu risa

la alegría que encontramos apretándonos las manos

y el silencio murmurando nuestros nombres

como aquellos días

nuestros días

sin herirnos

sin ganas de ofender o condenarnos

cuando fuimos todo

y la luna nos mostró un camino sin espinas

y el sol alumbro sin dañarnos las pupilas

y la mar miro con ternura el brillo en nuestros ojos

dejando ilusionado a esos que miraron

nuestros labios apretados

sintiendo que el amor estaba incrustándonos los pies

Un poema

talvez el último

que se lleve los daños y el dolor

y nos diga sin mentirnos

que lo nuestro

si fue amor.


http://albertoviera4.blogspot.com/

A Rosa María Sobrón - Jorge Luis Estrella, Buenos Aires, Argentina

¿De qué le sirvió al destino
detener tu aliento
poniéndote a dormir entre las rosas?
¿De qué le sirvió,
si tus amigos no acaban de nombrarte
y tus poemas se leen más que nunca?

Aunque anduvimos los mismos senderos,
nunca me crucé con vos
pero hoy nuestros espíritus se abrazan
en el lugar del cosmos
donde los ángeles conversan con los pájaros.

¿De qué le sirvió al tiempo pasar
hasta herirte,
si tu herida reúne todo el amor del mundo
a tus pies
y los hace transitar
por una conjunción de lunas y de soles?

Vos entraste por la puerta,
por "la puerta infinita"
y hay un amanecer en tu mirada
que nos saluda
desde una foto.
Epopéyico "ejército de estrellas"
gira en el vértigo de un cielo
que seguirá siendo el cielo de tu poema
por los siglos de los siglos.

"He vuelto hacia los pájaros",
"es tiempo de calandrias",
estoy triste,
dejame "el consuelo de una lágrima."

El momento después - Clara, Argentina

Bostezaba la última renuncia
tu boca sin tiempo.

Traía la desprejuiciada ambivalencia
del que ya acabó
y ansía situarse en el punto final
de la agitación.

Cada músculo, cada hebra de tu
cuerpo, ensayaba la duermevela
hipnótica de un canto de sirenas inaudible
y visceral.

Dormía tu trino de hombre en
el letargo sinuoso del kilómetro cero
de mi columna de humo.
Dormías, reclinado sobre
mi espalda como una carga leve
que se atesora, giba humana
balsámica y esencial.

Soñaba entonces mi sueño
de tierra adentro
y la fertilidad del campo,
desbrozado, receptivo y tierno.

Soñaba, contigo, amor,
mientras tu aliento oxigenado de
amor somero y vasto traía
a mi memoria dormida
tu sopor onírico e íntimo,

en el que tú también,
soñabas,
pero
conmigo.

Entre tus dedos - Lady López Cepeda, México

El silencio es un paréntesis en el vacío
Por eso renuncio a las palabras.
Estoy aquí, entre tus dedos,
con el corazón en vilo
cuando la noche abre los cuerpos a la entrega.
Cuento los lunares de tu rostro
y entonces miro el amor en tus ojos
como un Dios en agonía: ¿acaso mueren?
Callo tu nombre con mis besos,
repito que te quiero
con la simpleza del hechizo
y mi sombra se diluye como el agua.
Guardo en la valija el adiós apresurado,
desabotono mi cuerpo al luto,
me desnudo para ti
y sostengo las cadenas con el aire.
Soy una mariposa ciega
en busca de tus pasos
y al calor de la llama me pregunto,
¿quién hizo el camino imperfecto y llano?
y llego al final con el lamento de mi voz
al despertar en las tinieblas.


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Carolina Olivares, Gran Buenos Aires, Argentina

Los suburbios
están sucios de zanja
de tetra y de paco.
Las paredes de cartón
se vuelan.
La quema está rodeádolos
y lo aprisionan las montañas
de las basuras paquetas.
Los hombres revuelven
restos de comida
y las mujeres cocinan.
Y las niñas se regalan
pensando que conquistan
una porción de vida.
Y lo pibes , se incendian
en las calles de los autos lindos.
El hospital se llenó de ratas,
se quedó sin camas.

Y no hay cacerolas, siquiera,
para armar una orquesta.
Las cacerolas suenan lejanas.
En otros barrios.

Se me pone el alma - Mariano Estrada, España

A Paco Llorca


Se me pone el alma
solitaria y triste,
descreída y vieja,
porque nadie admira,
porque nadie escucha,
porque nadie sueña.

Porque nadie sabe
mantener el fuego
con aquella leña
que nos dio calores
que nos dio esperanzas
que nos dio creencias

Y la vida pasa
como pasa el hombre
que no tiene señas:
sin dejar constancia,
sin hacer ovillo,
sin hacer madeja.

Sin dejar tampoco,
como deja el aire,
como el agua deja,
una marca honda,
una huella firme,
una firma cierta.

Pues si fuimos fuentes
con el agua limpia,
con el agua fresca,
ahora somos pozos
con el agua turbia,
con el agua negra.

Ojalá los hombres,
ojalá las cosas,
ojalá las bestias,
me trajeran sueños
de la Edad de Bronce,
de la Edad de Piedra.

Donde hubiera arraigo,
donde hubiera calma,
donde el tiempo fuera
el reloj callado
de las grandes horas,
de las horas muertas.

Pero nadie sabe
de ese pauso sueño
que nos da paciencia,
porque todo urge,
porque todo empuja,
porque todo aprieta.

Y el aprieto agobia
y el agobio mata
y la muerte entierra
los amores hondos,
los quereres dulces,
las sonrisas tiernas.

Pues las ansias mueren
y las glorias pasan
y las prisas dejan
a los hombres solos,
entre sueños vanos
y palabras hueras.

Que los pies se cansan
y los cuerpos sufren
y las almas quedan
como el alma mía,
solitaria y triste,
descreída y vieja.




Se me pone el alma: historia de un poema

Este poema no ha sido premiado, pero casi. Fue en Santomera, Murcia, hace ya mucho tiempo, tanto que apenas lo puedo precisar ¿Lustro más o menos? Más de tres. Me llamó el secretario del jurado, para comunicarme que había obtenido el primer premio. Y añadió:
-¿Qué relación tiene usted con Santomera?
-Ninguna –respondí, tal vez precipitadamente.
-Alguna debe de tener, porque las bases dicen…
-Lo siento, no leí las bases, sólo un recorte de periódico.
-Pero usted habrá estado en Santomera alguna vez, supongo
-No, no he estado nunca.
-Entonces no podemos darle el premio.
-Qué le vamos a hacer, el que venga detrás quizás se alegre.

Se notaba –o lo noté yo-, que quería darme el Premio, pero no pudo. La verdad es que podía haber sido de otro modo, como me hizo saber luego Paco Llorca, cuando se lo conté:
-Pero Mariano –exclamó-, ¿tanto te costaba haber cogido el coche y haber ido a visitar Santomera aquel mismo día? Está sólo a una hora. Para cuando te dieran el premio ya hubieras cumplido con las bases…
Vaya, podía haberle dicho al secretario que me llamara por la noche, que acababa de coger una indisposición momentánea: “Por favor, me ha dado un jamacuco, llámeme después de la publicidad”. Pero, bromas aparte, lo cierto es que Paco Llorca le tenía un gran cariño a este poema, no en vano lo recitó tantas veces a lo largo de ocho años: la penúltima en el teatro De Rojas, Toledo, el 26 de diciembre de 1991.

Algún tiempo después, y a causa de un catarro famélico, Paco moría en Benidorm, estando yo en Cazorla con mi familia. Entre los muchos homenajes que le hicimos, destaca el tributado por el maestro José Garberí, ilustre músico alicantino que, además de poner en solfa el poema, le dio una espléndida voz en la persona de su yerno José Manuel Navarro, un joven barítono que cantaba a sus órdenes en la Peña Lírica Alicantina.

Hace sólo unos meses, nuestra entrañable amiga Mar, tal como nos tiene acostumbrados y sólo ella sabe, recreó fantásticamente este poema. Ya sabéis, dedicación, sensibilidad, imágenes y música. No importa que el material sea prestado: ella lo manipula y lo transforma. Porque ella es auténtica.

Por último, a diecisiete años de que lo hiciera el maestro Garberí (Veintitrés desde que fue escrito el poema), un formidable músico asturiano, Marcelino García Sal, ha vuelto a vestirlo de música. Una música que, en este caso, tiene la misión de crear un ambiente adecuado para su declamación o lectura, ya que para eso fue concebida, tal como me ha dicho el autor ¿Música al servicio del poema? Eso, zapato a medida de su horma.

En fin, que, a pesar de los pesares, queda mucha generosidad en el mundo, ¿no? Marcelino fue compañero de Colegio, en la Virgen del Camino, León (De colegio, que no de curso, ya que él es unos años más joven). Y, por supuesto, desconocía la intrahistoria de este poema que, de uno u otro modo, habla del tema de nuestro tiempo y, mira tú por donde, de los estados del alma.


Noche de plomo para una meretriz - Lulú Colombo, Buenos Aires

Aquí en estás calles solas
plátanos y estrellas musitan:
la ninfa esta muerta.
La calle otorga y calla.
Hasta los plátanos callan.
La piel de la noche gime
cuando su cabellera negra
pinta claveles de sangre
en el triste asfalto.





PARTE 1


2004. Una escena de 1932, vuelve. Noche. Luces amarillentas. Alrededores de la estación terminal de ómnibus. La ciudad está vacía. Una meretriz y un vigilante discuten. El vigilante viste un uniforme antiguo. Quiere despejar la parada. Sólo se escucha el vocerío entre los dos.


Vigilante: La calle no es pa´ vos. Y esta calle, menos, piba. Vení. Yo te voy a ayudar. Tengo un lugar piola para vos.
Meretriz: ¡Tomatela! ¡Dejame trabajar!
Vigilante: No te hagás la arisca porque ya sabés. ¡Acordate del otro día!
Meretriz: Pero que te creés, ¿que te tengo miedo? ¡Avisá!
Vigilante: Mirá, seguí mi consejo. Tomátela de la calle. Las cosas están cambiando.
Meretriz: ¿Qué? ¿Así que ahora sos dueño de la calle, vos? ¿Quién lo dijo?
Vigilante: Cuidado con lo que decís. No te agrandés.
Meretriz: ¿ Otra vez me venís a apretar? Andá sabiendo que la calle es de todos y estoy laburando. Laburo aquí desde los catorce y vos no me vas a sacar.
Vigilante: Más a mi favor. Vos tenés que laburar en un lugar mejor que la calle. Ya te dije que te puedo ayudar.
Meretriz: Yo prefiero trabajar sola.
Vigilante: Y vos ¿quién te creés que sos para “querer laburar sola”?
Meretriz: Soy dueña de laburar como quiera y donde quiera.
Vigilante: Ya te voy a bajar los humos atorranta. Esperá nomás...
Meretriz: Si la seguís, te voy a denunciar.
Vigilante: Haceme reír un poco. ¿Sabés con quién estás hablando?
Meretriz: Aunque me cueste lo que me cueste, no te vas a salir con la tuya.
Vigilante: Este negocio no es para que vos lo hagas por tu cuenta. Pensálo.
Meretriz: Ya lo pensé. Ya vas a ver quién soy. Te vas acordar de mi para toda tu vida.
Vigilante: No me hagás reír, zorra vieja.


PARTE 2. Tiempo después. El mismo lugar. Noche. La meretriz está recostada contra una pared. Aparece una sombra. Suena un tiro. El cuerpo de la mujer se desploma.

(Un coro de mujeres fantasmales recita)

Bordadura de miedo en la piel
Pubis bordado en el asfalto
Cortesana de la noche,
dinos cuánto cuesta tu carne
corazón de carey.
¿Qué imagen tiene la imagen
de la sombra, ninfa?
Mujer de la calle, has muerto
¿quién buscó tu silencio?
Sexo para corazones rotos
mujer perdida y encontrada
dinos cuánto cuesta tu silencio
Dinos, ninfa, el nombre de la sombra
que puso carmín de plomo
y flores de fuego en tu nuca
aquella noche bajo los plátanos.
La calle y la palabra
se han juntado en tu muerte.
Viva estás en el espumoso espacio
de las palabras que te nombran
Escondite para almas devastadas
Viva, sobre los grises adoquines
la palabra y tu sombra.




(*) Del libro de poesía "Protextos - Poesía Social" - Editora Ciudad Gótica - Rosario Primera Edición - septiembre 2004.

Basado en un hecho real: el aún impune asesinato de Sandra Cabrera. Rosario, 27 de Enero de 2004.


Tristísimas


Por Beatriz Suárez
beagasua37@hotmail.com


Mientras Argentina pasaba el primer examen ante el Fondo Monetario Internacional aprobándose el desembolso de un crédito stand by en Rosario velaban los restos de Sandra Cabrera, líder del gremio de meretrices rosarinas que con un tiro en la nuca tomó el último colectivo y se fue para siempre de este mundo en un episodio no aclarado que tuvo repercusión nacional e internacional.
Lo más probable es que se trate de un homicidio en el que se sospecha que hay policías ligados y no va a ser el primer abuso cometido por parte de esa fuerza ni la primera vez de hostigamiento de policías a prostitutas, justamente en delatar estos hechos parece ser que Sandra fue pionera (por algo lideraba el grupo) y su militancia se basaba en educar e intentar contrarrestar con dignidad de denuncia lo que muchos canas querían mantener en el silencio de la calle.
La inhumaron en el cementerio "La piedad" ante una gran cantidad de compañeras de trabajo que siguieron el féretro tal vez con la misma esperanza de encontrar amparo, como cuando la calle parecía menos patinosa y preocupante porque estaba Sandra vigilándola.
Ellas perdieron a alguien querido y nosotros extraviamos una vez más la fe. Ahora el dolor se equiparó al temor y aunque cambien los jefes o suspendan a algunos la Argentina camina una vez más en 4 patas.
Echaron sobre el cajón un chaleco de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA)y le arrojaron flores de valentía por el aire, mataron nada menos que a una dirigente aunque nada tenga que ver este comercio del cuerpo con el pico y pala. Asistieron por eso mismo un hombre de trayectoria sindical como Victorio Paulón, el diputado provincial por el ARI Aldo Strada y la representante legal de la Asociación de trabajadores del Estado (ATE) María Eugenia Caggiano y pasaron además el cura Joaquín Nuñez y miembros de AMSAFE, familiares de detenidos y desaparecidos, Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, etc.
Ella se llamó Sandra Cabrera todo el tiempo porque así fue su vida atajando miedos y en el primer piso de ATE hizo funcionar AMMAR a la par de disparos policiales con la coherencia de quien ha conocido de cerca las desgracias.
¿Adónde va su sangre derramada, monótona y distinta de otras sangres?
¿Adónde va ese rojo que ebullía en su cuerpo cuando los regimientos de hombres le solicitaban sus buenos oficios? ¿Adónde fue el fatal encuentro entre la pasión grupal y los ojos perdidos de un sargento cualquiera?
La policía parece toda igual mientras en cada una de estas chicas hay algo diferente. Dicen que la prostitución callejera es un delito y que también lo es el travestismo pero cuando un corazón desaparece los hechos vuelven a ser interpretables ya que las leyes son ante todo enunciados de palabras de la lengua común y corriente y por ende no tiene un significado quieto, en este sentido habría que definir exactamente qué debe y qué no debe hacer la policía cosa de que dejen de salir tiros mafiosos por sus inútiles revólveres. Cosa de dejar de matar Sandras Cabreras, Migueles Duartes, etc.
Lo peor es que heredamos más miedo y menos alegría y nos sepultan a todos la posibilidad de dar batalla cierta, nos acomodan en las estanterías locas de lo que no se habla y volvemos a ser más consumidores que niños preguntones.
Te pueden matar tantas cosas en esta vida. Te puede matar una injusticia, un mal amor, la intolerancia, la avaricia a ultranza, la falta de coraje, la mentira sin traje, la falta de amarras y como diría Borges te puede matar una guitarra. Puede matarte un milico con diablura en un enero caluroso porque le dio un ataque de madrugada y la agonía es larga y rueda por todas las calles de Rosario.
No sé si este último fue el final de Sandra y si se sabía que a esta compañera la mató la policía es lógico seguir esperando la justicia como quien espera el verano para bailar en la vereda.
A Sandra no le bastó ser valiente y la desgarró la vida pero nos dejó más que antes la memoria y anotamos su nombre no en una esquina de suburbio sino en la principal de sus arterias.
No es necesario el premio Nobel para salir con lo perdido y lo recuperado a hacer la calle por una causa noble. Ya no está aquí para compartir la luna clara ni en las paredes recelosas de Pichincha, murió peleando contra la chusma en charreteras y será leyenda o una fábula a tiempo para tal vez evitar que algún soberbio cuchillero vestido de azul vuelva a hacerlo.

Se perdió - Gonzalo Torres - Chile

Un poeta perdió la voz
Camino por su desdicha
Con dolido corazón
Su tonalidad se perdió en un autobús
Sobre el piano de un blue
La ciudad estaba muda
Con el silencio en la cien
Un silencio, silencio que oxida la luz
El poeta perdió la voz
Que canto en el remanso
Sus versos de amor y fe
En el escenario musical de su expresión
Busco su voz
En la bota descocida de cascada de agua
En el arco iris de color a estante
Debajo de la cama donde dormía
Pero no estaba allí, ¿Quién sabría?
Nadie ha visto mi voz
Ni siquiera el silencio
El silencio le escucho
El lucero ni las estrellas
Que se encontraron en la nube sideral
Sabían donde podía estar
En el trasluz de la sombra
Un andrajoso rezo
Y el ruego llego al señor
En la soledad el divino apareció
Y siendo el más sabio de sabios y más grande en esperanzas
Se la devolvió
Envuelta en amistad
Y los versos fueron tormenta en la ciudad
Los supermercados las esquinas y el frió y ignoto lugar
Volvió a la vida y a la claridad
El andrajoso es rico multimillonario de felicidad
Aunque despreocupado y a veces mal oliente en su andar
Y el poeta que perdió la voz
Su tonalidad su canto de alondra y de serafín
De luciérnaga de Paris
De mirlo y de colibrí
Es un pequeño Dios im blue de añil

Los pasos - Julia del Prado, Huacho, Perú

A lo largo del camino

Se levanta uno

Se levantan dos.

Y otra vez uno

Y otra vez dos.

De pronto se queda el uno

Y también el dos.

Parece que n se llega

Que no se puede más.

El atajo atasca

Y permite el ZAS!

De llegar al PUNTO.

A la culminación.

Fue el beso sin amor de una princesa - Amado Storni, España

FUE el beso sin Amor de una princesa

de alguna monarquía sempiterna,

de una princesa alocada y traviesa

que escondía el Amor entre las piernas.


Fue un beso sin Amor, adulterado,

dormido de pasión y sentimiento,

anémico, fugaz, interesado,

de esos que al soplar se los lleva el viento.



De besos enfermizos, de hojalata,

se pintan tantas bocas caprichosas

llenamos la ilusión con tantas cosas

que un beso siendo un beso a veces mata.


Ayer en los jardines de palacio

un príncipe se convirtió en batracio.

Canción para el silencio - Alejandra Zarhi, Chile

los dedos en su intento
envejecen y nada pueden escribir
de todo lo que siento.
está obstruida la mente
y no entiende.
habrá que escribir
una canción para el silencio.
una antigua forma
que tanto detesto.
el rey mas amado,
la mejor joya
ha secado las venas desoladas.
las cuerdas vocales
olvidaron el sonido.
nada pasa, siempre
es un martirio no saber elegir.
la eterna ausencia,
la gloría o morir así.

Es preciso apurar los sentidos - Jorge Humberto, Portugal

Deleito mis ojos por sobre las aguas del río.

Preciso urgentemente de limpiarlos, de la herida
humana.

Arrancarlos quirurgicamente.

Mirar es ver lo que se quiere, no lo que se está
a ver.

Sumisos ojos, que se prenden por nada,
corriendo atrás de lo fugaz, despreciando el valor
de las pequeñas cosas.

Ah, sentir la frescura de la flor, vengando el humus
de la tierra!

Quien me dice no son los ojos, mas tu olor,
incitando el fresco de la tarde, a revelarse.

Apuro de sentidos, que me hará, parte
integrante de la Naturaleza.

Argentina - Alejandra Oviedo, Justiniano Posse, Córdoba, Argentina

Argentina
Caminas erguida
luchas y camina...
Te herimos...
Te mutilamos...
...Caes...
...Sangras...
...Intentas levantarte
Y lo haces...
...Respiras...
Late tu corazón reuniendo fuerzas
para que no te vuelven a derribar
para no volver a sangrar
y luchas!....

Vela de armas, Carlos Alberto Roldán, Buenos Aires, Argentina

sí, gente:
estoy en vela de armas
de amor en vela, mis amigos,
y que escuche el mundo mis razones
-si las hay, las hubiera, mis razones-:
espero en mis ritos el alba, el pleno alba,
templo mi corazón para su fiesta

ella amanecerá
por fin sobre la vida
ella amanecerá sobre el rostro sereno de esta historia
un par de solos que por fin
abren la puerta al viento y sus caminos.

La pasión - Hugo Alberto Patuto, San Nicolás, Buenos Aires, Argentina

Ya formaba parte de la ensoñación y la risa
con sus tentáculos amarillos
que urgían la vendimia perpleja
entre fuegos, amor y paladares.
Ya surcaba el mar como el asedio
a mil tesoros que demorarían
otro eje de poder hundido
por una sangre remota.
Ya mostraba su temblor de hoguera
desde las manos callosas de la gente
para nombrar eso que transporta el vino
robando luz amiga del tiempo.
Ahora la pasión pregunta
por aquellos andenes donde brotaron
las mariposas y el raro espejismo
que sigue fiel a la memoria.

La parca - José Antonio Azpeitía, España



El doce de mayo de dos mil ocho,
besé su mano, sentí su frío,
no quiso hacerlo
me dio otro plazo.......
azpeitia





He visto las alas de la muerte....
.....hoy me han rozado.

Silencios de su vuelo impenitente,
susurro de su viento en mi costado.

Me curvo sobre mí para esquivarla,
no quiero ver su cara sin facciones...
que pase sin mirarme fijamente.

Beso su mano negra,
huesuda, descarnada,
amaga el torpe gesto
de un golpe de guadaña,
y un dolor visceral
desconocido
hunde su daga profunda
hasta mi entraña.

Me ha llenado de sangre....
....¡era la mía!...
Caliente aún en mi mano
enrojecida,
pregunta si este aviso
es suficiente.

Se aleja con desdén, con alegría,
sin ceremonias solemnes,
sin adioses,
un guiño de su sombra...
entre dos luces...
Un gesto milenario ya estudiado.

Mañana volverás....
mas no sé cómo,
me angustia que no quiera
desvelarlo,
señal de un calendario caprichoso,
hundido en el destino
que es... ¡la suerte!

Hoy creo comprenderlo...
más que nunca...
La vida es un milagro...
....sin la muerte.


En la cárcel de mi cuerpo - Oscar Néstor Galante, La Plata, Buenos Aires, Argentina

Hay aleteo de golondrinas en mis arterias.
Escucho su murmullo.
Hasta lo puedo palpar desde mi piel.
Trémulas, intentan volar
pero es inútil
están cubiertas y se estrellan contra mis tejidos.
¿ Alguien podrá hacerlas salir?
Si eso fuese posible lograrían
ser felices y volar en libertad.
Mas la cárcel de mi cuerpo
está prieta y no lo permite.
Busco ayuda y no la encuentro.

Breves - Juan Ricardo Sagardía, Buenos Aires, Argentina

MORIR DE AMOR



Nos amábamos...
Mientras moríamos.

Moríamos
de
amor.





EQUIVOCARSE

Tengo miedo de llegar ausente,
¡Tanto son los errores que cometí!





OLVIDO

Olvido todo,
por no actuar
como fuego con memoria

Prefiero bajar mi boca
al punto de besar el piso.

No quiero matar
a quien se lo merece.

Cansinas soledades - Marian Muiños, España

Cansinas soledades
por doquier
fl otan fútiles en un mar de hipocresías.
Vana es esa ilusión recurrente
del oasis que transgrede realidades.
Brisa fácil la ironía que subyace
cada día, cada noche, agazapada.
Una llovizna salitrosa deja surcos
en la aridez de mi frente desolada.

¿De qué hablar, pues? - Oscar Portela, Corrientes, Argentina

a VERA LUZ LAPORTA



Y los altos abetos como altos amores.
El más lejano bosque de abedul
Donde se ocultan los más intensos astros
Y las raíces mas profundas enterradas
En los fanales más secretos y dulces.

¿De qué hablar pues sino de nuestra
Finitud, del amor y la muerte?

De las hojas que caen en el Otoño,
De los Ocres que visten a la tierra
Y del cuerpo desnudo del mortal
- su desnudez magnifica de Adán-
Angel caído acechado por sombras
Y ominosas derivas.

¿De que hablar sino de aquéllas
Que se avecinan y del Arca de Oro
Del amor a la tierra y las raíces ocultas
En el origen de la memoria y el lenguaje?

¿De qué hablar pues?

Basta - María Isabel Cané, Buenos Aires, Argentina


No quiero
que me hablen.
No quiero
que me escuchen.
No quiero hablar
ni escuchar a nadie.
No quiero
seguir siendo receptora
de todas la palabras
del mundo
que zumban y zumban
a mi alrededor
como moscas pegajosas
sin dirección, sin sentido,
sin destino.
¡Basta! No quiero.