Graciela Wencelblat, Buenos Aires, Argentina

Barrer la historia
los restos dolorosos
no para vover a empezar
para seguir
hasta el altar
donde los sacrificios
están prohibidos.
Abrir los grifos
donde la energía quedó
estancada
sacar los abrazos retorcidos
de su estado de trapo de piso.
El germen de la confusión
maltrata.

Pero alguien lleva el estandarte
tambalea pero no cae.