Versos dolorosos, Fernando Nerú, Perú

Este poema, nació en la madrugada del 16 de agosto,
entre los escombros y el dolor de mi gente.




Hoy quiero ser silencio, y que hable este fúnebre aliento,
y el mortecino crujir de los huesos,
porque retoza la muerte en los escombros de este suelo yerto,
y se muere mi tierra, desde la mar a mis versos.
Hoy quiero extraviarme en Ica de mis recuerdos,
caminar por los campos y admirar la nobleza de su gente,
embriagarme en su hermosura, pero de horror mis labios muerdo,
porque hoy todo es ruina y la tranquilidad ausente.
Esta noche, es luto, el corazón que aún late,
por las sienes astilladas y entrañas que se esparcen.
Esta noche, hay plañido de orfandad descoyante,
por los pedazos de humanidad que en este suelo yacen.
Hoy paso por aquí la muerte con su blasón,
y se ha llevado el árbol y su simiente,
ha dejado desventura en mi tierra y desazón,
y un calvario que sangra por vertientes.
Tantos maxilares y humeros verdes han sido quebrados,
como canas y bastones prensados por murallas,
y las ondas horrorizan donde la muerte ha labrado,
surcos profundos, en seres inocentes y canallas.
Todo es polvo en esta oscuridad sangrante,
y bajo este manto duermen los que al polvo se van.
Para unos, el hades llegó en un instante,
pero a otros, el dolor y la mutilación los torturaban.
Han caído tantos hombres como lares,
pilar sobre pilares, altar bajo altares,
y han sido heridos los templos hasta Antares.
Hoy es mi dolor tan grande y extenso,
lloro por ser hombre y por pecar contra Dios,
lloro por los críos triturados y acongojado pienso,
que el Señor es la lanza y el hombre el pecador.
Mañana el crepúsculo irritará los ojos,
y se cimbreará el país en toda su estructura,
porque aquí el terror, abrió en el corazón abrojos,
y burbujea esta tierra sangre con dolor y amargura.
Hoy quiero extraviarme en Ica de mis recuerdos,
caminar por sus dunas y sus calles y creer que es presente,
pero aquí esta la muerte, y de dolor mis labios muerdo,
porque hoy, todo es ruina y la tranquilidad ausente.