Mi mar querido --Gaviota Romero//España-reside en Suecia

El mar que de niña mojaba mis pies me estremecía,
me hacía feliz;
chapoteando en él me metía.

En el retorno a casa me sentía,
cual si perdiera a mi mejor amigo,
y al volver mi rostro hacía la orilla,
mis labios con sabor a sal decía:
- Volveré mañana mar querido,
¡Por favor, no faltes a la cita!

Siempre fue fiel mi mar.
Pero, fui yo, que al marchar lejos un día,
a una tierra donde el sol no brilla,
traicioné la amistad que nos unía;
en su lugar hay lagos
donde mis pies se hunden en la orilla,
con una sensación desagradable,
sus aguas son negras y profundas.

Respiro el aire, deseando encontrar su olor perdido.
Mi alma se estremece al recordarte, pero…
¡Fui yo, quien faltó a la cita!,
quisiera ser como mi nombre indica,
y verme reflejada en tus aguas mi mar querido.